Los productores porcinos se encuentran en una situación crítica, pese a ser uno de los sectores exceptuados del aislamiento social desde el minuto cero. Lo que ocurre, es que el consumo de carne de cerdo cayó de manera estrepitosa y la repentina sobreoferta condujo a fuertes caídas de precios, que volvieron el negocio inviable.
Este escenario, en realidad, se profundizó con la pandemia del coronavirus, pero comenzó el año pasado, cuando los salarios empezaron a perder terreno frente a la inflación y los niveles de consumo se retrajeron de forma generalizada, principalmente a partir del segundo semestre. Cabe recordar, que en 2019 los sueldos de los mendocinos perdieron 3,5% de poder se compra. Eso llevó a una baja del 3,3% en las ventas de los supermercados de la provincia.
La misma tendencia mostraron las carnicerías en casi todos sus productos y los cortes de cerdo no fueron la excepción. De hecho, un informe de la consultora Ecolatina advierte que en 2019 el consumo de carne porcina retrocedió 2% hasta los 14,6 kilos per cápita (promedio nacional).
Esa baja del consumo es de por sí un problema para los productores, pero se agrava a un más cuando se analiza la otra "pata" del mercado, la oferta. Es que la cantidad de cabezas ha seguido creciendo, a pesar de las caídas de ventas. De hecho, esta es una tendencia de largo plazo bien consolidada. De acuerdo al Censo Nacional Agropecuario del Indec, en 2008 habían 272 productores y 12.859 cabezas; en 2018, las cifras habían ascendido a 1.123 y 33.472 respectivamente.
Por si fuera poco, los productores locales advierten que el mercado mendocino está ahora "inundado" de carne producida en otros puntos del país. Si bien es usual que llegue carne de Córdoba, La Pampa y Entre Ríos (Mendoza solo produce el 15% de la carne que se consume en la provincia), en esta oportunidad, la oferta que entre desde otras provincias resulta excesiva.
En primera persona
Más allá de los números y las tendencias, la crisis del sector porcino se percibe mucho más clara en la voz de los propios protagonistas. Marcelo Tempesti, propietario de un criadero en Maipú, en la ruta 60, describió el escenario que atraviesa la actividad en la provincia.
"Nos está pasando lo mismo que en Córdoba (crece la oferta y baja la demanda), con el agravante de que todo ese cerdo que sobra en mercado cordobés viene para Mendoza a precios muy bajos. Tenemos menos ventas, el precio está cayendo y estamos entrenado en una crisis bastante complicada", comentó.
El productor explicó que la caída del consumo se ha dado tanto en cerdos como en bovinos. "El hecho de que no haya reuniones, fiestas, ni restaurantes, ha agravado mucho más la crisis en diferentes clases de carne. Es mucho el volumen de venta perdido", lamentó.
De acuerdo a Tempesti, la retracción de ventas en las últimas semanas oscila entre el 25% y el 30% y los precios han caído de forma pronunciada ($ 10 menos por kilo desde que empezó el aislamiento). "Estamos empezando a perder plata con la producción. "Nosotros estamos en la faena, la venta a las carnicerías y la fábrica de embutidos. Han bajado los precios en toda la cadena", comentó.
Es similar la lectura de Sergio Díaz, de Criadero El Capricho. "La caída de la demanda ronda un 30%. En este momento es muy difícil poder dar un diagnóstico porque la gente se está cuidando en los gastos producto de la pandemia y ha dejado de comprar carne en general", apuntó.
El productor explicó que muchas familias pasaron de comprar cuatro kilos de asado por semana, a directamente "eliminar el consumo de carne y remplazarlo por arroz y fideos". La baja de ventas fue tan fuerte, que revirtió la tendencia al alza de precios que se había mantenido durante varios meses. "El precio por kilo del animal en pie subió dese los $ 60 hasta llegar a los $ 78, pero en la actualidad está bajando por la falta de demanda. No se está exportando y la gente fue cambiando sus hábitos de consumo. También se ha notado una disminución en el volumen de faena de animales", apuntó.
Se mostró de acuerdo Lucas Olaviaga, responsable del sistema de producción de la Granja Pampa del Huarpe. "En el último año hemos estado trabajando bien, con una buena rentabilidad. pero desde que comenzó la cuarentena hasta ahora todo cambió por completo. Cayó la demanda y el precio del cerdo está prácticamente librado a cada negociación particular entre el productor y el comprador. Tal es así, que algunos productores llegaron a vender a $ 50 –final- el kilo de cerdo, cuando hasta hace tres semanas estábamos vendiendo el kilogramo de cerdo a $ 78,50 más IVA. Hay gente que ha pagado $ 60 y otros $ 70; no hay un hilo en la negociación y los precios se ajustan de acuerdo a la oferta, demanda, y a las necesidades de cada uno", comentó.
Olaviaga, explicó que una granja con buena productividad logra un costo de $ 54 (más IVA) por kilogramo. "Si se está vendiendo el kilo a $ 50, se está perdiendo dinero", lamentó.
Damián Carbó, Director de Ganadería de Mendoza, coincidió con la visión de los productores y advirtió que la crisis se extiende mucho más allá de Mendoza. "Hablé con productores y criadores de Santa Fé y describieron el mismo panorama. El poder adquisitivo de la gente ha caído y el consumo se ha retraído. Eso ha hecho que el valor del animal en pie descendiera $ 10 por kilo. Pasó de $ 82 a $ 72 (más IVA)", indicó el funcionario.
Problemas de logística
Además de tener un volumen de ventas mucho más bajo que el usual, los productores porcinos de Mendoza han tenido que enfrentar un aumento en sus costos, debido al encarecimiento del transporte del alimento que proviene de otros puntos del país.
"Mendoza compra mucho maíz que viene de San Luis y el sur de Córdoba. Con la cuarentena, San Luis cortó la Ruta 8 y rápidamente el precio se disparó, porque los camiones se vieron obligados a dar la vuelta por Vicuña Mackenna (Ruta 7). Eso elevó el flete y el costo de los alimentos", comentó Marcelo Tempesti.
"Ahora ha bajado el precio, porque ya arrancó la cosecha y hay mayor oferta de maíz, pero seguimos con el problema de flete caro. Estamos dependiendo de que vuelva la normalidad", agregó.
Lucas Olaviaga, de la Granja Pampa del Huarpe, también se refirió a los problemas de logística. "Hemos tenido dificultades para traer las dosis de semen y el núcleo para hacer el alimento, Con la cuarentena todo se ha hecho mucho más complicado. Estamos tratando de prever cuales serán nuestras necesidades y de comprar con mucha anticipación para asegurarnos el poder seguir adelante", detalló.
Buenas expectativas
A pesar de este panorama, Sergio Díaz se mantuvo optimista de cara al futuro. "Pienso que cuando termine la cuarentena la gente volverá a comprar y el sector se repondrá", opinó el productor.
El Director de Ganadería de Mendoza, por su parte, entiende al shock económico de la cuarentena como una oportunidad para que el sector en su conjunto de un salto de calidad. "Los productores de porcinos han pasado por varias situaciones complicadas desde el año 90 hasta la fecha. Cada vez que les toca pasar por una situación de ajuste, avanzan, porque corrigen con eficiencia su producción. Buscan mejoras en alimentos y disminución de costos y empiezan a empezar a buscar nuevos mercados", aseguró.
"En vistas a futuro el escenario es alentador. Mendoza está empezando a potenciarse porque siempre fue productor de lechón, pero hoy hay más producción de capón. Corrigiendo los errores normales de una producción, los que producen capón, han abiertos sus cadenas de carnicería y están llegando derecho al consumidor", apuntó Daniel Carbó.
Plan Estratégico del Cerdo
Siguiendo los pasos ya dados por la vitivinicultura, el Gobierno de Mendoza lanzará próximamente el “Plan Estratégico del Cerdo”. Damián Carbó, explicó que se perseguirán dos objetivos centrales: estimular la inseminación artificial e incentivar, a través del financiamiento, a la industrialización de carne.
El funcionario detalló que se elaboró un plan de desarrollo de largo plazo en función del perfil de productores que existen en Mendoza, que van desde cría para consumo propio hasta criaderos de vanguardia. "Vamos a estimular la producción de lechones con inseminación artificial, para que los productores chicos y medianos están más cerca de la genética de primer nivel", remarcó.
“Por otro lado, pensando en aquellos productores que ya están en recría y engorde, se están armando un esquema de financiamiento para proyectos asociados con la industrialización”.
El Director de Ganadería no dio mayores detalles ni anticipó la fecha para el lanzamiento del Plan Estratégico del Cerdo, pero aseguró que están trabajando en "los detalles finales". De todas formas, aclaró que por el momento el Gobierno está imposibilitado de prestar ayuda económica. "Mendoza siempre ha tenido líneas para productores de porcinos en Mendoza Fiduciaria. Hoy están suspendidas por problemas de presupuesto, pero es una prioridad potenciar la producción de cerdo a través de estas herramientas", agregó.