Quieren que las subas del vino lleguen al productor

Se trata de una pretensión del gobierno provincial para otorgar aumentos a las bodegas. La Provincia promete invertir 135 millones de pesos en medidas para ayudar a la alicaída industria vitivinícola.

Quieren que las subas del vino lleguen al productor
Quieren que las subas del vino lleguen al productor

La Provincia promete invertir $ 135 millones en medidas para poder hacer frente a la problemática que tiene el sector vitivinícola. Pero además, con la certeza de que habrá un acuerdo de precios entre la industria y el sector primario para equilibrar la rentabilidad, los funcionarios apuran negociaciones con bodegas para cerrar las condiciones alrededor de un precio de referencia por litro de vino, y del porcentaje a trasladar de cada aumento en góndola al productor.

Respecto del primer punto, la pretensión oficial es que el valor base para el tinto genérico no sea inferior a $ 2,90. Pero tal vez el aspecto más peliagudo sea la obligatoriedad de transferir un porcentual de los incrementos que reciba el consumidor, al primer eslabón: en tal sentido, la decisión es cerrar pactos por empresa de acuerdo a su estructura financiera, pero a partir de un rango no inferior al 60% del ajuste en el precio final y de hasta el 100% en el caso de las bodegas grandes.

En relación con el tenor de la discusión, el ministro de Agroindustria, Marcelo Costa, había resaltado que "en el último tiempo el precio en la góndola se ajustó un 5%, pero ese porcentaje no se trasladó al productor”. Incluso, fue más allá al afirmar que de no alcanzar un consenso con la industria, el próximo paso será la intervención en la cadena.

Ayer, desde la cartera se intentaba bajar el tono de esa afirmación. Sí, en cambio, insistían en la necesidad de un acuerdo general.
"El decreto que firmó el gobernador está reglamentándose con la idea de que todo el sector participe activamente. Pero si la industria no  acompaña sin trasladar proporcionalmente cada suba, va a ser difícil. Si bien algunos representantes están de acuerdo y otros no tanto, se necesita un compromiso del sector en formar parte protegiendo al pequeño productor", señaló el director de Vitivinicultura, Daniel Gallardo.

Desde el Ejecutivo eligieron el rótulo de “Programa de Vitivinicultura Responsable” para englobar el propósito de redistribuir ganancias en favor del primer eslabón de la cadena. ¿Cómo? La letra escrita dice que por convenios “con organizaciones gremiales y empresarias del sector vitivinícola, fraccionadoras y comercializadoras de vino y mosto y los principales referentes de la cadena de comercialización del país”, para que se determinen “relaciones de precios de distintos tipos de vinos de traslado que redistribuyan adecuada y responsablemente el esfuerzo de cada eslabón de la cadena vitivinícola”.

¿Traslado lineal o a medida?

Aunque no se volcó en el decreto firmado por Pérez, salir a jugar con la compra directa de volúmenes es una alternativa que maneja el Gobierno en caso de frustrarse la vía del acuerdo. Algo que la industria en general no ve con buenos ojos.

Sin embargo, toda la atención está centrada en acordar el mecanismo de traslado de ajustes de precio. El análisis más preciso antes de decidir está en la dispersión de precios que la industria paga y que arranca en $ 2,55, trepa a $ 2,85 en un segmento intermedio y puede superar los $ 3 en el caso del asociativismo.

A la hora de hablar de un valor base o piso, según Gallardo “no vamos a acompañar el precio más bajo. El objetivo es llegar lo más cerca posible de los $ 3, teniendo en cuenta, además, que actualmente hay margen para subir frente a la cerveza”.

Pero si de discutir la transferencia se trata, cada punto pretendido deriva en un cuarto intermedio para estudiar el impacto en la rentabilidad.  
Si se toma como referencia el 5% de ajuste en góndola señalado por Costa, para Gallardo "hay empresas que pueden soportar un 60% y otras hasta el doble. Sin embargo el objetivo es firmar convenios particulares por empresa".

Aún así, nadie le quita la mirada al segmento comercial, señalado como el mayor villano de la película. Los números muestran una brecha que va de $ 5,80 por litro “en planchada” (el precio percibido por las bodegas) hasta los $ 11,50 al público, suficiente como para apuntar a la intermediación, como lo planteó en los días previos el secretario de Comercio de la Nación, Augusto Costa.

“Si se observa la evolución que tuvieron el último año el vino de traslado y el de venta, el de compra al productor subió en el orden del 20%, y los que están dentro de Precios Cuidados, un 17%. Hay varias posturas al respecto, pero no conozco ninguna bodega que, en función del incremento de costos en los insumos, pueda pagar el doble o esté dispuesto a hacerlo”, consignó por su parte Juan José Canay, presidente de Bodegas de Argentina.

Cabe recordar que en agosto comenzaron las reuniones entre el secretario de Comercio y representantes de las grandes firmas tenedoras de volúmenes. Allí comenzó a delinearse la nueva modalidad para el otorgamiento de aumentos de precio, en principio de tipo “lineal”: es decir, por cada punto porcentual de suba en el producto final, un punto de aumento al productor.

El Foro Vitivinícola habló sobre productividad

Con cerca de 500 acreditados, se desarrolló la semana pasada el X Foro Internacional Vitivinícola, que reunió una vez más a destacados analistas, empresarios y académicos que acercaron sus visiones sobre el mercado de consumo y las innovaciones que vendrán, la productividad, las proyecciones económicas mundiales, los desafíos del sector, las nuevas tendencias y las oportunidades de negocio, entre otros temas.

El tema que se abordó en este Foro fue “La hora de la productividad” y estuvo desarrollado por expertos nacionales e internacionales que dieron su visión de la productividad y el consumo de la industria del vino a nivel mundial. Al respecto, el presidente de Bodegas de Argentina, Juan José Canay, expresó que “hoy el desafío que enfrenta la industria es grande. Estamos ante una situación complicada en la que es fundamental trabajar en conjunto entre los ámbitos público y privado”.

Cómo se repartirán los fondos

Los $ 135 millones que promete el gobernador se repartirán de este modo:

-Asistencia al Sector Vitivinícola: Establece un "reintegro a las exportaciones" de vino blanco genérico de U$S 0,10 por litro respecto a los impuestos, directos o indirectos, pagados durante el proceso de producción, elaboración, logística y comercialización. La compensación se efectiviza una vez ingresadas las divisas correspondientes hasta el 31 de mayo de 2015.
Asignación: hasta $ 50 millones. La esperanza oficial es poder apalancar la salida de casi 60 millones de litros por esa vía a Rusia "y abierto a todo el mercado".

-Créditos fiscales para destinar blanco genérico a usos no vínicos: $ 1,50 por litro efectivamente vendido a empresas que empleen el vino con ese fin, hasta ahora mayormente la destilación. Habrá certificados de créditos fiscales utilizables hasta el 30 de junio de 2015 para cancelar deudas por impuestos provinciales vencidos al momento de la compensación por capital, intereses, multas y actualizaciones.
Asignación: $ 75 millones. En cálculos del Ejecutivo, suficiente para "recortar" otros 50 millones de litros de sobre stock.

-Bonificación de tasas: A través del Fondo Para la Transformación y el Crecimiento, está prevista una operatoria de bonificación de tasas de interés para que los bancos financien la compra de materia prima como vino y mosto y capital de trabajo. 
Asignación: $ 10 millones.

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