Diversas empresas mendocinas se suman a la tendencia de ofrecer envases más pequeños y de este modo ocultar la inflación. Pero además, también aparece un nuevo fenómeno, el cual las marcas se achican para poder acaparar al consumidor que vive solo o su unidad familiar es reducida.
En la búsqueda de sobrellevar la crisis y apuntar a nuevos consumidores es que conserveras locales, aceiteras, y otros productos mendocinos, decidieron achicar sus envases, manteniendo o aumentando sólo algunos centavos sus precios y lograr mejorar el margen de rentabilidad.
En busca de retener al consumidor
A nivel mundial el fenómeno recién expresado tiene término propio y se denomina “downsizing”: achicamiento en inglés o “shrinkflation”: inflación oculta. Esto mismo, se traduce en que cada de una de las unidades de consumo masivo traen menos gramos, menos unidades, o menos centímetros cúbicos, dependiendo la unidad de medida.
Según Diego Gizzi, de la consultora especialista en consumo, Nielsen, este artilugio que utilizan las empresas es con el fin de no perder más market share y darle pelea a la inflación.
Asimismo, el especialista mencionó que esta técnica es bastante solicitada en momentos de crisis. “Lo vemos año tras año con el objetivo de que los consumidores no se pasen a marcas de menor valor”.
Según indicó, a pesar de que esta variable se da desde hace un tiempo, en 2016 fue marcado, dado por la caída del poder adquisitivo de los consumidores.
Este panorama fue coincidente con las apreciaciones de las empresas locales. Gabriel Guardia, gerente de planta de Olivícola Laur de la familia Millán, mencionó que es un fenómeno que se ha ido desarrollando en las góndolas y la empresa no se quedó atrás.
“Este cambio es una decisión para aplacar precios y ofrecer un producto más accesible; siempre manteniendo la calidad”, aclaró el directivo. Por ello, “es que en este último año hemos crecido en ventas 100%”, puntualizó el gerente de Laur.
Guardia contó que ellos modificaron el formato de las líneas de aceite de oliva con envases pet, las cuales pasaron de 1 litro a 900 cc. En cambio, para los aceto o los productos premium que se elaboran en vidrio no se han modificado.
Roberto Alcaraz de la empresa, Alcaraz Gourmet, coincidió con estas declaraciones y dijo que a pesar de que en costos el envase presenta el mismo valor, lo que reduce la cuenta final es el contenido. Por ello, “es que los precios pueden mantenerse similares sin variar y perder mercado”.
Una empresa que ofrece más de 1.000 productos es Sueños Gourmet que cuenta con un local en la Quinta Sección y un puesto en la feria de Guaymallén. Según José Firmani, propietario de este emprendimiento, esta tendencia se ha notado en los productos locales, nacionales e importados de todo tipo, como conservas, dulces, sal, berenjenas, batatas en almíbar, pastas de aceitunas, entre otros tantos.
Según contó que por ejemplo, los tomates o pastas venían en frascos de 250 gramos, como los de mayonesa y ahora llegan en envases de 90 gramos. Lo mismo es el caso de los acetos que llegaban en botellas de 250 ml y ahora muchos se consiguen en 125 ml.
“Es una cuestión de costos”, aseguró el propietario de Sueño Gourmet, quien además aclaró “que la gente no gasta además en algo que no sabe si le va a gustar”.
En línea con estas declaraciones, Adolfo Vargas Arizu de la bodega y aceitera Tierras Altas, dijo que antes era usual ver las presentaciones de aceite de oliva de 1 litro, hoy las que dominan el mercado son las de 500cc. Además, para achicar costos las empresas también han dejado de lado el envase de lata de hojalata que antes era muy común.
Según detalló el empresario, “como mínimo debían pedirse 70 mil envases, lo cual termina siendo un desembolso importante para las pequeñas y medianas aceiteras y stock de insumo que no les era rentable”.
Envases pequeños para consumo individual
No sólo los envoltorios de los productos se han achicado para luchar con la inflación, sino también hay una tendencia en ofrecer pequeños envases para llegar a los hogares argentinos y a los más pequeños.
Según Diego Gizzi, esta es una tendencia enfocada a la modernización de las categorías que se da también en primeras marcas o aquellas enfocadas a un consumo gourmet.
Para este caso, “lo que se ha dado es que las empresas comenzaron a notar un incremento de hogares unipersonales o constituido por parejas sin hijos. Estos consumidores, que son cada vez más, eligen productos más chicos, sobre todo en lo que respecta a la categoría almacén, que es la que se puede echar a perder”.
Fue así, que “las marcas se posicionaron con un packaging más pequeño”.
Alcaraz mencionó que achicar envases en su caso -además de costos- también ha sido una estrategia para mantener el producto apuntado a un consumo individual.
“Sucede que algunas conservas o pastas son caras y no pueden mantenerse más de 15 días en la heladera sino se echan a perder.
Atentos a la tendencia de familias más pequeñas es que fuimos detrás de ello. Antes la unidad familiar era más grande y predominaba el frasco de 170 cc, luego pasó a 330 cc y hoy en gran medida responden a envases de 200 cc”, puntualizó el empresario.
Uno de los casos es del nuevo vino Yacu que se presenta en envase denominado “portion pack” de 250 ml. Dicho producto apunta al consumo individual, justamente para transportar.
Pero además, el mismo fue lanzado con el tamaño que entra en una copa de vino. Dicho producto, está disponible en tres versiones -Torrontés, Malbec joven y Malbec Blend-, por la empresa productora, El Carmen SA.
Continuando bajo esta tendencia, es que se pueden ver los Snack saludables que recientemente lanzó Arcor “Natural Breaks”, los cuales apuntan justamente al consumo individual, ya que los mismos vienen en envases de 30 y 90 gramos, con frutos secos, como almendras, nueces, pasas de uva, entre otros productos.
