Después de años en la que los dirigentes sólo pensaban en los éxitos deportivos, los que hacían que trascendieran, pero no en la posteridad y en lo importante para las instituciones, parece que ha llegado la hora de la concientización.
Ya no se gasta tanto en jugadores, en sueldos caros, en técnicos de renombre, hoy se miran otras cosas y que bueno que así sea.
Los dirigentes se han concientizados que no son hinchas con privilegios, sino que están ahí para administrar y hacer crecer la institución y eso es importantísimo. Es que como se canta en las populares "los jugadores y los dirigentes pasan", hace habría que agregarle que las obras quedan.
El Azul, un pionero. Independiente Rivadavia fue el que inició la movida, cuando se puso en marcha la construcción del hotel azul e incluso de la tribuna norte, la que era una deuda pendiente para un estadio de semejante envergadura. Esto sin contar el trabajo que se hizo en el césped y la platea con palcos incluidos.
Lo siguió Gimnasia, quien de tener un estadio que no se usó durante largos años y que se iba cayendo a pedazos y pasó a contar con unas instalaciones que son modernas envidiadas por muchos.
Estas decisiones fueron haciendo escuela y esta tendencia parece haber llegado para quedarse. Esta semana pude dialogar con dirigentes de varios de los equipos que participarán desde setiembre en el Federal B y todos contaron que han puesto especial énfasis en las obras.
Desde el Norte hasta el Sur. Huracán Las Heras, por ejemplo, ha puesto riego por aspersión, cambió todas las duchas, puso cerámica en los camarines y hasta ha remozado la cantina.
Pero lo más importante es que esta semana que se inicia colocarán las primeras columnas de una futura iluminación, algo que parecía impensado hace un par de temporadas.
El Atlético Argentino, también está trabajando en el mantenimiento del piso del campo de juego, pero no sólo eso sino que también ha mejorado todos los ingresos al estadio y están en los últimos retoques para refuncionalizar el "histórico" quincho que daba al sur y que desde hace más de 25 años que no tenía un mantenimiento adecuado.
Mucho también están haciendo la gente de Gutiérrez, del Atlético Palmira, de Guaymallén y Luján Sport Club, quienes han recuperado el orgullo de sentirse granates.
Todos muy abocados al trabajo de las obras que le permitirán a los socios poder disfrutar de sus instituciones y que permitirán que la pasión se prolongue en el tiempo.
La pasión todo lo puede. Algunos cuentan con el apoyo de subsidios públicos, pero la mayoría está realizando todo con el trabajo silencioso e invalorable de hinchas y el aporte de dirigentes y sponsors.
De las dos maneras, lo importante es lo que queda. Soy un convencido que cada ladrillo que se pone es más importante que cualquier gol, partido e incluso título.
Ese es el caso de Godoy Cruz Antonio Tomba, donde un grupo de "locos" están restaurando el Viejo Feliciano Gambarte. “Esto en realidad fue una idea mía que me daba vuelta desde hace años. Un amigo, Angel Bermejillo, me propuso juntarme con otros dos hinchas de Godoy Cruz, Ricardo Schmidt y Sergio Goldsak y ahí nació todo. Empezamos a reunirnos y nos dimos cuenta que se podía. Yo averigüé en AFA y me dijeron que no había ningún impedimento para que Godoy Cruz jugar en su estadio”, cuenta Juan Suraci.
“Después sumamos a Marcelo Espina y posteriormente a Ricardo Mariotti. Los cinco empezamos con esta locura y fuimos dando los pasos correspondientes. Visitamos varias veces el estadio, y Mariotti, que es arquitecto empezó a tirar dibujos de cómo quedaría. Cuando lo tuvimos aceitado decidimos ir a hablar al club para buscar la autorización para que nos dejaran trabajar”.
“Vale aclarar que por esas coincidencias de la vida, tanto Ricardo Schmidt, como Sergio Goldsack, son nietos de Jorge Schmitd, que en 1958 cuando se inauguró el estadio era presidente del club. Se va a mejorar y agrandar el sector de prensa. Va una línea de palcos debajo de la platea techada (como en Boca o Rafaela), una zona de palcos en la parte superior de la techada, y otra zona de palcos entre la doble bandeja de la tribuna sur”.
“Al club no le ha salido un peso. Los aportes los hemos recibido de la gente, tanto en plata como en donaciones y mucho, pero mucho trabajo. La verdad es difícil de imaginar un número en valor numérico, pero te aseguro que en dos meses es mucha la plata que no ha salido de las arcas del club” aseguraba Suraci.
No todo es fútbol. Esta semana también fueron noticia por lo mismo clubes de otras disciplinas, como Anzorena en basquet.
El club de la Sexta está terminando para fin de mes una platea en el sector sur y se está construyendo el sector definitivo para los medios de prensa con pupitres, dos cabinas de trasmisión y una tarima para los camarógrafos. Siguiendo con el plan de obras, realizarán nuevos ingresos para el equipo visitante y los árbitros.
En esta misma actividad, debemos recordar que San José hace bastante tiempo que viene realizando obras de calidad.
Lo público no se queda atrás. En la misma línea de crear infraestructura están las instituciones públicas.
Los Cedrés en Las Heras, los Polideportivos en Godoy Cruz y la tan criticada Villa Olímpica que lleva adelante el Ministerio de Deportes son claros ejemplos que Mendoza tendrá a corto plazo instalaciones deportivas adecuadas para que, de una vez por todas, se comience a incentivar la práctica deportiva y se consiga que los jóvenes dejen las calles para encontrar en el deporte la contención que no tienen en otros ámbitos.
Bienvenidos estos dirigentes con visión de futuro y ojalá que la idea vaya germinando. Mendoza tiene potencial, pero le falta desarrollo deportivo y este es un muy bien primer paso.
