El domingo 23 de abril del año pasado fue encontrado el cuerpo sin vida de María del Carmen Solís, de 52 años.
Según la denuncia, estaba colgada de una cuerda en el interior de su casa de Eugenio Bustos, departamento de San Carlos, y el caso, como ahora por el crimen de Norma Carleti, sorprendió a todo el Valle de Uco.
Es que la mujer era una reconocida docente, mientras que su esposo, Juan Antonio Muñoz, como profesional de la medicina había trabajado en el Cuerpo Médico Forense de la zona, pero en ese momento, con 73 años, se encontraba jubilado.
El juez, a poco de conocido el hecho dispuso la detención del hombre, desconfiando de su versión sobre que llegó a la vivienda y se encontró con el cuerpo de la mujer colgado e intentó reanimarlo sin conseguirlo, por lo que terminó imputado de homicidio agravado por el vínculo, tras lo cual fue llevado a la cárcel.
Pero esa situación, con el correr de los días, cambió y el médico logró el beneficio de la prisión domiciliaria, hasta que el 25 de agosto, apelación mediante en una audiencia en la Cuarta Cámara del Crimen, la defensa logró una falta de mérito, con lo que recuperó su libertad.
Más pruebas
Ahora el juez Oscar Balmes, con más pruebas en la mano, volvió a procesar a Juan Antonio Muñoz por el homicidio de su esposa, sumando a la imputación inicial el delito de femicidio.
Y según la resolución del magistrado, para esta nueva instancia tuvo en cuenta que no habría ahorcamiento (sinónimo de suicidio), sino estrangulamiento (con un lazo), sumado al precario estado de salud de la mujer.
De acuerdo con un perito de parte (puesto por la familia de Solís), se descarta que la mujer haya estado "colgada" y en la tarea de resucitación mencionada por el médico tampoco hay indicios de arrastre.
Finalmente, el magistrado contó con el testimonio de un vecino que vio salir a Muñoz "raudamente" alrededor de las 10.40 de aquel 23 de abril, mientras que la hora de la muerte, según las pericias, quedó determinada entre las 10 y un rato antes.
Con todos estos elementos, Balmes consideró para esta etapa de la instrucción repetir el procesamiento, manteniendo la libertad bajo caución del acusado.