Problemas en el comercio exterior

El retroceso en las exportaciones no es producto de un desinterés de los mercados internacionales, cuya demanda existe. El problema es la política de nuestro país que ha terminado desquiciando el funcionamiento de la economía.

Problemas en el comercio exterior

Los datos y análisis que se realizan sobre la evolución del comercio exterior muestran otro costado de las serias dificultades que aquejan a la economía argentina.

Dificultades que más allá de los discursos altisonantes, son el resultado de la anacrónica política económica que se aplica desde hace diez años.

Los datos muestran un retroceso en las exportaciones que va camino a cumplir tres años consecutivos; los analistas destacan que hay que remontarse a comienzos de la década de los ’80 para encontrar una situación similar.

Las exportaciones argentinas alcanzaron su valor máximo en 2011, con 84.000 millones de dólares; desde entonces fueron disminuyendo y se estima que éste podrían rondar los 74.000 millones, es decir 10% menos que hace tres años.

Es necesario tener en cuenta que ello ocurre en un contexto en que el comercio internacional ha tenido altas tasas de crecimiento. Por el lado de las importaciones ocurre un fenómeno semejante; en el año precitado llegaron a 74.000 millones de dólares y este año se ubicarían en unos 68.000 millones.

Hay que tener en cuenta en este caso que ello es consecuencia de una política deliberada de restricción de las autorizaciones para importar, impuestas por el gobierno, con el propósito de cuidar las divisas del Banco Central.

Es de lamentar que la caída de las exportaciones ocurra cuando la economía se ha estancado o entrado en recesión por disminución del consumo y la inversión. En estas situaciones en general las exportaciones ayudan a mitigar los efectos recesivos, particularmente sobre el empleo.

En el primer semestre de este año la caída de las exportaciones ha sido fuerte en bienes primarios, manufacturas de origen industrial y combustibles y energía.

Solo las manufacturas de origen agropecuario han tenido incrementos que no alcanzaron para compensar la evolución negativa de los otros sectores.

Preocupa también que la devaluación de enero no haya tenido el efecto positivo que se esperaba, ya que las bajas son muy generalizadas. Un ejemplo es los que ocurre con las exportaciones de nuestra provincia (vinos, aceitunas, aceite de oliva, hortalizas) de lo que nos hemos ocupado repetidamente en nuestras páginas.

Hay amplia coincidencia en que las causas de la evolución de las exportaciones no está en los mercados internacionales, en general la demanda existe y algunos casos importantes es creciente, los problemas están en la política económica que ha terminado desquiciando el funcionamiento de la economía.

Esta situación ha sido muy bien sintetizada por un especialista con larga experiencia en el tema, al analizar la repetición del hecho. Expresa que “la problemática adquiere cierta cronicidad y por ende está lejos de justificarse por inconvenientes pasajeros”.

Destaca los problemas de productividad y competitividad, baja tasa de inversión, atraso del tipo de cambio, alta inflación, excesivas y nocivas regulaciones en el ambiente de negocios, alta presión fiscal y deficiente política comercial internacional.

Resume diciendo que no se trata de un mero mal momento. Justamente un aspecto de la deficiente política comercial es que durante 10 años no se ha avanzado en absoluto en acuerdos de libre comercio, como lo han hecho Chile y Uruguay, por caso.

El resultado de nuestros vecinos es más que elocuente, este año sus exportaciones van a superar a las de nuestro país.

Las perspectiva, al menos en corto plazo, no dan señales de mejora, por el contrario se ha agregado en estas horas un factor que puede agravar la situación.

Ante las recurrentes limitaciones impuestas por Argentina a las importaciones, en particular por el uso generalizado de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), los EEUU, la UE y Japón recurrieron a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que ha acogido la protesta y va autorizar a esos países a adoptar medidas proteccionistas en represalia por la vigencia de las mencionadas DJAI.

No sabemos cuáles serán esas medidas, pero probablemente contribuyan a hacer aún más difícil la situación en que estamos. Difícilmente el actual gobierno modifique una política que es parte sustancial de su ideología.

Camino a la elección del año próximo sería deseable escuchar las opiniones de quienes pueden llegar al gobierno.

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