La Justicia dictó este jueves la prisión preventiva de Roberto Audano (70), autor confeso del crimen de Concepción Arregui (59), su esposa chilena a la que asesinó de dos balazos.
Así, al caso que comenzó por una denuncia de desaparición, en ambos lados de la cordillera, el pasado mes de febrero, se le suma ahora lo resuelto por la jueza del Primer Juzgado Penal Colegiado, Cristina Pietrasanta, ratificando la imputación inicial, que había calificado el hecho como homicidio agravado por el vínculo, a lo que se le sumó la alevosía.
Se ordenó que el imputado siga en el penal hasta el juicio en su contra.
Sin domiciliaria
Durante la audiencia la magistrada también rechazó el pedido de la defensa de la prisión domiciliaria.
La causa está prácticamente esclarecida, luego de que Audano admitiera su autoría, que incluyó una inspección ocular para señalar el lugar adonde había arrojado el cuerpo, restos que fueron encontrados casi un mes después, sumergidos en las aguas del Dique de Potrerillos.
Al rescatar el cadáver, las pericias coincidieron perfectamente con el relato de Audano, quien había confesado que llevó a su mujer engañada (toda vez que se encontraban en un trámite de separación), hasta un camping del Dique Cipolletti, donde le disparó dos veces (ambos plomos fueron rescatados durante la autopsia, faltando aún establecer si fueron disparados por las armas que le secuestraron al hombre en su domicilio), para luego trasladar, ya en horas de la noche, el cuerpo hasta el Dique Potrerillos, donde terminó arrojándolo a las aguas lejos de la costa, hasta donde arrastró el cadáver montado sobre una cámara, al que ató un balde con cemento, logrando que, desinflada la cámara, se llevara a las profundidades el cuerpo.
El cadáver, como lo había descripto el asesino, fue encontrado semanas después a 17 metros de profundidad.
En ese momento también se conoció que bomberos y buzos rescataron durante ese operativo todos los elementos utilizados por el hombre, confirmando así su autoría en soledad.