Condenaron ayer a la pareja de cartoneros que asesinó y robo al matrimonio formado por Paulina Bronzini y Antonio Ortega (ambos de 76 años de edad).
Los jueces de la Séptima Cámara del Crimen encontraron culpable a Alfredo Osorio (22) y lo sentenciaron a cadena perpetua por el delito de homicidio criminis causa (matar para ocultar el robo del auto de la pareja); por este mismo robo fue condenada Carolina Olmos (24) a 4 años de prisión.
El doble crimen del matrimonio Ortega fue uno de los casos más conmocionantes de los últimos tiempos por la forma en que fue ejecutado: tras golpearlos, el condenado subió a los jubilados a su auto y luego los llevó hasta un canal donde los tiró. Paulina y Antonio murieron ahogados.
Tras escuchar la condena y cuando los penitenciarios sacaban a los condenados de la sala de debate, Olmos se burló de los familiares de las víctimas, lo que produjo un momento de tensión que fue controlado de inmediato por los policías que trabajan en Tribunales.
Durante los alegatos realizados la semana pasada la fiscal Daniela Chaler había solicitado prisión perpetua para Osorio por homicidio criminis causa y robo en lugar despoblado, y 5 años de cárcel para su pareja por robo en despoblado. Por su parte, los abogados querellantes -Daniel Escaloni y Hugo González- solicitaron la misma pena para el hombre y 8 años para la mujer.
El defensor de Osorio había pedido que se lo condenara a 10 años por homicidio en ocasión de robo y para Olmos 1 año de cárcel en suspenso por robo simple.
Un día de campo fatal
En la mañana del domingo 17 de agosto de 2014, los Ortega salieron a bordo de un Citroën C 3 de su finca donde Vivian, ubicada en El Porvenir al 1000 de Coquimbito, Maipú para comer un asado en un camping cercano a la Virgen de Lourdes, en Agrelo.
Al mismo, pero en una carretela tirada por un caballo, fueron Osorio y Olmos con sus hijos, también para comer un asado.
Cerca de las 22 de ese mismo día, una de las nietas de la pareja, al ver que no regresaban, le avisó a su padre y éste puso la denuncia en una comisaría.
A esa hora la Policía ya había encontrado los cuerpos de los ancianos, sin vida, en el canal San Martín en Cruz de Piedra, Maipú.
Según la investigación posterior, los jubilados Bronzini y Ortega fueron emboscados cuando iban a comer algo en las inmediaciones de la Virgen de Lourdes, cerca de las rutas 7 y 40 del distrito Agrelo, Luján de Cuyo.
En efecto, Carolina Olmos declararía luego de ser detenida que cuando los vieron su pareja decidió ir a robarles y para ello los golpeó previamente.
Luego los obligó a subirse al Citroën C3 y los llevó hasta un descampado cercano a la planta potabilizadora de Lunlunta, en Maipú.
En ese lugar -y ahora siguiendo la versión de Osorio, quien declaró durante el debate- el hombre se bajó del auto, él lo siguió y, tras forcejear ambos cayeron al agua.
El tribunal no tuvo en cuenta esta versión de los hechos y siguió la hipótesis de la fiscalía: Osorio les habría quitado las pertenencias y los habría golpeado para luego tirarlos al canal.
Los septuagenarios fueron arrastrados por las aguas y, de acuerdo con la necropsia, murieron por asfixia por inmersión.
Paralelo al hallazgo de los cuerpos, se encontró el Citroën C3 en el Bajo Luján. El auto estaba quemado y sin ruedas.