El ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega, preso en una cárcel desde diciembre de 2011, fue beneficiado con la prisión domiciliaria, que se hará efectiva antes de que sea operado de un tumor cerebral.
La medida, formalmente denominada de "depósito domiciliario", fue aprobada por la Sala Segunda de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), después de que lo recomendaran los médicos, señaló Ezra Ángel, el abogado del ex mandatario, que indicó que se hará efectiva una vez se haya definido la fecha de la intervención quirúrgica, lo que puede ocurrir "a corto plazo".
El octogenario ex dictador iba a ser operado en julio pasado del tumor cerebral benigno, pero la intervención fue suspendida porque la defensa argumentó que no se había cumplido un protocolo preoperatorio ni se había establecido un postoperatorio adecuado a las condiciones del paciente, que padece una serie de complicaciones de salud asociadas a su avanzada edad.
A Noriega, recluido en la cárcel El Renacer, ubicada en las afueras de la capital panameña, hay que "estabilizarlo para poder agendarle la fecha" de la intervención, dijo Ángel.
La CSJ había ordenado en septiembre pasado a la dirección de El Renacer que coordinara con el Hospital Santo Tomás (público) "lo necesario para el ingreso" y con la Policía Nacional "para el traslado y custodia" del anciano general en el hospital capitalino.
El Supremo explicó entonces que "a pesar de que la defensa" de Noriega "solicitó la detención domiciliaria, este Tribunal consideró recluirlo a un centro hospitalario, a fin de garantizar sus cuidados especiales por su estado de salud, sin descuidar la vigilancia y la protección necesaria", consignó EFE.
Una vez que Noriega "sea operado y se recupere según los médicos tratantes, este debe reingresar" a la cárcel, dijo en octubre pasado el Segundo Tribunal de Justicia de la CSJ.
El médico personal del ex general, Eduardo Reyes, ha dicho que se le debe conceder a su paciente un "depósito domiciliario" antes de ir al quirófano, porque "no es un caso sencillo".
Noriega tiene enfermedades propias de un hombre de avanzada edad que incluyen problemas urológicos y neurológicos derivados de un accidente cerebrovascular, y cada dos meses es sometido a chequeos médicos.
La salud del ex dictador es la base de los varios pedidos de la defensa para que Noriega salga de El Renacer y cumpla en su casa las condenas a 60 años, por casos que van desde asesinato hasta delitos ambientales, impuestos por la Justicia de Panamá.
Noriega, que gobernó de facto entre 1983 y 1989, llegó a Panamá en diciembre de 2011 tras cumplir 21 años de cárcel en Estados Unidos y Francia por delitos de narcotráfico y lavado de dinero.