Muchos conductores están tomando conocimiento de algunas medidas contempladas por la ley nacional de tránsito que no dejan de ser llamativas.
Tal como la exigencia que establece que los nuevos conductores deban llevar colocados, en el parabrisas del auto y en la luneta, un cartel que aclare en letras bien visibles que se trata de principiantes.
Aspecto al que habría que sumar la obligación -dada a modo de consejo- de no poder circular por el radio céntrico durante los primeros seis meses de obtenida la licencia de conducir.
Mientras ello ocurre, una innumerable cantidad de conductores -ninguno de ellos con el cartel de "principiante"- circula por la ciudad cometiendo todo tipo de faltas viales, como no respetar las sendas peatonales, sin que reciban por ello algún tipo de sanción o, por otro lado, la realización de obras de mejoramiento de calles por parte de las comunas, que se realizan al mismo tiempo y que no hacen más que multiplicar el caos vehicular.
El primero de los aspectos a considerar se centra en la exigencia de la colocación del cartel de "principiante" en lugares visibles del vehículo.
Desconocemos cuáles han sido los fundamentos de los autores de la ley -y de quienes la aprobaron- para establecer este tipo de medida y hacia quién va dirigida la advertencia.
Es más, tomado en sorna podría decirse que ese cartel está colocado para que, aquel peatón que va a cruzar una calle, multiplique el cuidado si observa la presencia cercana de un auto con el "cartelito". Y otro tanto podría decirse del resto de los conductores.
Una decisión cuanto menos opinable, porque del mismo modo podría exigirse, por ley, que los nuevos médicos o los nuevos maestros deban llevar en su solapa un cartel bien visible que indica que también son "principiantes".
Medida también llamativa si nos atenemos a que esos mismos legisladores decidieron no aprobar, ante un planteo efectuado por los motoqueros, una ley que exigía que los acompañantes debían portar un chaleco con el número de patente del vehículo para evitar el accionar de los motochorros.
La ley no se aprobó porque los legisladores aceptaron la opinión de que así se estigmatizaba a los motoqueros y cabría preguntarse ahora si el cartel de "principiante" no está estigmatizando a los nuevos conductores de autos.
Hay dos aspectos más a considerar en este plano: en primer lugar, si se le otorgó el carnet de conducir significa que la persona está en condiciones de manejar y cumple con todos los requisitos, por lo que la advertencia no tiene razón de ser.
En segundo término, y esto es más importante aún, el legislador debió considerar que, por lo general, quienes más cuidado tienen en respetar las normas de tránsito son aquellos que recientemente han recibido por primera vez el carnet, para evitar multas o cometer algún accidente.
Otra cuestión es el "consejo" que se da a los nuevos conductores para que eviten circular por el radio céntrico. Decisión que, creemos, se fundamenta en la necesidad de evitar que se generen embotellamientos porque algunos circulan más lento que los demás.
Si ése es el fundamento -las autoridades dicen también que así lo establece la ley- cabría también hacer mención a la decisión de algunas comunas de realizar al mismo tiempo obras de mejoramiento de calles que generan verdaderos caos vehiculares.
Es cierto que hay que aprovechar enero para concretarlas porque es el mes de menos circulación vehicular, pero la simple observación de las obras permite anticipar que ese plazo se extenderá.
También cabe hacer mención al no respeto por parte de los automovilistas de las sendas peatonales. Falta vial a la que habría que sumar a aquellos que, cuando se enciende la luz amarilla del semáforo, aceleran el vehículo en lugar de frenar; a los que circulan a mayor velocidad de la permitida en el radio céntrico o en las avenidas urbanas o que no respetan al peatón cuando doblan en una esquina, dentro de las tantas anomalías que se cometen que no reciben ningún tipo de sanción y que no solamente son cometidas por "principiantes".