Miles de británicos tomaron las calles ayer en Londres para mostrar su oposición a la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, mientras en el partido conservador se desata la batalla por la sucesión de David Cameron como primer ministro.
Nueve días después del referéndum que decidió el Brexit, una larga manifestación comenzó su recorrido poco antes de las 12 hora local (7 de Argentina) en dirección al Parlamento desde Park Lane, a través de Hyde Park, en el centro de Londres.
Cientos de banderas de la Unión Europea salpicaban la marcha, en la que había pancartas donde podía leerse eslóganes como “Bre-verse” (aludiendo a la permanencia), “El Brexit es una estupidez” o “La campaña del ‘leave’ (marcharse) ha mentido”. “Te queremos, UE”, gritaban los manifestantes.
“Quiero que nos quedemos en la Unión Europea. Podemos hacer algo mientras el artículo 50 no sea activado”, declaró uno de los presentes, David, refiriéndose al artículo del Tratado de Lisboa que permite iniciar el proceso de salida de la Unión.
“Hemos tomado la decisión equivocada por las mentiras de la campaña pro-Brexit. Quiero que revisemos nuestra decisión”, explicaba Casey, de 37 años, que portaba una corona de flores amarillas y azules por los colores de la bandera de la UE.
“Todo el mundo sabe que, en caso de haber un nuevo referéndum, votaríamos por la permanencia”, consideraba por su parte Nicholas Light, de 82 años, según el cual “decenas de miles de personas no votaron por salir o quedarse en la UE, sino contra el gobierno”.
Según un sondeo de Ipsos Mori para la BBC, el 16% de los británicos que votó en la consulta cree que Gran Bretaña se quedará en la UE y el 22% no sabe si el país finalmente saldrá. Asimismo, el 48% de los votantes cree que debe haber elecciones legislativas antes de que comiencen las negociaciones de salida con la Unión Europea.
Los ministros Theresa May (Interior) y Michael Gove (Justicia), ambos rivales en la carrera por la sucesión del primer ministro David Cameron, anunciaron que no iniciarían el proceso de Brexit antes de finales de 2016 o incluso en 2017, provocando reacciones de indignación como la del presidente francés, François Hollande.
La decisión del Brexit “ha sido tomada” y “no puede ser aplazada o anulada”, declaró Hollande, en línea con otros dirigentes europeos que piden la activación lo antes posible del artículo 50 para terminar con la incertidumbre sobre la actual situación.
Para el jefe de la diplomacia vaticana, monseñor Paul Richard Gallagher, el shock del Brexit debe conducir a una “refundación” de Europa y a “reforzar” sus objetivos. “El papa Francisco cree que es necesaria una refundación de Europa, así como una reafirmación de sus valores y objetivos tradicionales”, manifestó Gallagher.
Entre los conservadores, la ministra de Interior Theresa May, de 59 años, se sitúa como favorita a la sucesión de David Cameron: cerca de un centenar de diputados le han dado su apoyo, contra la veintena que respalda a Michael Gove, según los medios británicos.
El ministro de Justicia, Michael Gove, podría verse perjudicado por la doble traición cometida -primero a su amigo David Cameron y después a Boris Johnson-, lo que le ha valido numerosas enemistades en el partido, del que un 60% votó por la permanencia en la UE.
“Tras el enorme shock del voto pro-Brexit, el país necesita a alguien con capacidad de dar estabilidad, competente y hábil en las negociaciones. Puede que May sea aburrida, pero quizá es eso lo que el momento requiere”, escribía John Rentoul en el diario en línea The Independent.
Aunque el sucesor de Cameron debe ser nombrado el 9 de setiembre, hay quienes, desde el partido conservador, piden que se instale a Theresa May al frente de la formación, sin esperar al voto de los 150.000 militantes.
La reina Isabel pidió calma a los escoceses
La reina Isabel II llamó ayer a los escoceses a mantener “la calma” para actuar de la mejor manera posible, luego de que la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, advirtiera que estudia convocar un referéndum de independencia debido a la decisión de Gran Bretaña de abandonar la Unión Europea (UE).
En la inauguración de la nueva legislatura del Parlamento de Escocia, la soberana británica, de 90 años, dijo a los miembros del Parlamento de Edimburgo que el mundo es cada vez más “complejo y exigente” y que los acontecimientos de hoy se desarrollan a una “velocidad extraordinaria”.
La reina, acompañada por la ministra principal escocesa, destacó que los tiempos actuales traen “esperanza”. “Por supuesto que todos vivimos y trabajamos en un mundo cada vez más complejo y exigente, en el que los acontecimientos y desarrollos pueden y tiene lugar a una velocidad extraordinaria, y tener capacidad para conservar la calma y estar serenos puede ser a veces duro”, admitió la reina británica.
La intervención de Isabel II coincide con momentos difíciles en Escocia después de que la región votase a favor de la permanencia en la UE, a pesar de que todo Gran Bretaña lo hizo por el Brexit.
Sturgeon ha indicado que hará todo lo posible por defender los intereses de Escocia en la UE y no ha descartado la posibilidad de convocar a otro referéndum de independencia, tras el de 2014, en el que los escoceses rechazaron separarse de Gran Bretaña.
Por su parte, Sturgeon destacó ayer en el Parlamento la importancia de que los miembros de este legislativo muestren “coraje y determinación” para ayudar a los escoceses. Télam