El oficialismo logró ayer el apoyo de todos los bloques del peronismo no kirchnerista y pudo sacar dictamen de mayoría de las comisiones de Presupuesto y de Finanzas de la Cámara de Diputados sobre el proyecto de pago a los holdouts. De este modo, dejó lista la iniciativa para que el próximo martes sea tratada en una sesión especial.
Luego de aceptar algunos cambios significativos propuestos por el Frente Renovador y el delasotismo, por el bloque Justicialista referenciado en algunos gobernadores y por el sector de Adolfo Rodríguez Saá, Cambiemos se aseguró la media sanción de la norma para la próxima semana ya que entre oficialistas y aliados podría superar los 140 votos con facilidad.
Los acercamientos entre el oficialismo y el peronismo no K comenzaron el lunes por la noche. Mientras el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, fue junto al titular de Cámara baja, Emilio Monzó, a la casa de Sergio Massa en Tigre, los diputados Luciano Laspina, jefe de la comisión de Presupuesto (Pro), Diego Bossio (Justicialista) y Marcos Lavagna (FR) cerraron los aspectos técnicos de lo que ayer se convirtió en el dictamen de mayoría.
El Gobierno debió hacer algunas concesiones. Algunas de forma, como postergar la sesión prevista originalmente para mañana hasta el martes a fin de que los gobernadores del PJ, que serán recibidos este jueves por Frigerio y probablemente el presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada, puedan tener participación en el tema.
La intención del oficialismo es que ya con el dictamen de mayoría, los mandatarios y la Nación avancen en un consenso para el turno del Senado, donde el peronismo tiene el control total de la Cámara. En este sentido, serán determinantes los gestos que dé el Ejecutivo sobre el reclamo unánime de los gobernadores para que desde este año se empiece a devolver el 15% de la coparticipación que va a la Anses y el 1,9% que va a la Afip.
Un motivo no tan político que hizo también postergar la sesión del jueves al martes fue que los abogados de la Procuración del Tesoro no han terminado su dictamen sobre la conveniencia del acuerdo con los holdouts y el riesgo sobre posibles juicios futuros. Esto fue largamente pedido por el FpV pero también por el PJ no K. Sólo llegaron a manos de los legisladores los informes de los abogados norteamericanos que representan a la Argentina, que no son vinculantes y, encima, en inglés y sin traducir.
En términos legislativos, el macrismo también tuvo que aceptar cambios. El más importante tiene que ver con el artículo 6º que dispone el aval del Congreso al Ejecutivo para que emita nueva deuda.
El temor del PJ es que Macri inicie “una carrera alocada” hacia el sobreendeudamiento, por eso consiguió que en el ítem quedara la condición de que si se emiten bonos por más dinero del que demande el pago a los holdouts, este excedente deberá volver al Parlamento para que éste defina en qué se gastará (el Presupuesto 2016 ya contiene una autorización para tomar deuda por 37.000 millones de dólares y no es intención que estos avales se multipliquen). No se descarta que el martes el PJ no K logre precisar el monto global: no superaría los 12.000 millones de dólares.
Además, en el artículo 4º, el tándem Bossio-Lavagna introdujo un cambio para limitar las ofertas que el Estado hará a los holdouts que aún no aceptaron el acuerdo. A estos sólo se les podrá proponer la “oferta base” que incluye el 100% del capital y un 50% de éste en concepto de intereses. De este modo, el PJ quiere evitar que Hacienda pueda firmar convenios más ventajosos como el que recibieron los bonistas italianos o los fondos buitre, que incluyen pagos extra para costear juicios y honorarios.
Pero también el radicalismo, socio del macrismo en Cambiemos, metió cambios. Por propuesta del diputado Miguel Bazze se fijó un tope para las comisiones de los bancos que colocarán la nueva deuda, que no podrá superar el 0,2% del total emitido.
Los bloques del PJ no K firmaron el dictamen oficialista, que tuvo 43 firmas sobre 80, pero pusieron objeciones parciales. Algunos diputados pidieron cambios a la Ley de Administración Financiera para sacar los “súper-poderes” al Ejecutivo a la hora de manejar el Presupuesto. Pero el macrismo se negó a dar esta discusión en esta oportunidad.
El kirchnerismo presentó tres dictámenes, lo que evidenció la crisis interna del espacio. El primero fue redactado por Axel Kicillof y apoyado por el grueso del FpV. El segundo fue firmado por el aliado Carlos Heller (Partido Solidario). Ambos propusieron que el Estado ofrezca a los holdouts una alternativa similar a la del canje de deuda de 2005.
Aunque tanto Kicillof como Heller admitieron que esto será aceptado por los fondos buitre que tienen sentencia de la Justicia norteamericana, los legisladores K consideraron que sus propuestas achican el margen de que los acreedores que avalaron la reestructuración de la deuda, que son un 93%, puedan iniciar acciones legales contra el Estado por la derogación de la Ley Cerrojo.
La sorpresa la dio el sanjuanino José Luis Gioja, quien firmó un dictamen de minoría a favor del pago a los buitres aunque evitó sumarse a la movida de Cambiemos y del PJ no K.
Por otro lado, el FIT también presentó un dictamen en rechazo.
