El primer ministro indio, Manmohan Singh, anunció ayer su retirada de la política tras las elecciones previstas en mayo y llamó al heredero de la dinastía Gandhi, Rahul, a sucederle en caso de una victoria improbable del Partido del Congreso.
"En unos meses, después de las elecciones generales, entregaré el testigo a un nuevo primer ministro", independientemente del resultado de los comicios, dijo Singh en su primera conferencia de prensa en tres años.
Singh, de 81 años, ya había insinuado en el pasado que quería dejar su puesto a Rahul Gandhi, heredero de la dinastía que ha dominado la vida política india desde la independencia.
"Rahul Gandhi sería un excelente candidato. Espero que nuestro partido lo designe en su momento", dijo el primer ministro.
El Congreso, dirigido por la madre de Rahul, Sonia Gandhi, podría designar oficialmente su candidato al puesto de jefe del gobierno en la próxima reunión de la ejecutiva del partido, el 17 de enero.
"Un hombre sin consistencia"
A los 43 años, Rahul, bisnieto de Nehru y nieto de la primera ministra Indira Gandhi, asesinada en 1984, es la esperanza del partido desde el asesinato de su padre Rajiv, en 1991.
Durante mucho tiempo, este soltero de oro parecía que no iba a seguir la tradición de su ilustre familia, pero en enero de 2013 se convirtió al fin en el número dos del Partido del Congreso.
Discreto, elegante y deportista, Rahul estudió en Inglaterra y en Estados Unidos. Telegramas diplomáticos estadounidenses divulgados por Wikileaks le calificaban en 2004 de "hombre sin consistencia".
Según los sondeos, el Congreso tiene escasas posibilidades de ganar las elecciones previstas en mayo frente al partido de la oposición Bharatiya Janata Party, formación nacionalista hindú dirigida por Narendra Modi.
Manmohan Singh ha aprovechado su rueda de prensa para lanzar un ataque sin precedentes contra Narenda Modi, jefe del gobierno local del Estado de Gujarat (oeste).
Mori ha sido criticado por su polémico papel en las protestas religiosas de 2002, en las que 2.000 personas, principalmente musulmanes, murieron en Gujarat poco después de su llegada al poder.
"Para el país sería un desastre que Narendra Modi se convierta en primer ministro", dijo Singh. Modi no dio muestras de líder al "presidir la matanza de civiles", ironizó. Modi fue sobreseído en este caso pero una colaboradora a la que le confió una cartera ministerial fue condenada a 28 años de cárcel.
La economía se desacelera
Narendra Modi, de 64 años, ha centrado su campaña en la necesidad de crear un gobierno limpio y eficaz, en un intento de descalificar al Congreso, en el poder desde 2004.
La reputación que se labró Singh, en particular con las reformas que emprendió cuando era ministro de Finanzas en los años 1990, se ha visto socavada por un rosario de escándalos de corrupción, la desaceleración de la economía, pese a las políticas de su gobierno en favor de los más pobres, y la lentitud de las reformas. No obstante, el primer ministro ha defendido su política.
"En 2004, mi gobierno se comprometió en la vía de un 'new deal' para la India rural. Creo que hemos cumplido nuestra promesa", dijo Singh.
Asimismo, destacó, la economía ha crecido más durante sus dos mandatos que durante ningún otro periodo comparable en la historia de la India independiente (1947).
En el periodo 2012/2013, la economía del segundo país más poblado del mundo creció 5%, su tasa más baja de los diez últimos años. Pero para Singh lo que más cuenta es que "hemos tratado de que el crecimiento beneficie a más" indios que nunca, aunque la extrema pobreza sigue siendo un verdadero azote.