"Recién tuvimos una buena y larga conversación telefónica con Alberto Fernández. Él se comprometió a colaborar en todo lo posible para que este proceso electoral, y la incertidumbre política que genera, afecte lo menos posible a la economía de los argentinos. Se mostró con la vocación de intentar llevar tranquilidad a los mercados respecto a los riesgos de una eventual alternancia en el poder y quedamos en mantener una línea abierta directa entre los dos", dijo Macri en Twitter, tras conversar por teléfono con su rival.
De esta manera el Presidente finalmente dialogó con el candidato del Frente de Todos en su afán de ofrecer una señal de gobernabilidad, en momentos en que los empresarios, los sindicalistas, la dirigencia política y el electorado se preguntan si tendrá el combustible suficiente para mantenerse en el poder hasta la elección del 27 de octubre.
"El Presidente tiene que llegar al 10 de diciembre. Tenemos que hacer un esfuerzo todos los argentinos para no hacernos más esta pregunta. Hay que ayudarlo al Presidente en esta transición, que a él también le preocupa", dijo ayer Alberto Fernández en una conferencia de prensa dando por hecho que le ganará a Macri, lo que en general todos descuentan. Salvo en el Gobierno.
La charla telefónica fue la segunda señal de distensión que mostró Macri para intentar aplacar la tormenta financiera desatada tras su derrota electoral del domingo y el mensaje “en caliente” del lunes contra Fernández.
El Presidente salió temprano ayer, antes de que abrieran los mercados, a anunciar el paquete de medidas para llevar alivio a consumidores y pymes y, por el otro, a reconciliarse con el electorado, al que le pidió perdón por haber cuestionado el voto mayoritario a su rival, Alberto Fernández.
"Quiero pedirles disculpas por lo que dije en la conferencia de prensa, dudé de hacerla porque todavía estaba muy afectado por el resultado del domingo. Además, estaba sin dormir y triste por las consecuencias que tuvo en la economía", señaló en su mensaje, grabado en la Quinta de Olivos, de 8 minutos de duración.
El génesis de la charla
Tras finalizar esa grabaciónMacri tomó su teléfono y le envió un chat a Fernández vía WhatsApp: “Hablemos porque eso le hace muy bien al país”.
El candidato del Frente de Todos recibió el mensaje mientras daba clases en la Facultad de Derecho de la UBA y le respondió, un par de horas después, lo que dio lugar a una charla telefónica de casi 15 minutos, donde los rivales electorales establecieron una línea de comunicación que, según las fuentes al tanto de la charla en ambos campamentos, dijeron que ocurrió "en buenos términos". La conversación sucedió a las 14:30 del miércoles.
Por su parte, Alberto Fernández dijo que mantuvo un díalogo "cordial" con el Presidente y hasta comentó que le sugirió "algunas ideas globales" en materia económica, pero no quiso precisar esas ideas. "Eso queda entre el Presidente y yo; no soy quién para decirle qué es lo que tiene que hacer", se excusó.
Lo hizo en una conferencia de prensa desde sus oficinas en el barrio de San Telmo, horas después de hablar con Macri. Allí descartó que se vaya a reunir con el Presidente: "No hace falta que nos veamos, sino que tengamos un diálogo franco; yo no puedo hacer nada, no manejo el Estado".
"Yo le dije al Presidente 'llamame las veces que haga falta'", destacó asegurando que la charla fue "una muy buena forma de intentar llevar tranquilidad al país y a los mercados".
Pero insistió: "No tengo muchos puntos de acuerdo con el Presidente; el único acuerdo es la preocupación sobre lo que está pasando, pero la solución están en sus manos".
