“Alguien le tiene que avisar lo que está pasando” se escuchó en los pasillos de la Casa Rosada. Comenzaban ya a llegar los mensajes de textos, las llamadas, la información estaba confirmada: Cristina Kirchner estaba siendo en ese momento trasladada a la Fundación Favaloro nuevamente.
Pero Amado Boudou, a él se referían con el aviso, seguía hablando de que la Presidenta sólo estaba haciendo reposo. Fue ayer, en el primer día en el que el Vice reemplazó a la Presidenta en la Casa Rosada.
Es que el mensaje del Vicepresidente se contraponía con los hechos: “Ella (por la Presidenta) está tomando su descanso, que necesita. Y muchachos, por otro lado, que se merece de corazón por el esfuerzo que hace todos los días más allá de sus cuestiones personales”.
Boudou tenía la misión de traer tranquilidad y remarcó: “Esta etapa de 30 días es exactamente igual, no tiene ninguna cuestión de incertidumbre ni cuestión rara, ella está tomando su descanso, lo que ella pide es mantener la gestión y en eso nos van a encontrar a todo el equipo de la Presidenta, manteniendo la gestión”. Eran las doce y media y Cristina ya iba a esa hora rumbo a la clínica Favaloro, con todas las cámaras de TV siguiéndola de cerca.
Ayer por la mañana hubo intranquilidad en los pasillos de la Casa Rosada, preguntas en voz baja mientras se realizaba el segundo acto del Vicepresidente: “Él no sabe nada, le van a avisar cuando finalice el acto”, indicaron desde el entorno de Boudou. Después de la una de la tarde terminó la actividad oficial.
El movimiento en la Casa Rosada había empezado cerca de las 10 de la mañana. Muchos empleados sólo reiteraban: “Va a estar todo bien”. El Vicepresidente llegó puntual. Había expectativa por su rol institucional a cargo de la presidencia.
En la explanada de Casa de Gobierno estaba todo dispuesto: 20 camionetas como muestra de las 400 que se entregarían a Gendarmería. Boudou bajó las escaleras acompañado del jefe de gabinete Juan Abal Medina y el gobernador Daniel Scioli. Estuvieron también los candidatos bonaerenses del FPV Martín Insaurralde y Juliana Di Tullio.
