Primavera: “Esa oportunidad para resurgir”

En ClubHouse analizamos el fenómeno de la primavera como una forma de dar la bienvenida a lo nuevo y florecer.

Primavera: “Esa oportunidad para resurgir”
Primavera: “Esa oportunidad para resurgir”

Por Zulema Usach

La llegada de la nueva estación marca el pulso para renovar energías e ir en busca de actividades que colaboren con el bienestar físico, psíquico y espiritual. Humanismo, filosofía y Feng Shui, para dar la bienvenida a lo nuevo y florecer.

El tímido reverdecer de tallos entre ramas que de a poco cobran vida o el grato aleteo del colibrí que aparece en busca del néctar de alguna incipiente flor de nuestro jardín, son señales claras de que es momento de resurgir. En el exterior, el aire comienza a tornarse distinto y las secuelas del frío invierno van quedando atrás.

Es que lejos de pasar inadvertido para los seres humanos, este nuevo amanecer que llega con la primavera puede ser, para muchos, la excusa perfecta para equilibrar su mundo interior y proponerse la profunda meta de modelar sus energías de la manera más asertiva y enriquecedora posible. Al menos, iniciar el camino, desde el punto de partida que cada quien elija, es una oportunidad factible de hallar en aquellos pequeños acontecimientos cotidianos que en suma, aporten algo de armonía al día a día.

Florecer desde el interior

Así, las opciones desde un punto de vista práctico y material, pueden ser tan particulares como variadas: desde iniciar un nuevo plan de actividad física, renovar la vestimenta, hacer algunas modificaciones en el mobiliario o el decorado del hogar o, simplemente, comenzar a aprovechar al máximo las temperaturas agradables para disfrutar de una caminata, pueden ser actividades que sumen a ese bienestar tan buscado.

El secreto, en cada caso particular, será nada menos que ir en busca de aquello que encienda en el interior la chispa de la vida. Julieta Ibáñez (29), por ejemplo, es una de las mendocinas que, aprovechando la cercanía temporal con la estación donde la belleza renace, eligió empezar a desprenderse de todas las cosas materiales que no le hacían bien anímicamente. Y empezó por observar su armario. "Me di cuenta de que tenía muchas prendas que me deprimen, ya sea por el color, la textura o la forma. Así que decidí empezar a separar porque es la única forma de dejar entrar lo nuevo", confiesa la joven, que estudia arquitectura.

"Los ciclos naturales están en relación con lo que le ocurre a los seres humanos, puede haber personas que estén más apegadas que otras al devenir de las estaciones".

Desde un enfoque humanista, la psicoterapeuta Rebeca Randis analiza que, de hecho,  los ciclos naturales están en relación con lo que le ocurre a los seres humanos. Aunque hace la salvedad de que puede haber personas que estén más apegadas que otras al devenir de las estaciones. “Lo ideal sería estar en sintonía con la naturaleza aunque no siempre es así. Pero sí podemos proponer desde adentro un cambio de frecuencia con aquellos aspectos que nos sumen condimentos positivos”, aporta la especialista. Así, la primavera, al igual que el verano siempre es una buena oportunidad para ponerse en acción y dejar atrás el encierro invernal.

Este reverdecer que propone la nueva estación, dice la filósofa Alejandra Olaiz, guarda de manera intrínseca la idea de cambio. Inclusive, destaca la docente, a través de la historia de la Humanidad, las diferentes culturas han expresado este resurgir de diferentes maneras simbólicas.

El mito de la diosa griega Perséfone es un ejemplo de ello. Olaiz explica que la historia de Perséfone, hija de la diosa de la fertilidad y de Hades, personaje mitológico reinante en la oscuridad del inframundo, es una clara ilustración del arquetipo que representa uncambio necesario desde el interior del ser para alinearse con la naturaleza.

"Cuando cambiás tu ropa, por ejemplo, porque tenés el deseo de renovarte y sentirte bien, mostrás también un cambio interno", dice Olaiz y destaca que es muy habitual (y natural) que las personas -con la llegada de la primavera- tengas ganas de renovar sus energías. "Desde cambiar algunas cosas en la casa hasta embellecer el jardín. Todas son actividades que hacen bien, que reaniman el espíritu y colaboran a la renovación", considera la pensadora.

Energía vital

La alegría, por estos meses de transición hacia el verano es otro condimento que despierta en los corazones de muchas personas. Este estado de positividad interior también puede expresarse en el interior del hogar, para lograr el ansiado estado de armonía. En este sentido, la milenaria disciplina oriental del Feng Shui aporta y mucho. Dice Alejandro Sensi, especialista en la materia, que la primera pregunta que cada quién debe hacerse al momento de plantear cambios en su hogar es, nada menos que el por qué se desea ese cambio.

Así, el interrogante interior acerca del motivo por el cual se quiere modificar el entorno material en el que se habita, ayudará a abrir el camino para la renovación. "Es importante atender a situaciones de todos los días, a mi estado de ánimo cuando me levanto, si descanso lo suficiente o no y por qué, si me siento agobiado, etc. Todas esas preguntas harán descubrir qué cosas nos generan mala energía", aconseja como punto de partida el especialista en Feng Shui.

"La alegría, por estos meses de transición hacia el verano, es otro condimento que despierta en los corazones de muchas personas".

Lo importante, en todos los casos, es prestar atención a todo aquello que obstaculice el paso adecuado de la energía vital. Estos elementos pueden ser desde un mueble –o el exceso de ellos- una pintura, el color de las paredes, las cortinas, la existencia de muchas plantas o enredaderas en las paredes, la iluminación o el ruido ambiente. "Todo suma a tener más o menos circulación de energía", aclara Sensi y agrega que la medida de cualquier cambio debe ser el bienestar interior, en armonía con el exterior.

Las edades, creencias y características individuales de cada una de las personas que habitan el hogar, también son aspectos a considerar al momento de planificar mejoras desde la perspectiva de esta disciplina. "Hay casas que, por distintos motivos, están enfermas y no pueden ser habitadas", asegura Sensi y detalla que los casos más extremos son aquellas construcciones ubicadas en sitios donde hay mucha contaminación, la auditiva una de ellas.

Sensi destaca que es una realidad que la energía vital, la que da vida a cada ser que habita la Tierra, tiene cuatro facetas rotativas atadas a las estaciones. Así, mientras que el invierno está impregnado de quietud y silencio –representado en el elemento agua-, la primavera es el movimiento. "Es la energía de la naturaleza que empieza a moverse", resume.

Por eso, la necesidad de generar cambios y salir más, conectarse con otras cosas, explica Sensi e ilustra que la primavera -junto con el otoño- son estaciones de transición que abren paso a los dos polos opuestos, el verano y el invierno, cada uno con sus cargas energéticas particulares. Por eso, aclara, "de acuerdo a cómo queremos vivir el verano será lo que hagamos en la primavera".

El texto original de este artículo fue publicado en nuestra edición impresa de setiembre. Ingresá a la edición digital para leerlo igual que en el papel, haciendo click aquí

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