En la primaria hubo inédita cantidad de promedios 10

Este año se sacaron en base a las notas logradas de 1° a 6° grado y no se incluyó áreas desaprobadas ni años repetidos. Por eso, muchos egresaron por encima del 9,80. Especialistas recomiendan prestar más atención a los conocimientos que a la nota.

En la primaria hubo inédita cantidad de promedios 10
En la primaria hubo inédita cantidad de promedios 10

Los padres no tardaron en hacer oír su enojo cuando el último lunes, en la segunda instancia de las inscripciones para ingresar a la secundaria, miles de estudiantes mendocinos se quedaron sin banco en las escuelas que meses atrás habían elegido como opción para continuar sus estudios.

La explicación es que a diferencia de otros años, esta vez el promedio con el que llegaron muchos niños desde la primaria no bajó del 9,60. Así, los que habían tenido también notas privilegiadas -aunque más bajas- no tuvieron otra opción que seguir a la espera de un banco.

Pero mientras la Dirección General de Escuelas (DGE) avanza en la reubicación de los niños que no pudieron ingresar a los establecimientos elegidos por ellos, muchos se preguntan por qué este año hubo una gran cantidad de chicos cuyo promedio rondó el 10. La respuesta, aseguran quienes trabajan en el ámbito educativo, es multicausal.

En primer lugar, vale mencionar que este año el gobierno escolar decidió que la nota final con la cual se debían manejar los directivos de los colegios primarios se calculara en base al promedio general anual de primero a sexto grado. De allí, surgió un número entero con hasta dos decimales, tal como aparece en la circular emitida por la DGE, donde consta el instructivo de ingreso a primer año en 2013. Vale decir que hasta el año pasado, el promedio de cada alumno provenía de las notas logradas en los dos primeros trimestres de séptimo grado.

Desde el punto de vista de un docente de este último año del nivel primario de Maipú (que prefirió resguardar su nombre), otra de las causas que explica un exceso de notas medias demasiado auspiciosas tiene que ver con que la consigna ?bajada' desde las supervisiones de cada zona fue que en los casos en que los alumnos se hayan llevado áreas a diciembre, la única nota que se toma en cuenta es cuando el niño aprobó. De este modo, los puntajes más bajos no se incluyen en el promedio.

En la misma sintonía, en el caso de los repetidores, el sistema no computa los desaprobados. "Eso influye para que los números se eleven", explicó el mismo educador y recordó que durante los primeros años de escolarización (de primero a tercer grado) los niños suelen obtener buenas calificaciones y eso impacta directamente en el promedio, al mezclarse con las notas obtenidas durante los últimos años de la primaria.

Frente a esto, los docentes coinciden con los padres en que este cambio en la manera de calcular el promedio se notó mucho. "Nunca imaginé que hubiese tantos alumnos en la provincia con promedio de 9,80 a 10. Puedo decir que al menos había dos mil niños en esa situación sólo en esta escuela", comentó una mamá cuyo hijo había elegido como prioridad ingresar al Colegio Universitario Central (CUC). Al igual que tantos otros chicos de su edad, él superó el 9, pero así y todo se quedó fuera del orden de mérito.

Lo que no se modificó en relación a años anteriores fue la nómina de colegios que, por su prestigio y ubicación, suelen ser los más solicitados. Se incluyen aquí el Normal Tomás Godoy Cruz, Pablo Nogués, José Vicente Zapata, Emilio Civit, Adolfo Pérez Esquivel, Bernardo Houssay, Ernesto Pérez Cuesta y Bellas Artes.

Por eso, desde la DGE argumentaron que la situación generada el lunes pasado respondió a que una vez más la demanda fue demasiado alta en estos establecimientos. En el Normal, por ejemplo, hubo unas 90 vacantes y 600 alumnos que querían ingresar. En ese sentido, la subsecretaria de Educación, Mónica Soto, indicó que justamente se buscó hacer coincidir esta instancia de las inscripciones con los colegios dependientes de la Universidad Nacional de Cuyo para lograr reordenar a los niños en el sistema de la manera más ágil posible (ver aparte).

Notas altas, baja calidad

Para los especialistas en Educación, el hecho de que este año haya habido tantos estudiantes con promedios que rozaron el 10 no es una señal positiva. Ocurre que al hacer una panorámica del sistema educativo, los resultados son contrastantes, debido a que la calidad en el rendimiento disminuye notablemente en la secundaria.

Así, el número no se traduce luego en los conocimientos que los estudiantes demuestran dentro del aula. "Habría que ver si esos promedios tan altos son reales. Por otro lado, creo que no es el número a lo que debería apuntar el sujeto, sino más bien al nivel de saberes logrados", explicó Mónica Matilla, doctora en psicopedagogía y secretaria académica de la Facultad de Educación Elemental y Especial de la UNCuyo.

Desde su análisis, es muy importante tener en cuenta que un promedio de 8 es una muy buena nota, puesto que supera ampliamente lo requerido. Por eso, tradicionalmente esta calificación se ha tomado como media estimativa de la mayoría de los estudiantes, porque proviene del cálculo entre las calificaciones más bajas y las más altas. "Es hasta ficticio pensar que toda esta cantidad de niños rinde como un 10; esta nota, que es la máxima, siempre ha correspondido a la minoría", opinó la experta en educación.

Este desplazamiento hacia arriba en los promedios, sumado a una sobrevaloración social que existe en torno del 10 como símbolo del éxito, se suman como posibles causas de este auge de las altas calificaciones. La presión que viven a diario los docentes a la hora de calificar a los estudiantes y la escasa exigencia del sistema educativo también fueron mencionadas como posibles motivos.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA