Según la Sociedad Americana de Nutrición, la ingesta adecuada de leche y sus derivados en las diferentes etapas de la vida ayudaría a prevenir enfermedades crónicas como las cardiovasculares, el síndrome metabólico, el cáncer de colon o de vejiga, y la diabetes tipo 2.
Además, existe una asociación positiva entre la ingesta moderada de leche durante el embarazo y el peso del niño al nacer. Mientras que, durante la infancia, complementar la dieta habitual con productos lácteos "aumenta significativamente" el contenido mineral óseo, según informó diario Clarín.
Esas fueron las principales conclusiones de un informe publicado en la revista Advances in Nutrition, editada por la Sociedad Americana de Nutrición. El estudio consistió en una revisión sistemática de 14 artículos científicos sobre el papel de los lácteos en la salud y en la prevención de enfermedades crónicas, así como los efectos sobre el crecimiento, la osificación, la generación de masa magra, durante el embarazo o la lactancia.
Entre los descubrimientos de este trabajo también encontramos que una ingesta de leche y productos lácteos en personas de edad avanzada podría disminuir el riesgo de fragilidad y de sarcopeniao pérdida muscular.
Además, señaló que una mayor ingesta de productos lácteos no muestra una asociación clara con una disminución de la fractura osteoporótica total ni de fractura de cadera, pero sí con una disminución del riesgo de fractura vertebral.
La evidencia científica actual sugiere que el consumo de productos lácteos y del yogur estaría asociado con una disminución del riesgo de padecer diabetes tipo 2 y asociada a un menor riesgo de cáncer colorrectal y de vejiga, aunque no se encontraron asociaciones para el cáncer de próstata.
La ingesta total de lácteos bajos en grasas se asoció con un menor riesgo de padecer síndrome metabólico, apoyando que el consumo de productos lácteos no aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y que podría tener un efecto protector leve.
La leche y los productos lácteos contienen múltiples nutrientes y contribuyen a cubrir los requerimientos nutricionales de proteínas, calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, selenio, vitamina A, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico.
Sin embargo, el informe alerta que la ingesta de productos lácteos "está disminuyendo y alejándose del nivel aconsejado en muchos países", debido a que en la actualidad se están cuestionando los beneficios potenciales de la leche y los productos lácteos.
"La fortificación de productos lácteos con fitoesteroles y con ácidos grasos ω-3 podría ser una estrategia adecuada para mejorar biomarcadores del riesgo cardiometabólico", concluye la Universidad de Granada en un comunicado.