El paro general convocado para el próximo jueves por las centrales obreras que se oponen al Gobierno de Cristina Fernández, contará con la adhesión de la mayoría de los sindicatos mendocinos integrados en ambas CGT y en la CTA disidente y apunta a ser una jornada prácticamente sin actividad, similar a la última huelga del pasado 10 de abril.
Hasta el momento está asegurada la adhesión de los gremios de la Salud, de la Administración Central del Estado, de los trabajadores del petróleo, de las estaciones de servicio, de los empleados bancarios, de los gastronómicos, los camioneros y los transportistas.
También ha confirmado su participación en la huelga el poderoso Sipemon, sindicato que nuclea a los choferes de micros, lo que contribuirá a que la inactividad sea mayor aún, dado que dificultará el traslado de muchos mendocinos.
No adherirán los gremios nucleados en la CTA oficialista, por lo que el SUTE, los empleados legislativos y algunos sindicatos que compiten en Salud, Casino y la UNCuyo, no pararán.
Razones "políticas"
Las consultas a los referentes gremiales locales dejaron respuestas similares sobre los diversos motivos del paro. “El impuesto a las ganancias, la inflación, el creciente índice de desocupación”, fueron contestaciones recurrentes, aunque algunos agregaron temas sociales como “la inseguridad”.
La mayoría son motivos esgrimidos por los organizadores a nivel nacional, el camionero y jefe de la CGT Hugo Moyano, el gastronómico Luis Barrionuevo y el titular de la CTA disidente Pablo Micheli.
Desde el Ejecutivo provincial, también en coincidencia con lo que dice la Nación, tildaron de “político opositor” al paro. “Excepto por lo del impuesto a las Ganancias, se trata de un paro en contra del Gobierno”, destacó el jefe de Gabinete del Ministerio de Gobierno, Mauricio Guzmán.
Pero los gremios también han trasladado los reclamos al Gobierno mendocino, reclamándole a Francisco Pérez “que busque evitar el impuesto a las Ganancias”, como solicitó la líder de ATE Raquel Blas, que también pidió “que se actualicen los sueldos” estatales y “que se concursen los cargos” públicos, por nombrar sólo algunos.
"No importa si dicen que es un paro político, nosotros vemos cómo está la calle y la realidad de los trabajadores y no es buena", resaltó por su lado el jefe de la CGT local y titular de Sipemon , Rodolfo Calcagni, que le demandó a Pérez "políticas para mantener el empleo".
En igual sentido se manifestó el titular de la CGT disidente, Jorge Córdova, que se quejó por "la situación de los despidos encubiertos" que se están produciendo en la provincia.
Pérez aún no define acciones
El gabinete de Pérez todavía no define de qué manera afrontará la huelga del jueves.
Según Guzmán “el miércoles se dará una comunicación oficial”, pero se animó a adelantar que “seguramente estarán garantizados los servicios mínimos en Salud” y que se le pedirá a las concesionarias de micros que “funcionen con el mínimo necesario”. El funcionario aseguró que “se montará un operativo de seguridad para garantizar que los que quieran trabajar lo hagan” y también respetando el derecho a huelga.
El paro, como se anunció, será en todos los casos “sin asistencia a los lugares de trabajo” y en principio ningún sector tiene preparada ninguna movilización ni ningún corte. Sólo los integrantes de la CTA disidente, donde se ubica ATE, han preparado cortes para mañana al mediodía (en Colón y San Martín) y a la tarde (San Martín y Sarmiento), pero porque el reclamo de esta central será de 36 horas, empezando a las 12 del miércoles y terminando, como el resto de los gremios que paran, a las 24 del jueves.
Difícil panorama nacional
A nivel nacional, la medida de fuerza ya asoma como un fuerte golpe para la administración K. Es que debido a la adhesión de diferentes gremios estratégicos, el próximo jueves no habrá aviones, trenes, recolección de residuos, recarga de cajeros automáticos. Tampoco actividad en los bancos, estaciones de servicio. Del sector del transporte de pasajeros, anoche la duda seguía siendo qué hará la UTA. El sindicato de los colectiveros definirá hoy en un plenario su posición oficial, pero muchos consideran “improbable” que se terminen sumando al paro debido a las fuertes presiones de la Casa Rosada.
“Más allá de lo que haga la UTA, el paro va a ser exitoso igual”, aseguró anoche Hugo Moyano, secretario general de la CGT opositora. “El Gobierno está apretando a todo el mundo para que no pare, pero la gente va a parar igual. Y justamente por eso el paro tendrá muchísimo más valor”, completó el líder camionero.
Según diferentes versiones, la UTA está tironeado por sus compromisos con el Gobierno por el otorgamiento de subsidios que les permitieron a las empresas de ómnibus otorgar aumentos salariales a los choferes.
Más allá de lo que defina institucionalmente esta tarde el gremio, igual es altamente probable que el jueves escaseen, o directamente no haya, colectivos. Los trabajadores de algunas empresas advirtieron ayer que pararán pese a lo que decida el gremio. CC
