El debate sobre el presupuesto nacional 2019 más que centrarse en objetivos macroeconómicos, se está haciendo sobre la verosimilitud de los datos proyectados para el próximo año.
El nivel de actividad representado por el Producto Bruto Interno (PBI) en el presente año sufrirá una caída del 2,4%, este antecedente preanuncia para 2019 que la actividad económica se proyecta hacia una retracción del 0,5%. El gobierno nacional además conjetura una caída de la inversión del 9,7%, en el caso del consumo también visualiza una caída tanto en el consumo público como privado, del 3,4% y 1,6% respectivamente.
El documento elaborado por los funcionarios nacionales expone que el tipo de cambio nominal $/USD será de $ 40,10, y la inflación interanual a diciembre de 2019 del 23%.
A partir de la concepción teórica que la madre de todos los males de la economía argentina es la sucesión ininterrumpida de déficit fiscal, los estrategas económicos del macrismo proponen como objetivo básico el "déficit cero". Se debe resaltar que dicho déficit cero es sin tomar en cuenta el abultado pago de los intereses de la deuda.
El esquema propuesto es el camino hacia una profunda recesión económica, con impacto directo en la actividad productiva y el mercado laboral. La eventual aprobación del proyecto del presupuesto 2019, trae consigo una potencial inestabilidad social y política. Bajo ese escenario las opciones de continuidad del proyecto del partido gobernante se reducen a su mínima expresión.
Definida la no continuidad en el Banco Central del mejor exponente de la Premier League de la economía nacional, su sucesor esgrimió una estrategia de neto corte monetarista para enfrentar a una inflación que asume carácter de indomable. En primer término, se procede a absorber la mayor cantidad de pesos posibles, es decir secar la plaza de moneda nacional para evitar que se traslade a precios o al dólar. Este proceso se apoya en dos eventos sustanciales, desactivar las Letras del Banco Central (Lebac), para dar paso a las Letras de Liquidación (Leliq), con la salvedad que estas últimas solo podrán ser negociadas por las entidades bancarias ofreciéndoles una tasa atractiva para que los bancos opten por este nuevo instrumento financiero. Adicionalmente el BCRA eleva los encajes bancarios con el único fin de reducir la disponibilidad de pesos de los bancos.
Las Leliq y la inclusión de una banda cambiaria (precio del dólar con un piso y un techo de cotización fijado de antemano) parecen ser las únicas alternativas a ejecutar por los funcionarios del Banco Central, situación que origina el reinicio de la bicicleta financiera y preocupación por las consecuencias futuras de altas tasas de interés que elimina cualquier opción de inversión que no sea financiera.
Mendoza: presupuesto y perspectivas
A partir de la publicación del proyecto de presupuesto nacional, los funcionarios locales presentaron la proyección de ingresos y gastos para 2019. Una primera lectura de los valores expuestos permite identificar una sobreestimación de los ingresos tanto de origen provincial como nacional.
La caída de la inversión y del consumo planteada desde la Nación, daría lugar a una contracción de la actividad económica; dicha reducción vía menor compra de bienes y servicios por parte del Estado y privados, es el preámbulo de un desacople potencial en la recaudación de los Ingresos Brutos (principal tributo en la estructura de recursos de origen provincial). El incremento de este rubro de 2017 a 2018 se presupuestó en un 22,9%. Para 2019 (año con pronóstico de baja intensidad productiva-comercial, hasta fines del segundo trimestre), la recaudación se postula con una suba del 39,5%. Los datos vigentes y proyectados posibilitan argumentar que la mejora planteada en el monto de recaudación de Ingresos Brutos se aproxima a la categoría de optimismo sin reservas.
Por el lado de los egresos, la erogación en personal se estimó en $45.044,3 millones para todo 2018. Según la información emitida por la Tesorería General de la Provincia hasta agosto se desembolsó en concepto de egresos corriente-personal la suma de $ 27.019,5 millones equivalente al 60% de lo originalmente proyectado. En 2019 el monto asignado a personal es de $ 62.401,3 millones que representa un incremento del 38,5% respecto de 2018. El incremento del ítem personal para 2018 respecto de 2017 fue del 18,5% que literalmente será aplastado por una inflación interanual igual o superior al 45% para este año.
En este rubro las autoridades provinciales, al igual que las nacionales, procuran asignar al tema salarios la mayor carga del ajuste proyectado, con paritarias sensiblemente inferiores a la inflación y con cláusulas de ajuste sin poder efectivo para recuperar el poder de compra del salario.
Otro aspecto del análisis primario del presupuesto 2019 de Mendoza es la deuda provincial. Según la información suministrada, el Ministerio de Hacienda y Finanzas registra una partida de pago de intereses de la deuda para el año 2019 equivalente a $ 7.412,9 millones.
En su Informe de la deuda consolidada al 30/6/2018, el gobierno provincial expone para 2019 un cálculo anualizado del pago de intereses de la deuda por un monto de $ 5.867,9 millones, este importe incorpora el componente de deuda en moneda extranjera con una cotización promedio anual de $ 40 pesos por dólar.
Las estimaciones de las variables macroeconómicas a nivel nacional no han logrado consenso y ha dado origen a una fuerte disputa con la oposición en el Congreso, no solo por la discrepancia en los valores presentados sino también por la dirección política de las mismas.
Ante tal situación el oficialismo reacciona con la soberbia del empresario que toma una decisión argumentando que es el único camino posible de la realidad que lo circunda.
El Gobierno de Mendoza por su condición de aliado del poder a nivel nacional, y bajo una misma concepción de economía política, incorpora determinados datos del presupuesto nacional, cuya valuación no ha sido convalidada plenamente, lo cual impone baja fiabilidad a las proyecciones provinciales.
La combinación de un amesetamiento de la actividad económica y una fuerte restricción de fondos de origen nacional a las provincias, como elementos de coadyuva al déficit cero no parece ser la usina que otorgue garantías de éxito a los objetivos del presupuesto provincial.
El presupuesto 2019, tiene las características propias de una configuración contable para que las cuentas de ingresos y egresos generen confiabilidad, abandonando la concepción de escenarios económicos en base a antecedentes cuya medición otorga sustento a los supuestos implícitos en las variables económicas proyectadas.
La incompatibilidad de los datos de la economía real con el marco teórico y objetivos propuesto por el gobierno nacional no tardará en generar inconsistencia en el sistema económico, con resultado dispar para los grupos empresarios y consumidores.
La situación se sintetiza en una frase del economista John Maynard Keynes "El mercado puede permanecer irracional más tiempo del que usted puede permanecer solvente".