El Gobierno nacional confía en consensuar con las provincias los términos del proyecto de Presupuesto 2019 que tiene que presentar dentro de una semana al Congreso y que prevé un déficit fiscal cero.
La necesidad de un proyecto acordado es políticamente común al gobierno de Mauricio Macri como a los gobernadores oficialistas y opositores: se trata para la Casa Rosada de una señal hacia el exterior de gobernabilidad.
La hoja de ruta en ese sentido prevé para el martes próximo una reunión del Presidente y sus principales ministros con todos los gobernadores. "Es más que una foto", se aclaró: "Tenemos que mostrar que somos todos conscientes de las dificultades por las que atraviesa el país y la necesidad de dar una señal clara de que la Argentina está atacando el peor error, un Estado que gasta más de lo que recauda. En general, la gran mayoría de los gobernadores lo entienden así".
La confianza la hizo expresa ayer el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, después de casi dos horas de reunión en el Salón Sur con ministros y/o representantes de hacienda de las 24 provincias, menos Jujuy, La Rioja y San Luis, ausentes con aviso.
Aun cuando reconoció: "Quedaron algunas dudas sobre algunos números que veremos de manera bilateral los próximos días". En ese sentido pidió "que sean las provincias las que definan con mayor autonomía y mayores recursos cuáles son las mejores políticas para cada una".
Las dudas estarían referidas a cómo resolver la implementación de la transferencia a esas jurisdicciones del costo de la quita de los subsidios nacionales al transporte público.
Según la Nación, de los $ 100 mil millones que las provincias deben aportar al ajuste, $ 43 mil millones serían de esos subsidios y $ 26 mil millones del fondo de la soja ya eliminado por decreto presidencial. Los restantes $ 15 mil millones provendrían, en cambio, de los mayores recursos a partir de retenciones y eliminar exenciones.
Como parte de las últimas negociaciones, el ministro del Interior dijo también que hoy se les enviará a las provincias una “adenda al Consenso Fiscal” de fines del año pasado.
No quiso precisar su contenido, pero dejó entrever que estará referida a un diferimiento por un año de la implementación de la reducción de Sellos, aunque no sucederá lo mismo con Ingresos Brutos. "Hay posibilidad de postergar algunas de las reducciones impositivas, pero se mantendría la rebaja de Ingreso Brutos, un impuesto que afecta mucho a la competitividad".