Frente a la crisis económica en el país, comerciantes de algunos barrios del Oeste de Godoy Cruz financian sus negocios recurriendo a la "ayuda" de prestamistas colombianos. La modalidad también se registra en el capitalino paseo La Alameda, donde algunos empleados suelen salir de ocasionales apuros recurriendo a prestamistas del país del café.
Al tratarse de un negocio "informal", los protagonistas prefieren no hablar del asunto. Pero muchos sostienen que el capital puesto en juego tendría como origen otro negocio más oscuro: la venta de drogas.
"A veces los comerciantes tienen mucho fiado, no tienen efectivo en ese momento para pagar la mercadería que les llega y recurren a los colombianos", explicó una fuente consultada por Los Andes.
Lo llamativo del caso es que estos préstamos se pagan diariamente. En La Estanzuela y en el barrio Suárez, por ejemplo, un cobrador pasa todos los días por algunos almacenes, verdulerías o ferreterías cobrando el dinero que previamente se ha prestado.
“Si te atrasás un día, te cobran intereses; 100 o 120 pesos por cada día, según lo que te hayan prestado”, explicó un comerciante del Oeste godoycruceño.
Los silenciosos capitalistas "cafeteros" no le prestan dinero a todo el mundo: prefieren moverse por el boca a boca. Le prestan a un comerciante y éste les presenta a otro que se termina transformando en un nuevo cliente.
Entrega de garantías
Además, para ser cliente de los financistas colombianos hay que ofrecer garantías: firmar un documento o -lo que se prefiere- ofrecer en garantía algún elemento de valor como, por ejemplo, una heladera o una balanza. Se firma un papel de compra-venta que luego se destruye cuando se termina de pagar.
Si el préstamo supera el precio de un freezer o una heladera, las garantías ofrecidas pueden ser autos, motos o camionetas.
“En el barrio La Estanzuela hay como cuatro prestamistas y en el Suárez, dos. A este país viene cualquier extranjero y monta el negocio que quiere”, se quejó un trabajador independiente del Oeste de Godoy Cruz que conoce algunos secretos de la zona.
¡Efectivo ahora!
En números el negocio es así: por un préstamo de 15.000 pesos se debe pagar 25 cuotas diarias de 750 pesos, lo que representa un interés del 25% mensual.
Otro ejemplo: por un préstamo de 40.000 pesos hay que pagar una cuota diaria de 1.700 pesos durante 30 días.
Por lo general, el negocio se acuerda entre las partes. Lo cierto es que se complica cuando el cliente se atrasa y tiene que pagar intereses diarios por un monto fijo que varía, según el capital en juego, desde los 100 pesos en adelante.
“Una vez me comentaron que un flaco se compró un autito viejo para usarlo como un remís trucho. Le pidió dinero a tres colombianos. Ganaba como 1.500 pesos diarios y tenía que devolver 800. Eso sí, rezaba para que el auto no se le rompiera”, cuenta otro entrevistado.
El negocio de los prestamistas colombianos también se conoce en La Alameda, donde algunos empleados de la zona recurren al sistema de pago diario.
“No se sabe si los colombianos le copiaron el método a algunos comerciantes que venden electrodomésticos en cuotas diarias o si los comerciantes le copiaron a los prestamistas”, comentaron desde La Alameda.