Presos de un penal de máxima seguridad del estado brasileño de Sergipe liberaron ayer a los más de 120 rehenes que tomaron en la víspera y levantaron el motín, informaron las autoridades.
"La rebelión terminó. Se liberaron a los agentes y también a todos los familiares que estaban dentro", dijo Marinho Tibas, portavoz de la secretaría de Justicia de Sergipe.
"Finalmente se contabilizaron 127 familiares -15 de ellos niños- y cuatro agentes de seguridad. Todo vuelve a la normalidad", explicó el portavoz.
Los presos amotinados demandaban el traslado de algunos de los reos a otros penales así como flexibilidad en las visitas y una mejora en el trato.
El motín en el penal Advogado Jacinto Filho, ubicado en la ciudad de Aracaju, se levantó después de un día y tras intensas negociaciones, aunque "en un clima de tranquilidad", dijo Tibas. Los rehenes pasaron por un examen médico.
Antes de la liberación total, los presos ya habían dejado ir a uno de los cuatro agentes. Según información de prensa, este se encontraba herido.
Como parte de las negociaciones, 16 presos sentenciados consiguieron ser trasladados a otro establecimiento penitenciario, dijeron las autoridades. Por tratarse de un penal de máxima seguridad, no entra comida de fuera, el baño de sol es muy limitado y tampoco tienen acceso a teléfono celular.
El incidente ocurre a 25 días del inicio de la Copa del Mundo y en medio de una lluvia de protestas por reivindicaciones salariales y oposición a los altos costos que demanda el Mundial (12 de junio al 13 de julio), aunque Sergipe no recibe a ningún partido del torneo.
Un motín similar ocurrió hace dos años en el mismo establecimiento penitenciario y también se resolvió en un día.