El preso que el viernes pasado violó su salida transitoria tras romper la pulsera electrónica, a través de la cual era monitoreado, en Las Heras se entregó ayer embarrado y lastimado tras haberse ocultado en el campo. Les dijo a los policías que lo arrestaron que estaba amenazado de muerte.
Carlos Adrián González Brizuela rompió la tobillera el viernes pasado y dejó su casa del barrio Santa Teresita de Las Heras. Cumple condena por homicidio y por tentativa de homicidio, entre otros hechos, y gozaba del beneficio de salidas transitorias los fines de semana aunque su condena expira en 2019.
Luego de que el sistema informático revelara la fuga, los detectives de la División Búsqueda de Prófugos se pusieron a trabajar para recapturarlo.
Ayer por la tarde, la Policía recibió un llamado telefónico. La madre del reo, que estaba alojado en el penal de Boulogne Sur Mer, les indicó a los pesquisas que su hijo se entregaría en el mismo barrio de donde había escapado. Y fijó un punto de encuentro: la esquina de Álvarez Condarco y Libertad del departamento norteño.
Cuando los uniformados se dirigieron al lugar, efectivamente dieron con el fugado. "Estaba todo embarrado porque se había escondido en el campo. Tuvo que ser asistido por un médico porque tenía los pies lastimados, con ampollas y espinas", indicó a Los Andes un investigador cercano al caso.
"Estaba todo embarrado porque se había escondido en el campo"
González Brizuela explicó a los sabuesos que había optado por fugarse ya que él y su familia habían sido amenazados de muerte. Dijo que fue llevado a declarar a favor de "La Yaqui" Vargas en el debate que se sigue en contra de la sindicada líder narco y su familia. "Sabía que cuando volviera al penal iba a tener represalias de los internos que están en contra de Vargas", soltó un pesquisa.
González Brizuela estaba alojado en el pabellón de "refugiados" de la cárcel más antigua de la provincia. Allí cumplen condena los homosexuales y sentenciados por abusos sexuales.
Antes de entregarse, el fugado pidió garantías tras haber recibido amenazas contundentes. Por eso, en lugar de volver a su celda en Boulogne Sur Mer, será trasladado al penal de San Rafael, según adelantaron los pesquisas, para que no tenga contacto ni con presos vinculados al clan de Jaquelina Vargas ni con los enemigos de esa familia.