Gimnasia saldrá esta tarde, a las 16, al Juan Domingo Perón, no sólo para quebrantar a Instituto y sino que también para echar por tierra dos rachas que lo atormentan en la previa: ocho encuentros sin perder de La Gloria desde la llegada del Chulo Rivoira a la conducción técnica y esas nueve fechas consecutivos sin cantar victoria en el Víctor Legrotaglie (ocho derrotas y un empate en los que marcó sólo cuatro goles y recibió 19).
Junto a Chacarita, son los dos equipos de peor campaña fuera de casa, aunque lo del Funebrero es aún más flojo (sacó cuatro puntos sobre 36 posibles mientras que el Lobo sumó la misma cantidad de unidades pero sobre 30 posibles). Dirán que las estadísticas no juegan, que cada partido se escribe una nueva historia, pero de pesar; pesan.
Hacen ruido, dan vuelta en la cabeza de cuerpo técnico y futbolistas, no pasan inadvertidas. Aunque también Gimnasia sabe que de actuaciones que rozaron el papelón en condición de visitante fue pasando de a poco a hacer partidos más equitativos y las dos últimas presentaciones en Santiago del Estero y Tucumán fueron de alto vuelo, donde impuso condiciones y dejó imagen de 'equipo a respetar'.
Por eso, pese a que terminaron en derrota, el Lobo sabe que tiene que repetir en un 90% lo hecho ante Central Córdoba y Atlético. Lo cual por sí solo no es una empresa menor. El 10% restante es lo que debe cambiar: la efectividad. Las bajas a las que deberá sobreponerse esta tarde es otro dolor de cabeza.
Sergio Oga y Marcelo Carrizo, sobre todo, se han convertido en futbolistas clave en el andamiaje del equipo y, al igual que ante Brown de Puerto Madryn, nuevamente se quedarán afuera. A ellos, se les suma ahora Gerardo Corvalán (expulsado el miércoles). Federico Pomba será quien se acomode como lateral derecho cuando defienda el Lobo y hará las veces de stopper cuando el Mensana tenga la pelota para que Fredrich se sume a la línea de volantes. El resto, será el mismo once que venció a La Banda.
Por el lado del local, mientras, Héctor Rivoira le cambió la cara. Suma ocho encuentros sin derrotas (cinco victorias y tres empates), viene de conseguir una victoria de visitantes en Corrientes con un hombre menos, tras la expulsión de Jonathan Bauman a los 34 minutos de la primera parte.
Para enfrentar a los mendocinos, el entrenador dispuso de dos variantes respecto al equipo derrotó a Boca: Jonathan Hereñú y Pablo Soda en lugar de Julián Illanes y Jonathan Bauman.