El gobernador Alberto Weretilneck y el senador Miguel Pichetto estuvieron ayer en esta ciudad con un solo propósito: convencer al intendente kirchnerista Omar Goye de que deje por las buenas su cargo. Si Goye se resiste, harán que lo abandone por las malas.
Un allegado a Pichetto aseguró que el senador actúa "por orden expresa de la presidenta Cristina Fernández". La mandataria considera a Goye el principal responsable de los saqueos del 20 de diciembre en esa ciudad, que luego se expandieron a lo largo del país. Cristina recibió al senador y al gobernador -rivales en la interna del PJ rionegrino- tras los saqueos para quejarse por la situación.
Weretilneck y Pichetto no se anduvieron con chiquitas durante la reunión que mantuvieron con Goye en el salón VIP del aeropuerto. Si Goye no renuncia a la intendencia dejarán de llegar fondos de Nación y la provincia (una parte de ellos usados para pagar sueldos y aguinaldos) y se suspenderán las obras prometidas a la ciudad por más de 200 millones de pesos que incluyen caminos y una planta depuradora.
"Le pedimos al intendente que analice la posibilidad de dejar el cargo", dijo Weretilneck sin tapujos a la prensa al finalizar la reunión. En los círculos íntimos del gobernador no es un secreto que éste nunca soportó la idea de tener a un político con prontuario de estafas al mando de Bariloche. Por su lado, el senador Pichetto agregó: "No tenemos imposiciones nacionales, eso descártenlo. Somos hombres comprometidos con la provincia y tenemos una evaluación de lo sucedido". Pichetto remató con una frase que no deja espacio a dudas: "(Goye) no puede arrastrar a Bariloche en su aislamiento".
Un comunicado de la gobernación aseguró que Goye iba a emplear unos días para tomar una decisión. "Se comprometió a evaluar las alternativas", agrega. Pero el intendente tiene una idea distinta de su futuro. "No voy a renunciar", aseguró Goye a un medio local. En tanto que a sus cercanos les advirtió que a él sólo lo sacarán "con las patas para adelante".
Los dos políticos que durante el año mantuvieron profundas diferencias se muestran ahora unidos por una misma causa. Ambos mantuvieron en un hotel del centro otra reunión clave con la presidenta del Concejo Deliberante, María Eugenia Martini (FpV), quien debería asumir transitoriamente en caso de que Goye decline. Martini tiene un trato habitual con Pichetto y es amiga de la familia Soria (especialmente de Martín Soria, hijo del fallecido ex gobernador Carlos).
El espacio de maniobra del intendente es reducido. Las arcas de la ciudad están agotadas puesto que la mayor parte del presupuesto se destina a sueldos. Para funcionar, Bariloche necesita de las inyecciones de dinero que le envían provincia y Nación a través de distintos fondos. Una de las mayores preocupaciones de Goye es qué ocurrirá con los planes sociales que contienen malamente el ánimo de miles de vecinos del barrio El Alto, donde se gestaron los saqueos. Si se suspenden las partidas de efectivo el intendente se encontrará al borde de una nueva explosión social.
"Queremos trabajo, es lo único que pedimos a Goye y Weretilneck. Somos mujeres que necesitan alimentar a sus familias", dijo un grupo de mujeres autodenominado Frente de Mujeres por un Trabajo Digno, que se reunió frente al municipio. A pocos metros varias agrupaciones, entre ellas la polémica "1° de Mayo", acampan desde hace una semana. Son alrededor de 300 personas en el Centro Cívico. "Goye salió a esta misma plaza y prometió planes sociales y puestos de trabajo. Ahora alguien tiene que responder porque la situación en muy mala en los barrios", afirmó uno de los manifestantes.