El Reino Unido aumentó su presión sobre Irán para lograr la rápida liberación del buque petrolero capturado en el estrecho de Ormuz, mientras varias potencias mundiales y la Unión Europea hicieron firmes llamados a bajar la tensión en el Golfo Pérsico, y Teherán explicó que la nave no respetó las normas de navegación.
El ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, convocó al encargado de negocios iraní en Londres, Mohsen Omid Zamani, para presentar una protesta formal tras la captura del petrolero Stena Impero.
Hunt había expresado el viernes su preocupación por el incidente y advirtió a Teherán que el camino que ha elegido es "peligroso", una posición que ayer avalaron Alemania y Francia, cuyos gobiernos exigieron la pronta liberación del petrolero, igual que España, y llamaron a evitar una escalada de tensiones en el Golfo Pérsico.
“Nos provocó una gran preocupación la noticia sobre la detención del petrolero británico por las autoridades iraníes. Esa acción perjudica la distensión en el golfo Pérsico, por lo que la condenamos firmemente y expresamos nuestra solidaridad con Reino Unido”, expresó la cancillería francesa a través de un comunicado.
En tanto, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Alemán dijo: “Instamos a Irán a liberar el buque británico y su tripulación inmediatamente”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condenó el incidente en el golfo Pérsico y llamó a desconfiar de Teherán. "Todo esto demuestra lo que estoy diciendo sobre Irán. Dan problemas, solo dan problemas. El acuerdo nuclear fue ridículo, esto les demuestra que yo tenía razón sobre Irán", expresó.
Referentes iraníes, por su parte, explicaron que la captura del petrolero británico en aguas del estrecho de Ormuz fue una represalia por la detención del buque iraní Grace 1 en Gibraltar, dos semanas atrás, mientras el ministro de Exteriores de la república islámica, Mohamad Yavad Zarif, exigió al Reino Unido que deje de ser "cómplice" de las sanciones de Estados Unidos contra su país.
Acusación
"El Reino Unido debe dejar de ser cómplice del terrorismo económico de Estados Unidos", escribió en Twitter Zarif en referencia a las sanciones impuestas por Washington a Teherán tras romper el acuerdo nuclear de 2015.
Pero, además, Zarif le comunicó por teléfono a su par Hunt que el proceso de detención del petrolero deberá “cumplir su recorrido legal” antes de que se decida una posible liberación, según declaraciones recogidas por la agencia iraní ISNA.
El petrolero británico Stena Impero y sus 23 tripulantes fueron capturados ayer en el estrecho de Ormuz, el pasillo que une el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y por el que pasa un quinto del crudo que se comercializa a nivel mundial.
Los rastreadores marítimos muestran que se dirigía hacia un puerto en Arabia Saudita. El barco está atracado en el puerto de la ciudad iraní de Bandar Abas, capital de la provincia meridional de Hormozgan.
El vocero de la Guardia Revolucionaria, Ramezan Sharif, explicó que el "Stena Impero" apagó su localizador GPS, entró en el estrecho de Ormuz por la vía de salida e ignoró "los avisos" de la Fuerza Naval.
Denunció también que un buque de guerra británico “escoltaba” al petrolero e intentó impedir el viernes la captura con “resistencia”.
Londres advirtió ayer que podría haber "graves consecuencias" si la situación no se resuelve pronto, aunque aclaró que no está considerando opciones militares.
Alemania, Francia y España, por su parte, condenaron la captura del barco y alertaron del peligro de otra escalada de tensión.
En tanto, voceros de los poderosos consejos iraníes aseguraron que no van a retroceder.
Reacción
"No buscamos la guerra pero no retrocederemos ni un milímetro para tomar medidas de represalia, ya sea contra Sadam (Husein), (Donald) Trump o la Reina (Isabel)", escribió en Twitter el secretario del Consejo de Discernimiento de Irán, Mohsen Rezai.
En esa misma línea, el vocero del Consejo de los Guardianes, Abbas Ali Kadkhodaei, subrayó que "la regla de acciones recíprocas es bien conocida en el derecho internacional" y que Irán solo está tomando medidas para enfrentar la guerra económica y la incautación de su petróleo".
El 4 de julio, la marina británica capturó el petrolero iraní Grace 1 en Gibraltar, un territorio de ultramar situado en la costa sur de España, con una valiosa carga.
Londres aseguró que el buque sería liberado si Irán pudiera probar que no estaba transportando crudo a Siria, algo que infringiría las sanciones de la Unión Europea contra el país árabe. Sin embargo, un tribunal de Gibraltar extendió por otros 30 días la detención del Grace 1, que opera con bandera panameña.
El clima de tensión comenzó a elevarse en mayo, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el envío de portaaviones y tropas adicionales a la región, en respuesta a supuestas amenazas iraníes.
Pero la polémica había comenzado el año pasado con la decisión del mandatario estadounidense de abandonar el acuerdo nuclear firmado por el G5+1 e Irán en 2015 e imponer sanciones económicas contra la nación persa.
Teherán ha presionado a los demás socios del acuerdo (Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania) para que hallen la manera del burlar las sanciones, que están estrangulando a la economía iraní.
En las últimas semanas, seis buques petroleros fueron atacados en el estrecho de Ormuz, hechos por los que Estados Unidos ha acusado a Irán.
British Airways suspende sus vuelos
Como "medida de precaución" por la creciente tensión con Irán, la aerolínea británica British Airways decidió suspender por siete días sus vuelos a El Cairo. "Estamos revisando constantemente nuestros protocolos de seguridad en nuestros aeropuertos de todo el mundo y hemos decidido suspender durante siete días los vuelos a El Cairo como precaución con vistas a una nueva evaluación", anunció la empresa a través de un comunicado.