El presidente de Aerolíneas Argentinas, Luis Malvido, se refirió al presente de Aerolíneas Argentinas, una empresa que hoy compite con aerolíneas de bajo costo, y para ello tiene que ofrecer un servicio diferencial, sumar opciones de negocios y competir con nuevos destinos.
La devaluación los afectó, y de un día para otro Malvido explicó que vieron cómo el déficit proyectado para fin de año se incrementaba en u$s100 millones, pero asegura que con los planes que vienen ejecutando desde hace casi cuatro años se ha logrado reducir significativamente el mismo. En este contexto apuntó que sería un error dar marcha atrás con la “política de cielos abiertos”, tal y como señaló el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández.
-¿Desde agosto hasta la fecha cambió el escenario para Aerolíneas?
-La devaluación afectó nuestra capacidad de generar dólares, y nuestros principales costos están en dólares (combustible principalmente), y nuestro foco está puesto en la capacidad de ser más eficientes como compañía. De los 200 millones de dólares de déficit que calculamos a principios de año hoy estamos en alrededor de 300 millones de dólares.
-¿En qué consiste ser más competitivos?
-La principal iniciativa de Aerolíneas es Aerolíneas Plus, que tiene que ver con los beneficios del programa de acumulación de millas, junto con nuestros socios (YPF entre ellos), que permite que para el pasajero un viaje termine saliendo menos e incluso gratis. Pese a la devaluación, gracias al programa logramos duplicar los canjes de pasajes por millas y aumentar en u$s 90 millones nuestros ingresos.
Eso se traduce en pasajes gratis y en un aumento de asientos canjeados del 1% al 7%.
En segundo lugar, tenemos el servicio de cargas de Aerolíneas que permite el “puerta a puerta” desde Miami a cualquier punto del país al que viajemos.
-¿Cuánto cuesta ese servicio?
-El costo es por peso y por volumen e incluye el pago de los aranceles que realiza Aerolíneas, pero por poner un ejemplo, permite comprar una laptop (que no tiene aranceles) por un mínimo costo logístico. Así, una laptop de u$s 1.000 puede tener un costo de traslado de u$s 50.
También tenemos el “puerta a puerta nacional” que permite que cualquiera pueda enviar un paquete dentro del país, o realizar compras online con los servicios que tenemos acuerdo y el destinatario lo reciba directamente en su casa. Digitalizamos el servicio desde la App de aerolíneas y ocupamos espacio en bodega que antes era capacidad ociosa.
Además, estamos desarrollando un servicio de venta de paquetes turísticos, tenemos más de 20 oficinas en el interior del país y hoy somos parte de la venta de paquetes con otras agencias, pero creemos que tenemos el potencial de ofrecer nuestro propio servicio.
Todos estos servicios van a generar u$s 320 millones adicionales para 2020, no es todo dinero incremental porque ya venimos ofreciendo algunos de ellos, pero se trata de superar ampliamente los u$s 120 millones que generamos adicionalmente en 2018.
Y un último punto tiene que ver con las prestaciones de servicios a terceros, en la medida en que vayamos liberando capacidad, ofrecer servicios en nuestros hangares y aumentar la productividad de nuestros técnicos. Apuntamos a Brasil y a Europa, pero sabemos que tenemos posibilidades con Bolivia y dentro del propio país, con otras aerolíneas.
-¿Las Low Cost terminaron siendo una amenaza para Aerolíneas?
-Cada uno tiene que tener claro el segmento al que apunta. Seguimos siendo la mejor alternativa para el pasajero frecuente, porque somos una empresa con índices de puntualidad de nivel internacional, y la que mayor frecuencias y destinos tiene en el país.
En Mendoza para el verano (de diciembre a febrero) vamos a disponer de 234.454 asientos, que significan 80 frecuencias semanales o más de 10 frecuencias diarias para viajar a Mendoza, Buenos Aires, Córdoba, Neuquén, Comodoro Rivadavia, Rosario, Salta y Mar del Plata.
El precio del pasaje dependerá de la anticipación con la que se saquen, recomendamos que, si se trata de una vacación familiar y ya está proyectada, los pasajeros se anticipen. En seis meses un pasaje puede subir 10 veces.
Pero además de la anticipación contamos con cuotas entre 3 y 6 para esos destinos y Ahora 12 (ocasionalmente).
-¿La crisis hizo que mermara la cantidad de pasajeros?
-Te respondo de otra manera, porque estamos vendiendo una buena cantidad de pasajes gracias a la financiación que ofrecemos, pero sí es cierto que octubre tenía que ser nuestro mejor mes, o récord, y no lo está siendo.
En balance, entre enero y septiembre hemos vendido 7.516.000 pasajes contra 5.441.000 en el mismo periodo de 2015.
Además, Aerolíneas lleva pasajeros, pero también traje desde el exterior, y actualmente estamos transportando 50.000 extranjeros por mes y 600 mil por año. Y si consideramos que cada extranjero gasta u$s 1.000 en el país (promedio durante su estadía), estamos contribuyendo a toda la economía.
Entre todas las aerolíneas en los primeros 9 meses del año llegaron 39.506 extranjeros en 2015 y en 2019 el número creció un 132% a 91.719 pasajeros. El crecimiento de la provincia estuvo por encima del nacional (26%), con un total de 1.970.000 pasajeros.
-¿Un cambio en el Gobierno supone un cambio para Aerolíneas?
-Es difícil saberlo, por declaraciones del candidato del Frente de Todos, que dijo que “el cielo va a volver a ser de Aerolíneas” (el postulante opositor consideró a principios de octubre que "la política de cielos abiertos no le ha hecho bien a Aerolíneas, porque las low cost terminan yendo a destinos rentables y Aerolíneas se tiene que hacer cargo de los lugares no rentables", según consignó El Cronista). Pero eso va a contramano de un sistema que incrementó en nueve meses un 61% su actividad y que hizo que muchos argentinos volaran por primera vez o que pudieran volar más.
La política de cielos abiertos achica el país que no puede conectarse sólo por ómnibus. Aerolíneas no ha perdido lugar en el cielo, ha logrado achicar su déficit (de 900 millones de dólares iniciales) a pesar de que hay tres nuevas competidoras de bajo precio.
Perfil
Luis Malvido preside Aerolíneas Argentinas desde agosto de 2018. Es ingeniero industrial, graduado en el Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), posee posgrados otorgados por el IESE de Madrid, en IDEA y en el propio ITBA en Buenos Aires.