El Foro Económico Mundial, también llamado Foro de Davos, por la ciudad suiza en la que celebra su Asamblea Anual, es una fundación sin fines de lucro con sede en Ginebra. Fue fundado en 1971 por Klaus Schwab profesor de economía de Suiza. Además de la conocida Asamblea Anual, realiza reuniones regionales, produce una serie de informes de investigación y otras actividades. Está financiado por un millar de empresas socias o miembros. La Fundación invita, gratuitamente, a dirigentes, intelectuales y periodistas. Este año han participado 2.500 personas provenientes de 100 países, alrededor de 40 jefes de Estado, CEO’s de las más importantes empresas del mundo y 250 periodistas de los medios más destacados del planeta. Es considerado uno de los eventos, económico y político, más relevantes del mundo. Ésta ha sido su 46ª Asamblea Anual.
El Foro se realiza todos los años en enero bajo un lema. Este año ha sido: “El dominio de la Cuarta Revolución Industrial”. Es un escenario ideal para explicar la política del país, dialogar con los líderes públicos y privados, generar confianza y previsibilidad, indispensables para lograr inversiones.
Había una gran expectativa por la presencia de Argentina encabezada por el Presidente de la Nación. Los resultados han sido auspiciosos.
En tres días las autoridades han realizado contactos y reuniones con funcionarios de los principales países, con los representantes de las empresas más importantes del mundo. Decenas de reuniones de una agenda bien organizada han permitido en pocos días concretar una presencia en el mundo que de otra manera lleva meses o años. Además de las reuniones del Presidente y sus ministros, estos y el presidente del Banco Central desarrollaron las suyas igualmente intensas. También una agenda de entrevistas y conferencias de prensa con periodistas de los medios más importantes del mundo han contribuido a modificar sustancialmente la imagen del país, tan lamentablemente estropeada en los años anteriores.
A título de ejemplo digamos que el Presidente se reunió con el vicepresidente de EEUU, Joe Biden; con el primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron; con el Presidente de México, Enrique Peña Nieto; con el primer ministro israelí, B. Netanyahu; con la reina de Holanda, Máxima; con los mandatarios de Francia, Irlanda, Suiza. Importantes fueron las reuniones de los ministros con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y con el secretario del Tesoro del mismo país. Lo mismo debe decirse de la participación del presidente del Central en una reunión de gran cantidad de países.
En todos los casos se advierte un nuevo clima para nuestro país, más favorable, más comprensivo. No es difícil encontrar señales de algo así como “por fin la Argentina vuelve a la normalidad”.
Por cierto no debe esperarse que de la noche a la mañana lluevan inversiones extranjeras; aunque modestas, ha habido anuncios concretos. Además de otros que se produjeron localmente, como empresas extranjeras que decidieron invertir los fondos que tenían bloqueados en lugar de remitirlos a sus casas matrices. Hay otras señales muy importantes como la vuelta a la relación con el FMI, la confirmación de la voluntad de arreglar el litigio con los holdout, reflotar la solicitud de ingreso a Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). La Canciller tuvo reuniones para acelerar el acuerdo Mercosur-UE. Sin duda la asistencia al Foro ha sido una buena acción del nuevo gobierno argentino.
