Presas que viven junto a sus niños

Un sector de la ex Colonia 20 de Junio es habitado por madres e hijos. Mantener el vínculo y que la etapa de cárcel cause el mínimo impacto en el menor es uno de los objetivos.

Presas que viven junto a sus niños

La amplia habitación está dividida en 9 sectores, separados entre sí por paredes de durlock que si bien son altas, no alcanzan a tocar el techo -donde lucen dibujadas varias nubes pintadas de azul y violeta-.

En cada bloque, hay una cama individual y una cuna de madera a su lado, esta última con frazadas que tienen dibujos de Disney y varios juguetes y muñecos. Allí duermen 8 mujeres, 6 de ellas con sus pequeños hijos (ninguno por encima de los 4 años), y 2 futuras mamás que ya superan el octavo mes de embarazo.

"No es lo mismo que en nuestra casa, siempre va a ser mejor el hogar. Pero podemos dormir y despertarnos con ellos, puedo estar con mi hijo y criarlo estando tranquila. La crianza no pasa por donde vive un niño, sino por quién lo acompaña. Y la contención y el amor que le da una madre no lo puede dar otra persona", relató con humildad y simpleza una de las mujeres que transcurre sus días junto a su hijo que todavía no cumple 2 años en el interior del Régimen Abierto de Mujeres (RAM), situado en calle Armani al 1.800 donde funcionara la ex Colonia 20 de junio.

En esta alcaidía actualmente hay 18 mujeres que están privadas de su libertad, cumpliendo distintas condenas. Además de las 8 ya mencionadas, hay una decena de internas que -aunque no son madres- están en etapa de salidas transitorias o gozando de beneficios vinculados a que están en la etapa final del cumplimiento de su pena.

"Hace 4 años se está trabajando en el lugar con madres que están entre el octavo mes de embarazo y que tienen hijos de hasta 4 años. Quienes están en esta situación, son derivadas desde la Unidad 3 (El Borbollón) y están acá durante este tiempo. Una vez que el chico cumple los 4 años, si la interna no entra en ningún beneficio, ella vuelve a la Unidad 3 y el niño egresa", destacó el director del Servicio de Alcaidías, Leonardo Musolino, quien explicó que anteriormente el predio estaba reservado únicamente para mujeres que estaban en una etapa de semilibertad.

"La idea es conseguir otro lugar al que puedan ir aquellas mujeres con esos beneficios, y que este quede para las madres. En el mismo predio está el jardín para los chicos (Rinconcito de Avome), hay un microhospital a 200 metros y un multiespacio con 2 docentes y un equipo de Niñez, género y diversidad", destacó María Luisa "Marilú" Rojo, jefa penitenciaria del RAM.

"Hace 2 años y medio estamos trabajando con el tema de maternidad y con el objetivo de garantizar los derechos de los chicos", agregó por su parte la jefa del área de Niñez, género y diversidad, María Laura Lemos.

De los dos 2 docentes, uno es de la Dirección General de Escuelas y el otro corresponde al servicio penitenciario y están al frente de los distintos talleres.

"Los chicos no tienen la culpa de lo que hicieron las madres, eso es una realidad. Y la idea era buscarles a ellos un espacio donde no respiraran encierro o cárcel y se les brindara amparo", coincidieron los especialistas.

Amor de madre

Desde que comenzó a funcionar como un espacio para que las madres privadas de la libertad puedan permanecer y compartir con sus hijos durante sus primeros años de vida, por el RAM han pasado 87 chicos.

Por estos días, en tanto, hay 6 y dos por nacer, aunque es una cifra que fluctúa constantemente.

"Los chicos viven acá con las madres y reciben visitas de sus hermanos para estar con otros niños, por ejemplo. Además está autorizado a salir el fin de semana completo para vincularse con el resto de su familia, y el lunes vuelven al RAM para estar con sus madres. Mientras más se van acercando a los 4 años, más seguido se lo va dejando salir para que se acostumbre y vaya trabajando en la revinculación con el nuevo ambiente", destacó Rojo.

"Hace 2 años estoy acá, desde antes que naciera mi nene. Y siempre hemos tenido lo necesario en lo que se refiere a cuidado y salud. A mi hijo no le falta nada, se levanta a las 8 para ir al jardincito y eso es bueno ya que puede compartir con otros de su edad. Acá somos muchos grandes", contó una de las madres que viven en el lugar, quien destacó que "es cuestión de vivir".

"A la mañana está en el jardín y después pasa el resto del día conmigo. Además puede salir a pasear con familiares para no estar todo el tiempo encerrado. Por la tarde yo estoy terminando el secundario acá mismo y las maestras del multiespacio lo cuidan", siguió la mujer.

Pero no es fácil para un niño de menos de 2 años estar tanto tiempo lejos de su madre. "A veces los chicos no se quieren quedar en el multiespacio y están en el aula con nosotras. Los profes están con ellos mientras nosotras estudiamos", siguió la mujer.

El multiespacio es una sala con peluches y juguetes, y el suelo está cubierto por grandes bloques de goma eva recortados en forma de piezas de rompecabezas. Allí los chicos comparten juegos y actividades con sus madres y las asistentes.

"Se hacen sesiones de atención temprana a los niños y con las mamás encaramos talleres de crianza. Además, para las mujeres que aquí permanecen hay una escuela primaria y secundaria; talleres CCT de mimbrería y computación. La idea es que puedan reinsertarse y hemos logrado becas para las internas, para que puedan hacer cursos afuera -volviendo siempre al RAM una vez que finalizan-. Una de las chicas empezó recientemente un curso en el CEC y también está haciendo otro de cocina", contaron los responsables de la alcaidía.

Además organizan charlas vinculadas a temas como alimentación sana (para las adultas y para los niños), higiene bucal y cuidados médicos, siempre orientadas a brindar herramientas.

"La relación es buena entre todos, a diferencia de lo que puede ocurrir en otros complejos donde somos 'la policía' y hay cierta rivalidad.

Acá se ha logrado que los docentes estén mucho tiempo con los chicos, y detrás hay un trabajo multidisciplinario y criterios aunados. Al ser un espacio reducido, hay más diálogo y se puede trabajar individualmente.

Muchas veces las mujeres encuentran en el mismo personal alguien para confesar algún problema y encontrar una solución", indicó el director de alcaidías.

Es que quienes están en el lugar, ya sea por buen comportamiento o porque están con sus hijos, saben que es fundamental mantener la armonía y la buena convivencia para permanecer en ese predio, así como también trabajar en la integración.

"Los niños van al jardincito y las maestras vienen hasta acá y les entregan las libretas a las madres, además de contarles cómo van. Y los talleres son fundamentales, hay mamás que vienen con costumbres diferentes, que no saben cambiar pañales -aunque tengan varios hijos ya- o no se han hecho nunca un control médico. Acá se hacen vacunaciones y la idea es educar", siguió "Marilú".

Qué pasa cuando el hijo cumple los 4 años

La gran pregunta -y que en muchos casos se convierte en una preocupación- ronda en torno a qué ocurre con los hijos de las internas cuando estos cumplen los 4 años.

Mientras que las mujeres pueden permanecer en el RAM -en caso de que estén en etapa de beneficios- o bien pueden ser trasladadas nuevamente a la Unidad 3 (El Borbollón, junto a las otras mujeres); el sistema debe garantizar que el niño quede al cuidado de un familiar o de quien el Estado lo disponga.

"Nuestra función formal llega hasta que el chico cumple los 4 años. Luego hacemos las derivaciones, ya sea al OAL o al Ministerio de Desarrollo. Pero informalmente -y hasta sin que lo busquemos incluso- se da la situación de que quienes aquí trabajan siguen en contacto con los chicos que egresan y los familiares que lo tienen a cargo. Se da un seguimiento", destacó el director del Servicio de Alcaidías, Leonardo Musolino, quien resaltó que se exige al pariente que lo vaya a tener bajo su tutela que presente un certificado donde conste que el chico ha sido inscripto en algún establecimiento y continuará su escolarización.

"Cuando el chico no tiene familia que pueda recibirlo, interviene Avome y el OAL para reubicarlo en una familia cuidadora”.

"Necesitamos que se debata cómo hacer el seguimiento de los chicos cuando salen del RAM, es algo que nos preocupa. Más teniendo en cuenta que muchos de ellos tienen a sus dos padres privados de la libertad, por ejemplo", destacó a su turno la directora de Educación inicial de la DGE, Adriana Rubio.

La funcionaria resaltó además que próximamente se va a designar un psicopedagogo para que intervenga dentro de esta modalidad de lo que se denomina "Educación en contexto de encierro".

"Generalmente la gente condena a quienes están encerrados en estos espacios. Pero hay chicos en el medio, y merecen la posibilidad de reinserción", cerró Rubio.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA