Más del 40% de los vehículos que se comercializan en el país se verían afectados por la restitución de la doble escala de impuestos internos. Se estima que los aumentos de precios al consumidor final irán del 25% al 54%, dependiendo del valor del auto, y siempre y cuando estos superen $ 1,8 millón.
La decisión fue criticada por la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), que agrupa a unas 1.500 concesionarias en todo el país. La entidad envió una circular para anticipar a sus socios que se pedirá una revisión de la medida.
Teniendo en cuenta el texto del proyecto, los vehículos utilitarios y las pick ups quedarían exentos de la imposición.
Subas de precios
Los cambios en la normativa del impuesto interno afectarían a los autos cuyo precio de venta al público superen el valor de $ 1,8 millón, a los que se les aplicará una alícuota del 20%, con una tasa efectiva del 25%. En tanto, los vehículos que superen un valor de mercado de $ 3.337.000, se gravarán con el 35%, o el 54% en términos reales.
Dichas modificaciones se dan en un año en que los 0 km alcanzaron incrementos del 80%, producto de la inflación y la devaluación del peso, y tuvieron caídas en las ventas de casi el 50%, por las que se generó un sobrestock de alrededor de 120.000 unidades entre autos, camionetas y camiones.
Actualmente existen vehículos que, en sus versiones de entrada de gama, ya se acercan al millón de pesos, y en el caso del Volkswagen Gol Trend, automático, alcanza a superarlo ($ 1.145.700).
De acuerdo con un informe elaborado por Ernesto Cavicchioli, CEO de Hyundai Argentina, en el mercado hay 978 modelos de autos y 557 quedarían fuera de la medida. El resto se divide entre los 182 modelos que incluirán una alícuota del 25%, y 239 vehículos que pagarán el 35%.
Así, mientras que 57% de los vehículos quedarán afuera, 43% del mercado será impactado (421 modelos).
El CEO estimó que, de ser promulgada sin cambios, la medida agravará un panorama que ya es negativo, con bajas de ventas del 40% y una caída real de facturación del orden del 60% y el 70% (dejando fuera planes de ahorro y liquidaciones).
Por otro lado, el empresario señaló que las marcas ya han comprometido autos que estarán llegando entre diciembre y los dos primeros meses de 2020, por lo que cambiar la normativa en este momento resultaría doblemente perjudicial.
Por arriba de los topes
La medida podría volver inviable a muchos de los vehículos de gama media y alta. En el caso de Chevrolet, el Cruze pasaría a costar más de $ 2,3 millones y la Ford Ecosport más equipada pasará de alrededor de $ 1,9 millón a $ 2,37 millones.
Para Volkswagen los incrementos alcanzarán al Vento que, en su versión más económica ya supera los $ 2 millones y se incrementará, en vaso de hacerse efectiva la medidas, más de $ 500.000. Lo mismo sucederá con el Peugeot 308 en sus versiones más equipadas o el Toyota Corolla, por citar algunos ejemplos.
Dentro de los vehículos premium, un BMW (Serie 2 220 i) que hoy cuesta más de $ 3,6 millones, pasará a costar cerca de $ 5,6 millones, mientras que el Audi A7 Sportback llegará a superar los $ 12 millones, es decir que tendrá un incremento superior a los $ 4 millones sobre su valor actual.
Impuestos internos
En 2018 el entonces presidente Mauricio Macri decidió bajar las alícuotas. En ese momento eliminó la escala más baja del impuesto, por lo que muchos modelos dejaron de pagarlo, y redujo a 20% la segunda escala (la misma que ahora pasaría a 35%).
Ahora, el Ejecutivo busca volver a un esquema similar al que rigió entre 2014 y 2015 que incluía una tasa del 20% o 25% final para las unidades que superaran los 30.000 dólares y del 35% o del 50% real para las que superaran los 50.000 dólares.