Por primera vez, un equipo de científicos halló un contaminante industrial en el ambiente de Mendoza. Se trata de “retardadores del fuego bromados”, conocidos como BFRs, utilizados en la fabricación de plástico de electrodomésticos, de habitáculos de automóviles y en la elaboración de productos textiles. De acuerdo con la Convención de Estocolmo, celebrada en 2001, se trata de un contaminante orgánico persistente.
Estas sustancias tóxicas fueron halladas en agua, sedimentos y en el aire, aunque en proporciones muy bajas, por lo que no representa un riesgo inmediato para los habitantes de la provincia. De todos modos, los profesionales a cargo del estudio señalaron que esto representa un llamado de atención e hicieron hincapié en la necesidad de cumplir con el compromiso que tomó Argentina al adherirse al convenio de Estocolmo.
"Hay un proyecto de ley pero solamente para prohibir el ingreso de aquellos productos electrónicos que contengan esta sustancia. Sabemos que hay industrias en el país, en la provincia de Buenos Aires, que los están utilizando en sus polímeros", señaló Belén Lana, una de las profesionales del Conicet y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) que integró el equipo que realizó mediciones de estos contaminantes en Mendoza.