La mayor parte del sistema sanitario, tanto de la provincia como en el mundo, está hoy abocado a la pandemia de Covid-19. Sin embargo, hay otras enfermedades que siguen afectando a la población, aunque de alguna manera se hayan invisibilizado. Algunas de ellas son el Accidente Cerebrovascular (ACV) y el Síndrome Coronario Agudo (SCA), lo que preocupa a los profesionales de la salud. Es que ambas patologías deben ser tratadas a tiempo (entre las 12 y 24 horas posteriores) para augurar una mejor evolución, reducir la posibilidad de muerte o la discapacidad permanente.
Es en este período donde se encuentra la llamada "ventana", en la que determinado enfoque terapéutico tendrá efecto máximo positivo para el paciente. Por esa razón médicos mendocinos consultados, detallaron los síntomas de cada una de estas enfermedades y remarcaron la necesidad de llamar a los servicios de emergencia en caso de que aparezcan.
"En tiempos de pandemia, cuarentena y de miedo generalizado, es lógico que prácticamente la totalidad de las herramientas de salud estén dedicadas a combatir esta situación epidemiológica puntual. Sin embargo, y no obstante ello, existen otros problemas de salud que continúan su avance a pesar de todo", comenzó a explicar el médico Ezequiel Petra, neurorradiólogo intervencionista, coordinador del área en los hospitales Santa Isabel de Hungría, Español y Clínica de Cuyo.
Según ha podido observar, esta paralización de consultas lleva a no actuar rápidamente ante determinadas situaciones urgentes que más allá de la crisis infecciosa global, deben ser atendidas. "Una de ellas es el denominado ACV, la primera causa de invalidez en los adultos y la segunda causa de muerte a nivel mundial", aseguró el médico. A la vez informó que en Argentina se produce un ACV mayor o menor cada 9 minutos.
Tal como detalló Petra, existen dos tipos de ataques cerebrales: isquémico (el más común, que se produce cuando un coágulo bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro) y hemorrágico (menos frecuente y causado por la ruptura de un vaso sanguíneo hacia adentro del cerebro). "En ambos casos, las neuronas se debilitan o mueren en cuestión de minutos, ya que las células nerviosas no pueden funcionar sin oxígeno", manifestó.
En cuanto a las señales de alerta que no deben pasar inadvertidas el profesional enumeró: entumecimiento, falta de sensación, debilidad o parálisis repentinas en la cara, brazos o piernas, especialmente en un solo lado del cuerpo; confusión súbita, problemas repentinos para hablar o entender; problemas repentinos para ver con uno o los dos ojos; dificultad para caminar, mareo, vértigo, pérdida del equilibrio o falta de coordinación súbitos y dolor de cabeza súbito y severo sin causa conocida.
Otros síntomas importantes pero menos frecuentes que mencionó el neurradiólogo son náuseas y vómito repentinos (que aparece en minutos u horas, en lugar de tardar varios días) y desmayo breve o período de pérdida del conocimiento (desvanecimiento, confusión, convulsiones o coma).
"En caso de identificar alguna de estas señales, hay que acostar a la persona para que no se caiga, teniendo la precaución que sea sobre uno de sus lados, llamar rápidamente al servicio de emergencias, no administrar ninguna medicación y recordar la hora de inicio de síntomas para informársela a los profesionales", manifestó Petra.
Asimismo remarcó que la detección ante los primeros síntomas y la inmediata atención son vitales para reducir la posibilidad de muerte y la discapacidad permanente. "Los pacientes tienen un margen de 3 a 24 horas para que un tratamiento rápido cambie su sobrevida y evolución. Sin embargo, las primeras 3 a 6 horas son las más importantes", aseveró.
Dolores de pecho
Al igual que con los ACV en el Síndrome Coronario Agudo, cuyo caso más serio es el infarto, los médicos han notado una disminución de consultas. "Esto ya ha pasado en España. Con el aislamiento la gente se queda en la casa y no consulta por nada y los pocos que consultan lo hacen demasiado tarde por lo que el beneficio de la terapéutica se ve disminuido", observó el médico Miguel Larribau, cardiólogo intervencionista, jefe del servicio de Hemodinamia y Terapéutica Endovascular de los hospitales Santa Isabel de Hungría, Español y Clínica de Cuyo.
Tal como destacó, la mortalidad cardiovascular en Argentina es muy alta con cerca de 70.000 fallecimientos anuales. Por esa razón llamó a prestar atención a los síntomas: "Lo típico es un dolor de pecho difuso, es decir que no se puede tocar con un dedo, sino que abarca más que la palma de la mano, generalmente a la izquierda o al centro del cuerpo. En general es un dolor opresivo, como si se pusieran un peso muy grande sobre el pecho y que puede irradiar al brazo, cuello o mandíbula. Su duración es de entre 20 minutos y media hora", precisó el profesional que es miembro del Colegio Argentino de Cardiólogos Intervencionistas (CACI).
Ante estos signos recomendó llamar al servicio de emergencia para que sean los profesionales los que decidan si es necesario el traslado. "Pero el llamado tiene que ser precoz. El máximo para recibir la atención es 12 horas, pero mientras más uno se acerque a ese tiempo es menor el beneficio porque el corazón sigue sufriendo", aseguró.
Disminuir factores de riesgo
De los principales factores de riesgo tanto de ACV como de SCA, tales como la hipertensión arterial, diabetes, ateroesclerosis, dislipemia y obesidad, la gran mayoría son prevenibles o modificables.
"Por ello siempre y aún más en tiempos de pandemia se recomienda mejorar nuestro estilo de vida, con una dieta equilibrada, practicando actividad física regular y disminuyendo el consumo de sustancias nocivas, como el tabaco, el alcohol y las drogas de abuso. A su vez concientizar a la población sobre la importancia del control exhaustivo de la presión arterial, así como el azúcar y lípidos en sangre. Hacernos de una rutina que incluya ejercicio físico, respeto de las horas de sueño y evitar de todas formas aumentos de peso", manifestó Ezequiel Petra, neuroradiólogo intervencionista.
Acrónimo para reconocer rápidamente un ACV
Los profesionales de la salud han difundido el acrónimo RÁPIDO en español para que todas las personas puedan recordar y reconocer los signos del ACV, cuyas letras responden a las siguientes preguntas:
R: "¿Ríe?: ¿Tiene la sonrisa dispareja? ¿Un lado de la cara más caído?"
A: "¿Abraza?: ¿Tiene entumecimiento o debilidad en alguno d ellos dos brazos?"
P: "¿Pronuncia?: ¿Tiene dificultad para hablar o comprender?"
I: "¿Inconsciente?: ¿Perdió el conocimiento?"
D: "¿Descoordinado?: "¿Perdió repentinamente el equilibrio o la coordinación?"
O: "Ojo, actúa rápido: ¿Perdió súbitamente la visión? Consulta de inmediato"