Premios y polémica: puntaje vs. medalla

Todos los días hay un vino premiado. Pero, para saber si un vino es bueno: ¿son mejores los puntajes o las medallas?.

Premios y polémica: puntaje vs. medalla

Ya sea en un concurso o puntuado por un paladar especializado, a diario leemos que Finca Tal Por Cuál o el Malbec de Zultano obtuvo una medalla de oro en algún concurso cuyo nombre es impronunciable. Y con justa razón, el consumidor se pregunta: ¿son importantes estos premios?.

La respuesta: son importantes, claro, pero con matices. Una cosa es un puntaje del británico Tim Atkin -master wine de reputada trayectoria que hace 20 años prueba vinos de Argentina- y otra muy distinta es el de un bloggero que pasó sus vacaciones en nuestro país y eligió su Top Ten.

De igual manera, hay concursos y concursos: un certamen como International Wine Challenge (IWC), del que participan anualmente alrededor de 20 mil muestras de vino de todo el mundo, hace que una medalla de oro valga realmente su peso en metálico. Mientras que una cata de amigos a cuyo final se entregan cocardas a los más ricos, no resulta igual de seria.

Cualquiera sea el asunto, entre las medallas y los puntajes hay valores relavitos. Y entre ellos, el más importante es uno que se denomina técnicamente “consistencia”. Es decir: cuántos altos puntajes y grandes medallas tienen un vino o una bodega y cómo se proyectan esos premios en el tiempo. Para decirlo en pocas palabras, mientras que la medalla o el puntaje es la foto del momento, hay que estudiar el medallero genealógico para ver su consistencia y valor.

Precisamente eso es lo que releva la Asociación de Periodistas y Escritores de Vino (WAWWJ, por su sigla en ingés). Ellos compilan los premios otorgados por diversos concursos del mundo y al final resuelven cual es la bodega ganadora y cuáles los vinos. Los resultados del ranking, que sigue a unos 80 concursos del mundo –sobre 490 sostenidos en 2.015–, se dan a conocer cada año.

En 2.016 Trapiche resultó la bodega argentina más premiada en el mundo y la tercera en el Top100 mundial, con 115 premios recibidos en 12 concursos que le sacan varios cuerpos a la competencia. Entre otras, Viña Las Perdices suma 20 premios y Domaine Vistalba 36. Una situación que no es nueva.

La más premiada

Un paseo por los premios de Trapiche da buena cuenta de su medallero genealógico. Sólo en los últimos tres años obtuvo nueve medallas de oro en los más reñidos concursos, como IWC 2.014 y 2.015, además de un Trophy, es decir, el mejor vino de toda la competencia, con su Trapiche Terroir Series Finca Orellana Malbec 2011.

Otros vinos cuyo medallero de oro merece atención, por ejemplo, son Trapiche Medalla Malbec 2011, Trapiche Terroir Series Finca Ambrosía Malbec 2012 y Trapiche Iscay Syrah Viognier 2012. De hecho, la WAWWJ destaca la línea Terroir Series como la más premiada de 2015. No en vano Finca Ambrosía o Finca Orellana pertenecen a esa línea.

Paladares selectos

Así como en los concursos cuyas medallas son otorgadas por cientos de catadores profesionales según la preferencia de la mayoría, también cuando un catador solitario y prestigioso otorga puntajes hay que ver la consistencia.

En ese sentido, existen tres paladares a los que hay que prestarles debida atención: el ya mencionado Tim Atkin, además de los norteamericanos James Suckling y Robert Parker. El punto con los catadores es que, para el consumidor que conoce sus preferencias, son guías muy útiles porque realizan una selección por gusto. Y si alguien recomienda cosas que nos gustan, es fácil saber qué nos gustará cuando él lo recomiende.

Puntajes firmes

Enfoquemos el caso de Tim Atkin. Como buen inglés, deplora los vinos robustos que adoran los norteamericanos. Su paladar se formó con vinos del mundo, pero especialmente con vinos franceses, más ligeros y frescos.

Un puntaje alto como pueden ser los 93 puntos otorgados a Chañar Punco, de bodega El Esteco (originario del norte, de una zona salvaje como es ese paraje ubicado en Catamarca); Alegoría Gran Reserva Malbec 2012 de Navarro Correas, que recibió el mismo puntaje; un vino de San Juan con 94 puntos, el Gran Syrah de Finca Las Moras cosecha 2013 o los 95 puntos de Trapiche Terroir Series Finca Orellana Malbec 2012, pasan a ser un dato de preferencia. Más aún cuando el mismo catador, otorgó 96 puntos a la cosecha 2.011 y 95 a la 2.010. Ese es todo un dato.

El otro dato surge de cruzar más de un catador y un concurso para un mismo vino. Es decir, que ese vino cubre amplias preferencias o, dicho de otro modo, está buenísimo para todo paladar. Es el caso de Trapiche Finca Ambrosía, cuyas cosechas 2010, 2011 y 2012, tiene entre 97 y 94 puntos, según Tim Atkin y Robert Parker, además de IWC 2015.

Con ese nivel de reconocimiento y al mismo tiempo una trayectoria en ese sentido, Trapiche se consagra como “la Bodega Argentina más premiada”. De modo que ahora, cuando el consumidor se pregunte, para qué sirven puntajes y medallas, sabrá que tiene el valor de una guía inequívoca de compra.

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