Dicen que son "ratones" de biblioteca y que no les importa. Comentan que prefieren los libros de "carne y hueso", de papel, pero que de vez en cuando se "cuelgan" con algo online. Son 9 chicos del colegio Vicente Zapata, de Ciudad, que fueron premiados con un viaje a la Feria Internacional del Libro (en Buenos Aires), simplemente, por hacer lo que más les gusta: leer.
Se trata de Vanesa Robledo (17), Lucía Carrizo (17), Nahir Báez (15), Sofía Karzovnik (15), Lucas Calloni (14), Carla Feliz (15), Lucía Marinaro (15), Marianela Muñoz (15) y Claudia Pérez Colombo (15), todos alumnos de segundo a quinto de la institución que viajarán hoy a la capital argentina para asistir a este encuentro internacional acompañados de algunos docentes y directivos de su escuela, en el marco del proyecto "Leer es viajar", que se realiza por primera vez este año y que pretende continuar en el tiempo.
Los chicos fueron reconocidos por leer más de 20 libros al año y algunos hasta se animan a decir que superan los cuarenta. “Por ciclo lectivo, depende el año en el que estén, tienen aproximadamente seis libros obligatorios y algunos más optativos. Pero ellos siguieron leyendo, en sus casas, libros interesantes. Esto fue detectado por las profesoras de Lengua, que fueron quienes decidieron qué chicos podían recibir el premio”, explicó Claudio Peña director de la escuela.
Por otra parte, el director agregó que éste es recién el comienzo del proyecto, ya que una vez que los chicos regresen tendrán la misión de organizar una Feria del Libro en la escuela, citar a abuelas lectoras para que relaten cuentos a los estudiantes y generar un espacio de canje de libros.
“Queremos motivar la lectura y que el año que viene viajen otros chicos. Y abrir un espacio de fomento para la biblioteca de la escuela, que cuenta con 11 mil libros”, aseguró Peña.
A la gran ciudad
Los chicas presentes para la entrevista aseguraron que será su primer viaje en avión y para la mayoría es el primer viaje a CABA. "Fue una sorpresa muy linda, voy con algunas compañeras de curso y para mí es emocionante", dijo Claudia Pérez Colombo.
La chica de 17 años aseguró que, más allá de los libros obligatorios, se lleva libros de la biblioteca, de aventura, fantasía y escritos por William Shakespeare -“y de todo menos de terror”-, algunos de Julio Verne, Emilio Salgari y Conan Doyle, que lee junto a su padre. “Toda mi familia es lectora, somos muchas generaciones de lectores. En mi casa tenemos una gran biblioteca”, agrega la joven.
Los chicos reconocieron que se sienten diferentes a la hora de expresarse ya que gracias a la lectura logran asociar palabras que no conocen con aquellas que sí conocen y que les aporta diversidad de temas para hablar. “Creo que no es lo más común que un chico lea. Mis compañeros dicen que no lo hacen porque les aburre, pero creo que depende mucho de cómo sos en tu casa”, comentó Claudia.
Por su parte, Lucía Carrizo opinó que es una recompensa al sacrificio. “Estas vacaciones leí seis libros, me gustan sobre todo las sagas y toda la literatura juvenil en general”, describió. Lucía cuenta que en su casa se lee mucho, que su mamá le enseñó a leer desde muy pequeña y que toda su casa está llena de libros. “Creo que leer mucho te facilita estudiar, mucho más que a nuestros compañeros”.
Por último, aseguró que la iniciativa le permitió conocer a más compañeros del colegio, con quienes habitualmente comparte los recreos, pero con los que no cruzaba palabra. “Pegamos buena onda con el grupo. El viaje va a ser muy divertido”, finalizó Lucía.
Mucho más que un viaje turístico
Lo llamativo del proyecto “Leer es viajar” es que los chicos recolectaron todo el dinero necesario para poder realizar su viaje. La escuela les reconoce el esfuerzo, los acompaña y ayuda en lo posible, pero el contexto económico es complicado.
“Conseguimos los pasajes más baratos y los chicos vendieron empanadas y bizcochuelo para juntar el dinero del hospedaje y la comida. Además, la celadora Susana colaboró con la venta de café que realiza en la escuela”, dijo Peña.
Por otra parte, agregó que el viaje también es cultural, ya que se le asignó a cada uno de los chicos un sitio turístico que visitarán y que ellos deben comentar a modo de guías. Los lugares elegidos son Plaza de Mayo, el Teatro Colón, la Catedral, el Barrio de San Telmo, Puerto Madero, el Obelisco y la Plaza San Martín, entre otros.
“Creamos un usuario en Instagram para ir subiendo fotos del viaje, así todos pueden ver los lugares que visitamos y se ponen a leer para que el año que viene les toque a ellos”, contaron los chicos.