Con el paso de los gladiadores sobre la rampa montada frente al palacio de La Moneda en Santiago, el Rally Dakar Perú-Argentina-Chile llegó a su fin y los campeones celebraron ante un flojo marco de público disperso sobre la Alameda.
Los franceses Stephane Peterhansel (en autos) y Cyril Despres (motos), el argentino Marcos Patronelli (cuatriciclos) y el ruso Eduard Nikolaev (camiones) descorcharon el champán y como un calco, repitieron agradeciendo al cielo con los brazos abiertos por un nuevo título en la edición 2013.
Desde muy temprano, los competidores que completaron los más de 8.500 kilómetros de carrera deleitaron al público, que en menor medida en comparación a los cierres realizados en Argentina y Perú, que se dio cita en el corazón de la capital trasandina.
Motos haciendo willy, camionetas haciendo sonar a fondo sus escapes, y el carismático Robby Gordon, fueron las "instantáneas" que se llevaron los pocos espectadores a sus casas.
Uno de los momentos más destacados fue cuando el ídolo local Francisco “Chaleco” López se asomó al podio, en el cual fue recibido por estruendosos gritos y aplausos de los chilenos que fueron a ver al motociclista, incluido el presidente de Chile, Sebastián Piñera.
Hasta la rampa llegaron los mendocinos que formaron parte del Dakar: Orly Terranova con el portugués Paulo Fiuza, Lucio Álvarez junto a Ronnie Graue, Adrián Yacopini y Marco Scopinaro, Alejandro Yacopini y Ricardo Torlaschi y Sebastián Halpern junto a Eduardo Pulenta.
La ruta preparada para la jornada de cierre partió desde el vivac, que fue montado en el parque O'Higgins, un enorme pulmón verde ubicado en el centro de la capital chilena, al cual llegaron los pilotos el pasado sábado.
Más de 400 pilotos consiguieron completar la carrera, que tuvo 14 etapas durante 15 días y un descanso en San Miguel de Tucumán.
La prueba de este año es la quinta que se llevó a cabo en Sudamérica, y la 34ª desde su inicio en 1979, cuando se disputaba entre las ciudades de París y Dakar. El próximo año se seguirá corriendo en América del Sur y la organización, con Etienne Lavigne a la cabeza, no descartó incluir a otros países como Bolivia (ver “La idea no es sacar países, sino agregar”). La largada será en Rosario (Argentina) y la llegada en Lima (Perú).