Preguntas de fin de año

Preguntas de fin de año

Por Jorge Sosa - Especial para Los Andes

Estamos ante el advenimiento de un nuevo año y entonces se nos llena el dorso de preguntas. Hay preguntas que son célebres en esta vida moderna, por ejemplo: ¿cuál es el sexo de los ángeles?, ¿a dónde van a morir los pajaritos?, ¿quién sale con las mejores minas?

A las que podríamos agregarles algunas de coyuntura, como por ejemplo: ¿terminará en cana Cristina?, ¿cuándo dejará Menem de ser senador?, ¿volverán a aumentar las tarifas con toda energía?, ¿con qué se depila Florencia de la V?, ¿cómo puede ser que Tinelli sea un símbolo cultural de Buenos Aires?, ¿pedirá Tévez un plan "Jefe de Hogar"?, ¿cómo va a empezar a gobernar Donald Trump?
A las que podríamos agregarles algunas más locales, como ser: ¿quién tiene la llave de los portones del parque?, ¿hasta cuándo seguirá cerrado el hotel de Villavicencio?, ¿cuántos asaltos habrá hoy?, ¿entrarán todos los que quieren entrar este fin de semana a la playita de Luján?

Preguntas y más preguntas. La humanidad se ha movido, ha avanzado, o ha retrocedido en función de preguntas. ¿Qué pasa si yo le acerco fuego a este polvito? Y, ¡pum!: se descubrió la pólvora. ¿Qué pasa si a un yanqui lo pongo a masticar todo el día? Y, ¡zas!: se inventó el chiclet. ¿Qué pasa si le digo a mi primo legislador que me consiga un puesto en la Legislatura? Y, ¡zas!: se inventaron los ñoquis. ¿Qué puede ocurrir si invento un teléfono sin cables? Y, ¡boom!: la gente se olvidó de cómo es conversar con el que está al lado.

En estos momentos, a esta altura del año, las cuatro grandes preguntas que nos hacemos son estas: ¿qué hacemos con los pibes ahora que terminaron las clases?, ¿qué puedo hacer antes de empezar a comer para recuperarme de todo lo que voy a comer esta noche? y ¿qué vamos a hacer con las vacaciones?

La primera: ¿qué hacemos con los pibes cuando terminen las clases? Puede resolverse con una escuela de verano, con el exilio de los involucrados a casa de algún amiguito, o con veinticinco consultas al psicólogo.

La pregunta ¿cómo recuperarnos antes de cometer el lastricinio? Ya es más embromada. Porque para detener la gastroenterocolitis primero tiene que presentarse la gastroenterocolitis. No es cuestión de suponer, es cuestión de masticar. El problema es que uno mastica en una sola noche más que lo que habrá de masticar en el resto del año, entonces no hay productos medicinales que puedan solucionar el problema con una sola efervescencia.

Ahora bien, ¿cómo se contesta la pregunta ¿qué vamos a hacer con las vacaciones? Pues uno de los destinos de los mendocinos que pueden darle un destino a sus vacaciones, la locación ansiada, por playa y por precios, es Chile. Lo que demuestra nuestro lado masoquista, porque tenés que bancarte las demoras en la Aduana, de ida y vuelta (ahora al parecer reducidas pero demoras al fin); tenés que aguantarte el agua helada de las playas chilenas; un temblor cada quince minutos; la cara de poto de los carabineros y ahora las cargadas por la copa América (dos veces para colmo).

Ahora bien, si no tiene plata que le sobre para pagar fortunas por un pancho en Reñaca, pues no se haga mucho problema, usted sabe que uno de los destinos turísticos con más auge en nuestro país es Mendoza, así que quédese nomás donde está, ya sé que van a ser unas vacaciones caras, pero bueno, al que quiera celeste que levante la mano.

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