Hace aproximadamente unas tres semanas y media padecí en carne propia la inseguridad en el predio universitario.
En la parada de ingreso a la ciudad universitaria, un chofer del 116 dejó pasar sin pagar a dos sujetos, uno de los cuales en la parada de Abogacía me arrebató la mochila con papeles, documentación y bienes esenciales y corrió a esconderse al asentamiento lindante. A pesar de que lo seguí gritando que me devolviera al menos mi carpeta con documentación, hasta el día de hoy no recuperé nada.
Mientras declaraba en la comisaría oí a una fiscal amonestar paternalmente a un sujeto que el día anterior había amenazado y arrebatado la cartera a una estudiante de abogacía. "Según la nueva ley", "con 5 o 6 causas", lo vi recoger sus pertenencias y marcharse.
Hace unos 16 años, un joven policía fue muerto a unos pocos metros de donde sufrí el robo. Por ello se corrió la parada de su lugar originario hasta Abogacía, recurso a todas luces tibio e insuficiente.
La policía pide hace años, sin éxito, un cierre que dificulte a los malvivientes el escondite tras este tipo de arrebatos. Es vergonzoso que la comunidad universitaria se transforme en rehén de los delincuentes.
María Lorena Gauna
DNI 27.949.846