Predicando en el desierto

Predicando en el desierto

El gobierno argentino instalado recientemente con el propósito de reactivar nuestra actividad económica rápidamente, ha anunciado públicamente su intención de continuar  con el plan de obras públicas comprometido por el  anterior gobierno, especificando algunas de ellas en el estado en que se encuentran sin efectuar aparentemente una revisión prolija de la necesidad de su ejecución, de la calidad  del proyecto de cada una de ellas, del monto de inversiones pendientes de pago, etc.

No puedo opinar sobre obras comprometidas en otras provincias que yo no conozco, pero sí siento la obligación de expresarme y reclamar a los funcionarios  actuales responsables de haber tomado estas decisiones sin el debido asesoramiento de técnicos especialistas en esta materia en la que las inversiones suelen ser importantes, por lo que deberían haberse establecido prioridades de ejecución en aquéllas que pueden rendir beneficios a la economía de nuestro país postergando a las que no tienen este incentivo o a las que corresponden sólo a compromisos políticos.

Estoy seguro que como a mi me sucede, estas decisiones tomadas por el actual gobierno que me producen una gran frustración, la están sintiendo millones de argentinos que también confiaron en él.

Entre las numerosas obras del oscuro pasado reciente a las que los nuevos gobiernos provinciales y especialmente el nacional han comprometido su respaldo y asistencia financiera, figuran los Pasos de todas las conexiones terrestres entre Argentina y Chile a lo largo de la Cordillera de Los Andes que habían sido comprometidas ejecutar por todos los presidentes argentinos y chilenos desde 1987 a la fecha sin excepciones, con el agravante que en  los períodos kirchneristas produjeron un contagio colectivo de soberbia y arrogancia que aún perduran en algunos de  los países del Mercosur.

Con este criterio el nuevo Gobierno Argentino, sin advertirlo continuará asistiendo financieramente a algunos pasos binacionales que económicamente no aportan absolutamente nada que facilite el tráfico de mercaderías con camiones a nivel internacional vía terrestre, priorizando inversiones en ellos que está reclamando hace más de 20 años nuestro Paso Cristo Redentor, al que el tiempo y los hechos han demostrado que es el único Paso idóneo sin alternativas, para que todo el Mercosur comercie entre sí y a su vez pueda llegar a Oriente Medio y Extremo partiendo de los puertos chilenos de San Antonio, Cartagena, Valparaíso y Ventana.

Esta circunstancia es fácilmente comprobable en  Mendoza, donde cotidianamente se puede observar el tránsito de camiones registrados en Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay que se dirigen o provienen de puertos chilenos.

Otro hecho destacable se puede comprobar cuando se interrumpe este Paso fronterizo por cualquier circunstancia. Todos los camiones que son sorprendidos  transportando sus cargas de un lado u otro, permanecen sin circular cerca de la frontera todos los días que sean necesarios hasta que se reabre el tránsito, sin recurrir a ningún paso complementario hacia el norte ni hacia el sur, por cuanto los propietarios de camiones consideran inaccesibles para sus equipos los de Agua Negra (4.733 m.s.n.m) con promesa de un túnel a 4.100 m.s.n.m., Pircas Negras en La Rioja (4.164 m.s.n.m), San Francisco en Catamarca (4.749 m.s.n.m) hasta Jama en Salta (4.230 m.s.n.m) el que utilizan algunos transportistas del norte del país.

Hacia el sur del Cristo Redentor, no se utiliza el Paso El Pehuenche (2.565 m.s.n.m) el que se habilita sólo cuatro o cinco meses en el año con riesgos de avalanchas en la zona del Maule, el de Pino Hachado (1.484 m.s.n.m) en Neuquén donde se debe transitar por el viejo túnel ferroviario Las Raíces de una sola galería, Cardenal Samoré (1.184 m.s.n.m) también en Neuquén, Huemules (502 m.s.n.m) en Chubut etc. a todos los cuales los propietarios de camiones que llegan por la R.N. N° 7 se niegan a utilizarlos por razones de distancia.

Por tal motivo el transporte de cargas vía terrestre se ha concentrado en los pasos de Jama, Cristo Redentor, Pino Hachado, Cardenal Samoré, Integración Austral y San Sebastián que capitalizan más del 92 % del total transportado, entre los cuales Cristo Redentor acumula alrededor del 60 %. Desde Pino Hachado hacia el norte, ningún Paso tiene registro de carga desde el día de su habilitación, a excepción de Cristo Redentor y Jama.

A todos los hechos negativos para el Mercosur especialmente para nuestro país, se suman  más de 20 años de proyectos de obras inútiles que públicamente vengo denunciando desde el día de efectuada cada propuesta  junto con sus proyectistas, proponentes y sostenedores ubicados  “cerca de la alcancía de los niveles presidenciales”, especialmente de los últimos 10 años. Hasta hoy por los resultados, el tiempo me ha dado absoluta razón.

Afirmo terminantemente que nunca más se construirá en el futuro una línea ferroviaria por razones de pendiente a lo largo de nuestra frontera común desde Chubut  hasta el extremo norte (hacia el sur no tiene sentido), quedando rechazado especialmente el proyecto de Corporación América que entre tantas graves falencias de proyecto funcionaría sin cremallera, que no ha previsto cómo llegar al portal de entrada en Horcones sin contarle a sus auspiciantes políticos que hay 27 kilómetros de su traza ferroviaria que arranca en Luján de Cuyo en el fondo de la Presa Embalse Potrerillos.

Es por demás lamentable que funcionarios de mayor jerarquía del actual Gobierno a quienes hice llegar recientemente un paquete de información vinculado a sus preocupantes anuncios de continuar con auspicios e inversiones en obras de nuestra frontera común del plan “kirchnerista” sin respuestas de parte de ellos, excepción hecha del Licenciado José Octavio Bordón, no hayan tenido en cuenta las más recientes y graves para nuestra economía: a) Confirmación reiterada de intensos cambios climáticos. b)  Producción reciente de la nevada más intensa del siglo. c)  Sucesión de veinte aludes que provocaron reiterados y frecuentes cortes de ruta en distinto tramos. Desprendimientos de roca y lodo entre Punta de Vacas y Puente del Inca,  rotura del Puente sobre el Arroyo El Tigre etc. d)  Caída de grandes rodados. e)   Producción de avalanchas de agua y barro. f) Lluvias intensas y prolongadas en forma frecuente. g) Alteraciones en la ubicación de la “cota de nieve”. h) Desconocimiento de recomendaciones de la Red Europea de Túneles. i) Anuncio de Chile de su límite de inversiones en el Corredor. j) Ingreso de Chile al “Área de Libre Comercio del Océano Pacífico” como integrante N° 12 (Los Andes 06-X-2015).

Desearía que los señores funcionarios nacionales y provinciales adviertan a su debido tiempo la importancia en dar prioridad y destino de las inversiones en esta área, buscando el asesoramiento técnico necesario que permita revertir las nefastas consecuencias de haber tenido que soportar un régimen autoritario que terminó destruyendo la economía de nuestro país, alejándonos del “primer mundo” donde hoy deberíamos estar.

La solución más económica y segura está a la vista de todos si no se maneja con criterio político.

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