Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes
La Dirección e Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) del gobierno de Mendoza dio a conocer los datos que corresponden a la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y de la Canasta Básica Total (CBT). Con la primera se calculan los valores que una familia debe alcanzar para no caer en la indigencia y con la segunda lo necesario para caer bajo la línea de pobreza.
Según estos registros, la CBA bajó $ 61 en diciembre para totalizar $ 4.556,70. Esta canasta representa el 38% del total de la demanda de bienes y servicios explicados por la CBT. Esta, a su vez, registró una disminución de $ 146 para totalizar en diciembre $11.799,77.
Estos datos de caída de precios son consistentes con el indicador de precios al consumidor que registró el mismo organismo para el último mes del año con una suba del 0,5%, y puede estar motivado por el impacto estacional de muchos productos alimenticios que se producen en la provincia y cuyos precios comienzan a bajar por mayor oferta, aunque esto podría acentuarse en diciembre con varios de ellos.
Vale resaltar un dato importante. La CBT medida por el Indec para diciembre en el ámbito de área metropolitana de Buenos Aires alcanzó a $ 13.155, con un incremento de 0,2% en diciembre, cuando el IPC creció un 1,5%. En este caso, aparte de que la canasta total es casi $1.500 más cara, tuvo un comportamiento bastante similar al medido por la DEIE. Además, el IPC creció más por la incidencia de aumentos en algunos servicios y especialmente en subtes, cuyo servicio no existe en Mendoza.
Algunos datos publicados por consultoras privadas están mostrando leves subas del nivel de actividad económica en el último trimestre de 2016, con mayor incidencia en algunos rubros como la construcción, lo que estaría indicando que la maquinaria comenzó a moverse. Los arranques siempre son lentos hasta que tomen velocidad.
No obstante, habrá que seguir la evolución de los índices inflacionarios. Según las proyecciones del último trimestre de 2016 sería bastante factible que los precios no crezcan más allá del 20%, aunque algunos economistas creen que podría cumplirse el objetivo del 17% fijado por el Banco Central, mientras otros lo ven más cerca del 24%.
La parte más compleja viene por el lado del comercio exterior ya que los movimientos del dólar no alcanzan a compensar el crecimiento de los costos internos y esa es la razón por la que el gobierno apura medidas para bajar costos y mejorar los niveles de competitividad. No obstante, la madeja es demasiado complicada porque el mayor inductor de costos es el Estado que, por el momento, no puede prescindir de muchos ingresos. Lo peor que puede pasar es que la ansiedad presione en exceso.
