El acuerdo entre la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) y la Secretaría de Comercio Interior de congelar los precios por 60 días, trajo consigo una serie de consecuencias que recaen sobre los consumidores. Pocas ofertas, desabastecimiento y limitaciones en la cantidad de marcas, son algunos de los efectos más notorios.
Así lo confirmó Mario Vadillo, de la asociación de defensa el consumidor Protectora. "En estos días hemos recibido numerosas denuncias relacionadas con desabastecimiento en algunos productos".
También Marta Rizzo, de Prodelco, encontró irregularidades en las condiciones de venta de algunos supermercados. "Hay faltantes de aceites, harinas y productos lácteos como el queso light. Además, en estos y otros productos se ofrecen pocas marcas", comentó.
Por su parte, Los Andes realizó un recorrido por algunas sucursales de las principales cadenas de supermercados de Mendoza que formaron parte del convenio.
El relevamiento reafirmó las declaraciones realizadas por las ONG. Se encontraron faltantes de aceites de cocina, café, té, condimentos, harina, galletas y productos de limpieza. Vale aclarar que no todas las cadenas se mantienen en igual situación. En algunos casos están disponibles casi la totalidad de los productos, mientras que, en otros, abundan las porciones de góndolas vacías.
Además, llamó la atención la poca cantidad de ofertas. En dos supermercados se encontraron carteles de "2 por 1" pero con góndolas que no tenían nada para ofrecer.
En este sentido, Marta Rizzo explicó que el convenio entre la Secretaría de Comercio Interior y la ASU, implica congelar todos los precios en la condición que estaban al uno de febrero. Por tanto, se deben respetar las ofertas que estaban vigentes en aquel momento.
Otra característica común entre dos de los supermercados es la presencia de carteles con la leyenda de "dos unidades como máximo por cliente", ubicados juntos a los aceites de cocina; una postal que, no obstante, no es inédita.
Críticas al convenio
Para los expertos en defensa del consumidor, existen varios puntos conflictivos del acuerdo firmado para el congelamiento de precios por 60 días.
Por un lado, se cuestiona la falta de un contrato con carácter legal que fije multas y apercibimientos por el incumplimiento de lo acordado.
Protectora tiene un convenio con la Subsecretaría de Defensa del Consumidor de la Nación, por lo que Vadillo prometió controlar de cerca los movimientos de las cadenas de supermercados. No obstante, duda de que existan sanciones aplicables para los incumplimientos, ya que "el convenio es voluntario".
"Por supuesto que la noticia genera expectativas pero si los mercados no cumplen, no sabemos qué sanciones puedan aplicarse", apuntó.
En tanto, Marta Rizzo cuestionó que no se haya incluido en el acuerdo a los industriales y a los distribuidores. "Al no haber participado toda la cadena de comercialización, se da lugar a que se produzca desabastecimiento".
"Si los productores deciden aumentar sus precios por la suba de costos, los supermercados van a dejar de comprar hasta el 1 de abril, cuando concluya el convenio. No van a absorber los incrementos", agregó la especialista.
Vadillo se mostró de acuerdo en que debió incluirse a industriales y distribuidores, pero opinó que "los costos siempre los absorbe el productor". "Un tambero, por ejemplo, no puede especular con los precios porque el producto se pierde. De todas formas el único que no tiene un colchón es el consumidor", sostuvo.
Juan Carlos Nieto, titular del Centro de Almaceneros de Mendoza, también criticó la forma en que se hizo el congelamiento de precios y, en este sentido, instó a que los controles fueran estrictos para que no hubiera faltantes ni "avivadas" por parte de proveedores o consumidores.
"Creo que este tipo de acuerdos sólo logra que los de mayor poder adquisitivo compren más pero los que menos tienen salen perdiendo", denunció el comerciante.
Entendiendo este problema, Rizo expresó que "para evitar el desabastecimiento, los consumidores también deben ser responsables a la hora de comprar".
