Los niños son los motores del cambio". Cuando comenzamos a organizar Mendoza Green Market hace ya casi 6 años, no sólo estábamos convencidas de este enunciado, sino que decidimos crear acciones específicas para que eso se cumpliera. Estábamos seguras de que ellos plantarían la semilla de "lo saludable" en sus familias.
Pensamos y seguimos creyendo que son los más pequeños quienes muchas veces nos obligan a transformar nuestras costumbres en casa.
Las formas de consumo de los millennials y centennials no sólo están haciendo cambiar a sus padres y abuelos, sino que han forzado a las marcas a aggiornarse a sus preferencias.
El estudio global Estilo de Vida Generacional llevado a cabo por Nielsen hace apenas un par de años detectó que los consumidores de todas las edades quieren adoptar estilos de vida más sanos y muchos eligen comida más saludable, pero además más del 50% están dispuestos a pagar más por eso. En especial, los millennials (81%) y centennials (78%).
Pero atención: el atributo saludable de "bajo en sodio" o "bajo en azúcar" es atractivo para los consumidores mayores, dice Nielsen. En cambio, los jóvenes buscan que sus alimentos sean "orgánicos", "libres de gluten" y "altos en proteínas". Y un dato no menor: el 38% de este segmento espera que los productos que adquiere provengan del "comercio justo".
Es más: de acuerdo con el estudio "Las cosas sobre la mesa", elaborado por Findasense (consultora española de experiencia al consumidor), las claves que caracterizan el consumo de alimentos y bebidas de las nuevas generaciones son: el impacto ambiental (¿son productos éticos, seguros, sostenibles?), su composición (productos simples y saludables de los que se conozca quién los produce), la forma de adquisición (favorecen los nuevos canales de compra y formas de ahorrar tiempo), su imagen (no sólo el diseño, sino la experiencia que le aporta).
Tres años atrás preguntaron a mi sobrino de entonces seisaños adónde quería festejar el Día del Niño. La respuesta asombró a todos: "Al Mendoza Green Market". Hace un mes, durante una entrevista, un periodista me contó que sus hijos adolescentes lo han obligado a separar la basura y reciclar.
¿Será posible que los milennials y centennials vayan imponiendo su filosofía de a poco y hagan de este mundo un espacio más armonioso, con un consumo más consciente y ecológico? Me gusta soñar con eso y poner mi granito de arena para que realmente sean el motor del cambio que necesitamos.