Hoy a las 20 se realizarán nuevas maniobras en el dique Potrerillos para disminuir de forma controlada el volumen de agua en el embalse. Para ello se abrirá el descargador de fondo que permitirá erogar 60 m3/s durante 30 minutos por compuerta, es decir una hora en total. También se dispuso que pasados los 60 minutos iniciales el caudal de erogación disminuya a 20 m3/seg.
Según informó Daniel Chicahuala, subsecretario de Obras Públicas, la de hoy será la cuarta vez en el año que se realizan este tipo de maniobras. "Las veces anteriores se ha abierto para limpiar el sedimento, pero esta vez además se está abriendo por seguridad, ya que el embalse presenta un nivel de acumulación de agua de aproximadamente el 96%", precisó a la vez que añadió que la misión del dique es absorber las crecidas del río y si su capacidad se completa se hace imposible cumplir esta función.
Las razones por las cuales el embalse se encuentra en esos niveles tiene que ver con el ingreso de caudales por precipitaciones y derretimiento de las nevadas ocurridas la temporada pasada, que ha oscilado entre 160 m3/s y 120 m3/s, mientras que la cantidad que sale para generación eléctrica es de 74 m3/s.
El funcionario comento que la fecha elegida por la Comisión Técnica de Potrerillos para realizar estos trabajos fue estratégica pensando en el momento del fin de semana que menos impacto va a causar y en horario de tarde.
Para Richard Bataggion, titular de Aysam, por estas maniobras muy probablemente se presenten cortes en la provisión de agua potable en distintos puntos. "No sabemos exactamente cuál será la magnitud de los cortes porque se trata de una nueva experiencia", reconoció el funcionario que recomendó hacer un uso extremadamente responsable y solidario del recurso para mantener estable el nivel de reservas.
Agua turbia, disminución de la presión y hasta cortes totales, son situaciones que se vienen repitiendo con cierta frecuencia desde hace por lo menos tres años en distintas zonas del Gran Mendoza, especialmente los sectores bajos del área metropolitana, como la parte suroeste de Guaymallén. Los motivos se relacionan, por un lado, con la limpieza de sedimentos que se realizan en el dique Potrerillos y por el otro, con las tormentas que se producen en alta montaña.
Obra para mejorar la provisión de agua potable
Frente a los problemas que ocasionan en la potabilizadoras la limpieza periódica de la presa o las tormentas, desde el gobierno provincial anunciaron la construcción de un acueducto tipo by pass que promete mejorar la provisión de agua potable.
El mismo se extenderá desde la central Álvarez Condarco hasta la central Térmica Luján de Cuyo y permitirá que las plantas potabilizadoras de Aguas Mendocinas (Aysam) y Luján de Cuyo reciban el agua con menores niveles de turbidez, lo que mejorará su tratamiento y posterior distribución. La obra requerirá una inversión de 200 millones de pesos y tendrá un plazo de ejecución de 14 meses, que incluye el proyecto y la construcción.
"Actualmente hay una toma de agua que se está utilizando para alimentar la central Álvarez Condarco para generar electricidad que viene desde el dique Potrerillos y llega limpia en el 99% de los casos", comenzó a explicar el subsecretario de Obras Públicas Daniel Chicahuala quien detalló que esa toma se encuentra a media altura y no en el fondo por lo que el agua se encuentra pre decantada.
"La idea es hacer lo que se llama un bypass entre la toma de agua de Álvarez Condarco y la toma de agua que conduce a las plantas de potabilización que está aguas abajo a la altura de la central Térmica de Luján de Cuyo", continuó.
Esta by pass consiste en un acueducto de 1.5 metros de diámetros, 8 km de largo, que va a permitir conducir un caudal de 7 metros cúbicos por segundo de agua. "Hoy en día las plantas toman el agua del río y si el agua les llega turbia tienen que dejarla pasar y por eso se quedan sin agua, en cambio, cuando esté listo el acueducto los responsables de las plantas van a tener la alternativa de tomar agua como lo hacen hoy, cuando el río traiga agua limpia, o de tomar agua de esta tubería cuando el río traiga agua turbia", precisó el funcionario.
Como la obra tiene un plazo de ejecución de 10 meses, más 4 que se tomarán para realizar el proyecto, el subsecretario aclaró que durante el verano que viene continuarán los problemas habituales y que recién a fines de 2017 se podrán ver solucionados. "El acueducto beneficiará directamente a Aysam y a la planta de Luján, no así a la planta de Maipú que se alimenta por otro lado", reconoció a la vez que destacó que en paralelo con la ejecución del by pass se realizarán obras adicionales que van a permitir solucionar el problema de la turbidez también en Maipú.
Según detalló Chicahuala, esta obra estaba en los papeles cuando se construyó el dique Potrerillos. "Son proyectos que se prevén a futuro cuando las condiciones lo ameritan porque todos los embalses acumulan sedimentos, pero si no hubiese habido un cambio significativo en el clima de la provincia, no hubiese sido necesaria hasta dentro de cinco años", expuso.
Es que uno de las razones por las cuales el agua llega turbia a las plantas potabilizadoras es la apertura del descargador de fondo del dique Potrerillos que se lleva adelante para limpiar los sedimentos acumulados en el fondo. "Mientras mayor sean las lluvias y deshielos en alta montaña, más sólidos arrastra el río y más se acumula en el fondo", añadió.
El funcionario comentó que, independientemente si se abre o no el descargador de fondo, si hay mucha lluvia en alta montaña se enturbia el agua en la cuenca del arroyo las avispas que desemboca en el Río Mendoza, aguas arriba de la toma de las plantas potabilizadoras.
Desde Aysam, su titular Richard Bataggion se mostró conforme con la obra. "Traer el agua por un acueducto desde Álvarez Condarco hasta La Olla (nombre de la toma donde extraen las plantas potabilizadoras) permitirá que las plantas tengan agua limpia del dique y que no tomen el agua sucia del río", resaltó.
Las plantas potabilizadoras pueden tratar agua con hasta 10.000 ntu (unidad que indica la turbidez) y la última vez que se abrió el descargador de fondo ellos midieron en Central Cacheuta 284.000 ntu, por esta razón no les quedó otra opción que cortar el ingreso del líquido. Como un ejemplo, mencionó que cuando hay un corte de agua de tres horas se demora aproximadamente 24 horas para volver a normalizar el sistema.
"Al principio son algunos barrios en los que empieza la afectación y después se extiende a otros, en definitiva afecta a la producción de agua potable del Gran Mendoza", aseguró Bataggion a la vez que subrayó que actualmente no se puede concebir un sistema moderno con la precariedad actual. "El agua potable tiene que tener seguridad".