Potencias boicotean un tratado para prohibir armas nucleares

EEUU, Rusia, Gran Bretaña, Francia, Israel, India, China y Paquistán -que tienen bombas- y Japón -el único que ha sufrido un ataque nuclear- rechazan la iniciativa de 123 países, apoyada por el Papa.

Potencias boicotean un tratado para prohibir armas nucleares

Más de 100 países comenzaron ayer a negociar un tratado internacional para prohibir las armas nucleares, un proceso auspiciado por la ONU que se celebra sin la participación de las potencias atómicas, las que consideraron la iniciativa como poco realista e inoportuna y organizaron un boicot encabezado por Estados Unidos para que el debate fracase.

La iniciativa multilateral para impulsar una prohibición de armas nucleares fue anunciada en octubre pasado por 123 países miembros de la ONU, preocupados por la creciente amenaza de un desastre atómico debido a la cada vez mayor tensión entre Corea del Norte y el flamante gobierno estadounidense de Donald Trump, por el programa nuclear del primero y la agresividad del segundo.

Los países que encabezaron esta iniciativa son Austria, Irlanda, México, Brasil, Sudáfrica y Suecia, entre otros, con el apoyo de cientos de ONGs.

Los estados que adhirieron a la propuesta renunciaron hace tiempo o nunca tuvieron poder -civil o militar- nuclear. En cambio, las potencias que votaron en contra en la Asamblea General -Estados Unidos, Francia, Israel, Gran Bretaña y Rusia- o se abstuvieron -China, India y Pakistán- son dueños de los mayores arsenales nucleares declarados y no declarados del mundo.

"El Reloj del Apocalipsis, que indica lo cerca que está la humanidad de la catástrofe global, está a 2,5 minutos de la medianoche, la peor situación desde 1953", alertó ayer el responsable de Desarme de Naciones Unidas, Kim Won Soo

Soo destacó la importancia de “inspirar” y “movilizar” al mundo entero para avanzar hacia un planeta sin armas atómicas, un desafío que activistas y organizaciones pacifistas han defendido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

En la sesión inaugural del debate en la sede de la ONU, los países participantes recibieron ayer el respaldo de organizaciones como la Cruz Roja y de personalidades como el papa Francisco, quien en un mensaje leído por un representante de El Vaticano defendió que buscar la eliminación de las armas nucleares es un "imperativo moral y humanitario" de todos.

Con la excepción de Holanda, los países de la OTAN, incluida España, decidieron no participar de las negociaciones y boicotear abiertamente la discusión. Lo mismo hicieron las potencias China y Rusia -que junto a EEUU, Francia y Gran Bretaña son miembros permanentes del Consejo de Seguridad y tienen arsenales atómicos- y otros países con armas nucleares como India, Pakistán, Israel y Corea del Norte.

Antes de la inauguración de la conferencia, la embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, rechazó la propuesta multilateral y argumentó que las armas nucleares son necesarias debido a las amenazas de seguridad globales actuales.

“Como una madre y una hija no hay nada que quiera más para mi familia que un mundo sin armas nucleares”, dijo Haley. Y agregó: “ Pero tenemos que ser realistas. ¿Hay alguien que cree que Corea del Norte estaría de acuerdo con la prohibición de las armas nucleares?”

Haley habló ante un grupo de unos 20 embajadores aliados de EEUU que están boicoteando las negociaciones, incluyendo a Gran Bretaña, Francia, Corea del Sur, Turquía y varios países de Europa del este.

Los embajadores de Rusia y China fueron los grandes ausentes de la jornada, pese a que habían participado de la discusión original del año pasado en la Asamblea General. Incluso Japón -el único país que ha sufrido ataques atómicos en 1945- votó en contra de una eventual prohibición de las armas nucleares y argumentó que la evidente falta de consenso entre los países podría socavar el éxito de un futuro desarme nuclear mundial.

Por qué el arma más letal no puede ser desterrada

Hace tiempo que las armas químicas y biológicas fueron prohibidas, al igual que las bombas de racimo. Sin embargo, la más letal de todas las armas de destrucción masiva aún no ha sido desterrada mediante un acuerdo internacional. Sobre la marcha surgen algunas dudas:

¿Cómo se ha llegado a estas negociaciones?

La iniciativa partió en 2014 de un pequeño grupo de países formado por Austria, Brasil, Irlanda, México, Nigeria y Sudáfrica. El pasado diciembre, la Asamblea General de la ONU la aprobó con una mayoría de dos tercios.

Las negociaciones, presididas por la representante de Costa Rica ante la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, Elayne Whyte Gómez, tienen lugar en dos etapas: primero desde ayer al 31 de marzo y, después, del 15 de junio al 7 de julio. Los primeros resultados se presentarán en setiembre ante la Asamblea General.

¿Cuál es el objetivo?

Se prevé que el tratado califique las armas nucleares como ilegales y prohíba a todos los que lo suscriban su desarrollo, posesión, almacenamiento, estacionamiento o financiación.

¿Por qué no participan las potencias nucleares?

Defienden el principio de intimidación nuclear, según el cual la posesión de armas atómicas les prevendría de ser atacados con armas de destrucción masiva. EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia alegan además que ya existe un Tratado de No Proliferación Nuclear, firmado en 1968.

Éste, que no está suscrito por las potencias nucleares India y Paquistán, estipula un compromiso hacia el desarme, pero no prohíbe las armas. Tampoco lo firman Israel, que no reconoce la posesión de armas nucleares pero tampoco la desmiente, ni Corea del Norte, cuyo desarrollo nuclear no está claro.

¿Es insuficiente el Tratado de No Proliferación Nuclear?

Los defensores de la prohibición tienen como objetivo trabajar desde las bases actuales para dar un paso más hacia el desarme e incluso se plantean que la nueva iniciativa sustituya el antiguo tratado. Según afirman, el desarme nuclear está en un punto muerto y necesita un nuevo impulso.

¿No era esa la visión de Barack Obama?

Sí. Barack Obama pronunció en 2009 en Praga uno de los discursos más importantes de su mandato, que le valió el Nobel de la Paz. En 2016, subrayó esa visión durante su histórica visita a Hiroshima, donde se convirtió en el primer presidente de EEUU que recordó a las víctimas de la bomba nuclear de 1945.

¿En qué quedó aquello?

En no mucho. Casi todos los analistas se muestran decepcionados por la falta de avances. Aunque la cifra mundial de cabezas nucleares ha pasado de los 23.300 del comienzo del mandato de Obama a alrededor de 15.000 -durante la Guerra Fría eran unas 70.000-, EEUU sigue invirtiendo enormes cantidades en modernizar su arsenal nuclear.

¿Cuál es la posición de Donald Trump?

El sucesor de Obama quiere aumentar masivamente el gasto en defensa y cimentar la posición de liderazgo estadounidense en materia de armas nucleares.

DPA

"Obama decepcionó"

Pese a los compromisos adoptados por las grandes potencias en el marco del TNP, en estos últimos años no se han registrado avances en materia de desarme nuclear, lamentó Beatrice Fihn, directora de Ican (International Campaign to Abolish Nuclear Weapons), una coalición internacional de ONG que se moviliza sobre este tema.

“Se hicieron muchos esfuerzos desde el fin de la Guerra Fría y luego eso se detuvo; la administración de Obama decepcionó, hizo promesas que no cumplió. Ahora los temores están exacerbados con el nuevo presidente Donald Trump”, dijo.

Basándose en la experiencia sobre las armas de racimo o las minas antipersonales, Fihn estimó que hay “buenas posibilidades” de adoptar un tratado en la primera fase de las negociaciones -que culmina el 7 de julio- o al menos “de aquí a dos años”.

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