Esta milenaria disciplina proveniente de India consiste en ejercicios físicos y ancestrales conocimientos del funcionamiento del cuerpo que aportan una sensación de bienestar, relajación profunda y comodidad con el cuerpo. Dichos beneficios del Yoga llevan a reducir la ansiedad y alcanzar hábitos mucho más saludables de una manera natural y sin grandes esfuerzos.
Rompiendo mitos
A diferencia de lo que el imaginario popular indica no es necesario ser delgado ni hiperlaxo para practicar Yoga. El objetivo de estas prácticas está orientado a que cada persona se encuentre con su cuerpo y experimente sus propios límites ampliándolos poco a poco y mejorando su salud física y mental.
Es importante tener en cuenta que para realizar cualquier actividad física es recomendable hacerlo junto a un profesional con conocimientos que evite lesiones y reduzca errores a la hora de practicar la disciplina deseada.
A continuación proponemos algunos ejercicios simples para comenzar a practicar y disfrutar del Yoga en casa:
La V: Sentado en el suelo con las manos por detrás de la espalda, se abren las piernas extendidas en forma de V y se ponen los pies en punta. Manteniendo el equilibro y con la ayuda de las manos se levanta la cola del piso. Manteniendo la espalda derecha se sostiene la postura unos minutos (haciendo respiraciones suaves y profundas). Se repite este mismo ejercicio 5 veces.
El bote: Recostado boca arriba se estiran las piernas, se estiran los brazos y se levantan junto con la cabeza a unos diez centímetros por encima del suelo, se mantiene esta postura por unos minutos respirando profundamente.
El niño: Sentado sobre los talones, los brazos se estiran adelante y la frente se apoya sobre el piso. Inhala y exhala profundamente inflando el abdomen que se tocará con las piernas. Descansa en esta postura.
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