El Malvinas Argentinas es una fiesta. No luce repleto, pero el hincha de Godoy Cruz, deja su garganta en cada cántico. Muchos lloran, otro miran el cielo y buscan algún familiar que en minutos se apoyará en una estrella y mirá desde arriba a su querido Tomba.
No hay edad determinada. Está el bebé de meses en la falda de su papá, está la niña o niño que mañana arranca la escuela pero no quería faltar a esta cita, está el adolescente junto a su grupo de amigos. Está el joven que seguramente después del partido se quedará en la Arístides a tomar algo. Está el papá y la mamá que se levantan y gritan por su Bodeguero. Está el abuelo que fiel a su estilo, no deja nunca la radio y ya sintonizó una radio mendocina para seguir las acciones del juego. No hay edad para seguir al Tomba ni la Copa Libertadores. El hincha de Godoy Cruz está feliz y nada más le interesa. fiesta del Expreso. / Marcelo Rolland ( Los Andes).