Portezuelo: dos de cada tres pymes no cumplen requisitos

Hay 200 pequeñas y medianas empresas aspirantes a participar en el proyecto que no tienen su planta de personal formalizada.

Portezuelo: dos de cada tres pymes no cumplen requisitos
Portezuelo: dos de cada tres pymes no cumplen requisitos

Sólo 100 de las 350 pymes mendocinas que aspiran a participar en la construcción de Portezuelo del Viento cumplen con los requisitos mínimos para formar parte del proyecto. Esto quiere decir que hay 250 compañías que no están bancarizadas o no tienen a su personal registrado en AFIP.

El dato surgió en el marco de una reunión en la que participaron empresarios del Clúster Energético de la Unión Industrial de Mendoza (UIM) y funcionarios del Gobierno provincial para resolver dudas sobre cómo será la participación de las firmas locales en la megaobra que estará emplazada en Valle Hermoso, Malargüe, que tiene un financiamiento garantizado de U$S 1.023 millones. En el encuentro, las compañías pidieron al Estado que se realicen algunos cambios en los pliegos (condiciones del contrato de la obra) para dar mayor participación a las empresas mendocinas y solicitaron un aplazamiento "no menor a los 120 días" para la apertura de los sobres de licitación, prevista para el 4 de marzo.

Sin embargo, el Gobierno aclaró que mantendrá las condiciones de los pliegos y que, en principio, no tiene voluntad de extender la fecha de apertura. "El cumplimiento de tiempos es muy importante para nosotros, pero no somos necios. Si se formalizan pedidos de prórroga, los vamos a estudiar", explicó el subsecretario de Energía, Emilio Guiñazú.

Fuera de juego

La obra requerirá Pymes de todas las áreas de la economía local. Según destacó Mauricio Badaloni, titular de la UIM, se necesitarán firmas del sector tecnológico, de la construcción, metalmecánica, logística y servicios, pero "muchas empresas no cumplen con requisitos básicos, como la presentación al día de formularios 931, o estar bancarizados, y, por lo tanto, quedan fuera".

En el mismo orden, José Octavio Alonso, ingeniero Civil a cargo del equipo técnico de la UIM y miembro de la Cámara de Constructores Independientes (Cecim), explicó que "a las empresas les faltan herramientas de gestión, necesitan estandarizarse, adquirir maquinarias y certificar procesos".

Por otro lado, contó que se han hecho diagnósticos de competitividad de las compañías para ayudarlas a mejorar. "Las hemos preparado para que puedan cumplir con los trabajos que se les solicitan de manera idónea, pero hoy no llegan al 4 de marzo con todo listo", comentó.

Pedidos al Gobierno

La autocrítica del sector empresario demuestra que las pymes tiene mucho trabajo pendiente antes de poder participar en la construcción de Portezuelo. No obstante, advierten que también el Gobierno debe hacer mejoras.

Entre los cuestionamientos que expresaron los empresarios, además de los plazos, se plantearon cambios en la polinómica (fórmula) por la cual se puntuará a las empresas para el otorgamiento de las concesiones. Además, se pidió poner atención a cómo y bajo qué términos las empresas "núcleo" (líderes de proyecto) efectuarán los pagos a las subcontratistas; finalmente, se pidieron precisiones sobre las certificaciones que tendrán que tener las empresas participantes.

El proyecto Portezuelo prevé un contrato EPC (Engineering, Procurement and Construction), una modalidad por la que desaparece la clásica relación cliente-contratista, y es este último quien asume la ingeniería del proyecto (incluye la presa, la línea eléctrica, las dos rutas de acceso y las obras ambientales complementarias). Es decir que se entrega la presa "llave en mano", o lista para funcionar.

La licitación contempla "empresas núcleo", o contratistas principales, que son aquellas que pueden garantizar el acceso a la tecnología, la capacidad financiera, y las certificaciones necesarias para hacerse cargo de un proyecto de esta magnitud. En segundo término participan las empresas "de segundo, tercero o cuarto anillo", que son las subcontratistas, y que forman parte del proyecto a través de las "núcleo".

Para la concesión se planteó una fórmula por la que se  otorgan puntos a las empresas por calidad, pero también por ser nacionales, y de manera adicional se prefiere a aquellas que garanticen el derrame en Mendoza, es decir que contraten a la mayor cantidad de empresas locales.

Ante la solicitud de hacer cambios en la fórmula, el subsecretario de Energía respondió: "El pliego es claro y premia la participación de empresas locales".

Otro planteo de las pymes es que, al no tener un feedback con las empresas del "núcleo 1", porque todavía no hay pliegos vendidos, no pueden licitar la obra. Lo hacen indirectamente a través de las empresas del consorcio, pero necesitan saber "qué se les va a pedir". Por eso, solicitan conocer quiénes comprarán el pliego, o quiénes serán los participantes del núcleo 1. "El espíritu es que el Gobierno sea el nexo entre las compañías líderes del proyecto y las pymes, para que se produzca un efecto piramidal en el se subcontrate a todas las pequeñas", comentó Octavio Alonso.

Certificaciones obligatorias

El Gobierno exigirá certificaciones a las firmas más grandes (normas ISO 9001 entre otras), y no a las pequeñas.

No obstante, según explicó Guiñazú, lo que las "empresas núcleo" soliciten a las subcontratistas, pasa a ser parte de los términos de una relación entre privados.

De todas formas, las cámaras intermedias (Asinmet, UIM), en conjunto con el Instituto de Desarrollo Industrial, Tecnológico y de Servicios (Idits), vienen trabajando en capacitaciones para que las firmas locales se pongan al día.

Conflicto con La Pampa

En un capítulo más del largo conflicto que une a Mendoza con La Pampa se sumaron objeciones de las autoridades de Recursos Hídricos de esa provincia, que indicaron que la construcción de la presa le restaría agua al Río Colorado.

"La Pampa obviamente tiene un conflicto con la provincia de Mendoza que no es por el proyecto, pero lo utiliza como moneda de presión y negociación. Lo que tenemos que hacer nosotros es ser claros con el resto de las provincias del COIRCO (Comité Interjurisdiccional del Río Colorado), y demostrarles que el proyecto ha cumplido con todos los requisitos ambientales y que uno de los principales beneficiados son el resto de las provincias".

"Hoy la cuenca del Río Colorado tiene problemas de agua, principalmente porque no tiene capacidades de almacenamiento estratégico, un problema que nosotros sufrimos con la cuenca del río Mendoza. Hoy la CORFO (Corporación de Fomento del Valle Bonaerense del Rio Colorado) que incluye a todos los regantes de la provincia de Buenos Aires, de la cuenca baja del Río Colorado, prácticamente antes de llegar al Atlántico, están teniendo problemas de agua porque los volúmenes que embalsa Casa de Piedra no alcanzan, si tuviéramos Portezuelo construido ese problema no existiría. Las provincias aguas abajo serán las principales beneficiarias", cerró Guiñazú.

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