Portezuelo aportará más riego, turismo y generación eléctrica

Apunta a transformar el Sur provincial. Mendoza podrá irrigar más hectáreas, vender electricidad y desarrollar un polo de atracción.

Portezuelo aportará más riego, turismo y generación eléctrica
Portezuelo aportará más riego, turismo y generación eléctrica

Portezuelo del Viento es una bandera que pasó por muchas manos y que finalmente quedó en manos del gobernador, Alfredo Cornejo. La “mega obra” que fue pensada en la década del 1950 y retomada por varios gobiernos, tiene dos objetivos en lo inmediato: regular el río Grande y producir energía. Está previsto que genere hasta 210 MW de potencia instalada, cantidad suficiente para abastecer a 740 mil viviendas con electricidad.

Pero a su vez, según proyectan, la represa hidroeléctrica potenciará el turismo en el Sur provincial y beneficiará a la localidad de Las Loicas y al departamento de Malargüe, que recibirá regalías por la producción de energía. Por su parte, la Empresa Mendocina de Energía S.A. (Emesa) tendrá la concesión para la generación de energía eléctrica durante 50 años.

En un futuro, de hacerse una obra complementaria que trasvase las aguas del río Grande al Atuel, se podría solucionar también el conflicto que mantiene nuestra provincia con La Pampa por la cantidad de agua que cruza la frontera.

Este conjunto de aspectos técnicos fue lo que festejó, en lo político, el gobierno de Cornejo. “No seremos el gobierno que termine la obra, pero sí el que la licite y la comience”, resumió uno de los funcionarios mendocinos en tono exultante.

La radiografía

Portezuelo del Viento consiste en una muralla de 200 metros de altura si se cuenta desde el lecho de rocas que será el cimiento. La represa se ubicará en el río Grande, a la vera de ruta nacional 145 que une la ruta nacional 40 con el Paso Pehuenche.

“Cuando el agua viene en exceso, en una época del año, se pierde porque pasa de largo, mientras que hay otros lugares en donde nos falta. Esto nos va a beneficiar tanto a los mendocinos como a los miembros de la cuenca del río Colorado (Neuquén, Río Negro, Mendoza, La Pampa y Buenos Aires). Nos va a permitir tener un flujo constante del agua, lo que desde el punto de vista ambiental es muy positivo”, valoró el ministro de Economía, Infraestructura y Energía,  Martín Kerchner.

Esta obra permitirá realizar otra complementaria y que es esperada en el marco del conflicto con La Pampa: el trasvase del río Grande al Atuel. “Nos aportaría a la solución definitiva del conflicto de La Pampa con Mendoza. El problema no es la demanda sino la oferta y para esto lo que debe hacerse es aumentar la oferta de la cuenca”, señaló por su parte el diputado radical alvearense del IV distrito, Gustavo Villegas.

“La posibilidad de trasvasar el cupo de Mendoza del río Grande al río Atuel permitiría la generación de nuevas áreas bajo riego en el sur provincial; regulación de los ríos incrementando la garantía de riego, asegurando el recurso para uso poblacional e industrial y el aumento de la actividad turística. Permitirá incrementar la superficie cultivable de San Rafael, de General Alvear y de Malargüe”, pondera un documento difundido por la vicegobernadora, Laura Montero.

En este sentido, la ley que aprobó el acuerdo entre Julio Cobos y el gobierno nacional, en 2007, contempla el traspaso de aguas de un río a otro, aunque no será la obra que se haga ahora sino luego, en forma complementaria.

Además de la regulación del río, sobre la presa se instalará una central hidroeléctrica. Para esto, se deberá instalar una red eléctrica que conecte con el sistema nacional. Esto supone que, a través de Emesa, se abrirá una nueva boca de ingreso de recursos a la provincia, si se tiene en cuenta que la energía se venderá a Cammesa y que a su vez ingresarán las regalías por la explotación del recurso.

Por otro lado, el emplazamiento de la represa borrará la actual ubicación de Las Loicas, una localidad de 250 habitantes que será trasladada a otro lugar, similar a lo que ocurrió con la Villa de Potrerillos. En la Legislatura ya se aprobó la expropiación de las tierras y en el Gobierno aseguran que están trabajando con los pobladores para elegir la nueva ubicación. En total, hay 6 alternativas.

También, dentro de las obras que se enmarcan en el “mega proyecto”, está la nueva traza de la ruta nacional 145 y la provincial 226. Ambas quedarán, en parte, bajo el agua. A su vez, durante los cinco años de obra, se construirá una villa para los obreros en el pie del paredón.

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