Después de "aguantar siete años en silencio las amenazas y el maltrato constante" de su esposo, Lorena (37) decidió escapar de su casa hace cinco meses, alentada por al asesoramiento de organizaciones y agentes del Estado. La semana pasada -en presencia de su hija de 7 años- tuvo una nueva discusión con su ex esposo, la cual derivó en violencia y denuncias cruzadas.
"Por miedo -y por ignorancia también- me encerré en mi situación y no le conté a nadie lo que sufría. Pero ya no más! Yo no tengo vergüenza ni me voy a quedar en mi casa. Voy a salir a trabajar y a reclamar a la calle... por mi derecho a vivir tranquila y por todas las mujeres que hoy están sufriendo lo mismo", sostiene la tunuyanina Lorena Vicencio.
Esta tarde -a partir de las 19,30- ella irá al frente de una marcha, que han organizado sus vecinos de Vista Flores para gritarle 'no' a la violencia contra las mujeres. La movilización partirá de la plaza distrital y recorrerá la calle principal del pueblo y acompañarán distintas agrupaciones valletanas.
"Surgió de un grupo de vecinas de Vista Flores que decidieron hacer público el reclamo. Nosotras, como organización, las acompañamos, porque valoramos la importancia del no quedarse callada ante estos hechos", comentó Vanesa Guajardo, del colectivo local Pan y Rosas.
"Las mujeres se están animando a denunciar, a hablar y eso siempre es bueno", dijo la joven, al destacar que fueron cerca de mil personas las que marcharon la semana pasada en los tres departamentos del Valle de Uco por los femicidios acontecidos en la provincia.
Las amigas, parientes y vecinas de Lorena son las que comenzaron a gestar esta marcha, convocando a través de las redes sociales. "No es sólo por mi caso, en este pueblo hay mujeres que nos preocupan porque no pueden salir de ese círculo", apuntó la mujer.
Según relató a este medio, es la segunda denuncia que Lorena radica en contra de su ex pareja. La primera fue en setiembre del 2015, cuando decidió irse definitivamente de la casa que alquilaban junto con su hija. Entonces, ya comenzó a recibir asesoramiento de agentes estatales.
"La prohibición de acercamiento fue sólo por dos días y ahora ¿quién me protege?", acota la víctima. Fue la medida que tomó la Justicia de Familia, para poder hacerle las pericias a ambos miembros de la pareja. "El problema es que ambos viven en el mismo pueblo con sólo unas cuadras de distancia", señaló Erica Aguilera, quien coordina el área de la Mujer del municipio y está acompañando este caso.
Sucede que de la pelea que ocurrió la noche del jueves pasado, cuando el hombre fue a buscar a su hija, no sólo participaron ellos.
También intervino la hermana de Lorena, quien por defenderla terminó con lesiones y realizó a su vez daños en el vehículo del sujeto.
"Nosotros los conocemos a ambos y nos duele mucho la situación; pero no podemos mantenernos al margen frente a este tipo de violencia", compartió una vecina que participará de la marcha de hoy. Por su parte, por estas horas Lorena iba a ampliar su denuncia en Fiscalía para "lograr mayor protección".
En Tunuyán más de 500 denuncias
"Aumentaron muchísimo las denuncias y las consultas en la última semana. Al parecer, los tres femicidios sensibilizaron a quienes sufren esta situación y hemos recibido un gran número de consultas y llamados, incluso víctimas que han hecho explícita su situación en las redes sociales", destacó Erica Aguilera, del área de la mujer de Tunuyán.
Este es uno de los tres departamentos de Mendoza que cuenta con un lugar para albergar a mujeres (y sus hijos) que deben resguardarse de sus parejas. 'La Casita' es un sitio de contención de urgencia y para casos de peligro extremo. "Las mujeres se suelen quedar allí unas 48 horas, les aseguramos la alimentación y el abrigo. Después, vemos la manera de gestionarle estrategias para estar a salvo. Cuando tienen familias en otro lado, les pagamos el viaje, por ejemplo", explicó Aguilera.
Desde fines del año pasado hasta la actualidad, esta oficina de Tunuyán ha registrado 507 casos de víctimas de violencia. El 90 por ciento de las mujeres, aproximadamente, son de bajos recursos y esa suele ser la razón por las que no pueden salir del círculo de violencia. El consumo de alcohol y otras sustancias también aparece como agravante en las cifras.
