Ayer el juez penal Gonzalo Guiñazú consideró que Leonardo Medina (33) cometió un abuso. El delito se probó pero no se trató de un abuso sexual con acceso carnal sino de una tentativa.
Es que las lesiones constatadas en el cuerpo de la víctima por los especialistas del Cuerpo Médico Forense no eran internas sino externas; es decir, que no se produjo una penetración.
Medina está detenido desde que fue imputado, por lo que ya lleva dos años tras las rejas y así seguirá hasta cumplir la condena, aunque dentro de un año ya estará en condiciones de pedir el beneficio de salidas transitorias.
Durante los alegatos, la fiscal Laura Rousselle y el abogado de la víctima, Fernando Peñaloza, coincidieron en solicitar la misma pena: 8 años de prisión por abuso sexual con acceso carnal, una pena cercana a la mínima que establece el delito, al considerar que el hombre no tenía antecedentes, es joven y tiene hijos a cargo.
En cambio, el abogado defensor Juan Rocuzzo había solicitado la absolución, basándose en que no se trató de un delito sino de una relación consentida. Pues bien, el juez Guiñazú desestimó ambas posiciones e incluso la calificación del hecho y lo condenó a 4 años de prisión.
El caso
Es el final de un caso que comenzó el domingo 5 de noviembre de 2017, cuando un grupo de jóvenes fue a celebrar un cumpleaños al boliche "Al Sur". Accedieron a la zona VIP, donde tomaron algunos tragos, y luego salieron a la pista a bailar. Una de ellas, de 21 años, desapareció del lugar con un hombre y sus amigas comenzaron a buscarla, al ver que no volvía.
Alrededor de las 4.30 la encontraron sobre unos sillones. Estaba dormida y les costó despertarla. De regreso a casa, la joven contó que había sido agredida pero no podía dar muchos datos pues estaba bajo los efectos del alcohol. Sus amigas la llevaron al hospital El Carmen, donde se le aplicó el kit de emergencias para estos casos.
En el Cuerpo Médico Forense constataron que había sido abusada pero no se encontró material genético para realizar una prueba de ADN.
La fiscal de Delitos Sexuales, Virginia Rumbo, decidió secuestrar los videos de seguridad. Tres policías de Delitos Tecnológicos comenzaron a copiar las imágenes, dejando que las computadoras completaran la tarea sin custodiar la prueba.
Este error permitió que, horas más tarde, un "misterioso" ladrón hiciera un boquete en el boliche y se quedara con todo el material. Pero los uniformados hicieron fotos sobre el monitor. Este material fue mejorado y se logró identificar a Medina.